Consejos prácticos

El motivo por el cual debes dar unos golpecitos en el capó del coche antes de arrancarlo en invierno

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Dar un golpecito en el capó en el coche aparcado en la calle: la solución que más gente copia durante el invierno antes de arrancar

Dar un golpecito en el capó en el coche aparcado en la calle: la solución que más gente copia durante el invierno antes de arrancar

Manuel Riu

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El invierno puede ser una época complicada para los automovilistas. Parabrisas helados, puertas congeladas, un coche que no arranca... los problemas pueden acumularse. Pero hay algo que deberías hacer antes de salir a la carretera. Cuando bajan las temperaturas, los coches se convierten en el refugio preferido de los animales. Buscan calor y seguridad. Incluso con el motor apagado, permanecen calientes durante algún tiempo después de que el vehículo se haya detenido.

Es este calor lo que atrae especialmente a los gatos. No dudan en acurrucarse para mantenerse calientes. Además, les protegen del viento, la lluvia y la nieve. Todo ello los convierte en refugios ideales para sobrevivir a las noches de invierno.

Por otra parte, este hábito de supervivencia puede ser fatal. Si un gato se acerca al motor o debajo del chasis y usted arranca el motor sin comprobarlo, las consecuencias pueden ser dramáticas. El motor en marcha o las piezas mecánicas en movimiento podrían herir gravemente o matar al animal.

Golpeando suavemente el capó o dando ligeros golpes en las puertas, puedes alertar a los animales potencialmente escondidos. Este simple gesto les da la oportunidad de escapar antes de que pongas el contacto.

En algunos casos, los gatos u otros animales pueden esconderse tan profundamente que un simple golpecito no es suficiente. Tienes que abrir el capó y comprobar visualmente cada rincón del compartimento del motor. Los cuernos también pueden ser útiles. Pero ten en cuenta que algunos animales, especialmente los jóvenes como los gatitos, pueden permanecer inmóviles, paralizados por el miedo. No reaccionarán necesariamente al ruido, por eso es tan importante inspeccionar todas las zonas de riesgo.

Aunque los gatos son los más implicados en este tipo de situaciones, no son los únicos que buscan refugio en los coches o en sus alrededores. Otros animales, como erizos, ardillas, comadrejas e incluso pájaros, pueden introducirse bajo el chasis o en recovecos de la carrocería.

Roedores como ratas y ratones también pueden meterse bajo el capó del coche para aprovechar el calor. En algunas regiones, incluso se han encontrado animales más grandes, como mapaches y tejones, cerca de vehículos aparcados.

Graves daños a tu coche

La presencia de animales bajo el capó o alrededor del vehículo no sólo es un riesgo para ellos. También puede causar graves daños a tu coche. Los roedores, por ejemplo, pueden mordisquear cables y mangueras.

Esto puede dar lugar a costosas reparaciones. Además, debe saber que un animal atrapado en los mecanismos del motor puede hacer que su vehículo funcione mal. Los automovilistas también podrían enfrentarse a situaciones estresantes o peligrosas si un animal herido queda atrapado en piezas mecánicas en funcionamiento. El peligro no es sólo para el animal, sino también para el conductor. Para minimizar los riesgos, hay algunos consejos sencillos que puede incorporar a su rutina invernal. Golpee el capó y las puertas antes de arrancar el coche.

Esto indicará tu presencia a cualquier animal oculto. No dudes en tocar brevemente el claxon. Puede bastar para ahuyentar a algunos animales. Sin embargo, ten en cuenta que los animales más jóvenes o tímidos pueden no reaccionar.

También deberías abrir el capó para realizar una comprobación visual. En caso de duda, una inspección rápida puede salvar una vida. También debes evitar aparcar el coche cerca de arbustos o refugios naturales. Estos lugares suelen ser refugio de animales, sobre todo en invierno.

También puedes instalar dispositivos repelentes si es necesario. Ciertos sprays o dispositivos de ultrasonidos pueden disuadir a roedores y otros animales pequeños de acercarse a tu vehículo.