Infancia

Esto tiene en común los niños felices con altas capacidades

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Un niño solo y triste en casa

Un niño solo y triste en casa / 123RF

Alexandra Costa

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Es común que los padres se sientan frustrados cuando sus hijos parecen "ignorarlos" o estar en su propio mundo, una situación que a menudo se describe como "sordera selectiva". Sin embargo, esta aparente falta de atención puede ser un indicativo de algo más profundo y positivo: el estado de flujo, un concepto que está estrechamente relacionado con la felicidad y, curiosamente, con las altas capacidades en los niños. Como padres, es crucial entender este fenómeno para poder apoyar a nuestros hijos de manera efectiva.

La "sordera selectiva"

El término "sordera selectiva", aunque no es un concepto científico formal, describe esa tendencia de niños y adolescentes a parecer que no escuchan a quienes les rodean, incluyendo a sus padres. Si bien en algunos casos esta "sordera" puede deberse a problemas de audición o trastornos del desarrollo, como el autismo, en muchos otros casos, especialmente en niños con altas capacidades, esta falta de respuesta se relaciona con su capacidad de concentración y el estado de flujo.

El "estado de flujo", también conocido como "flujo mental" o "estado de flow", es un concepto de la psicología positiva acuñado por Mihály Csikszentmiháyi. Este estado describe una situación en la que una persona está tan absorta en una actividad que se olvida del tiempo, la fatiga y todo lo demás, excepto la tarea en sí. Es un estado de concentración profunda, donde la persona se siente totalmente involucrada y experimenta una sensación de placer y satisfacción.

Los niños con altas capacidades a menudo experimentan este estado de flujo con mayor frecuencia y profundidad. Según la psicóloga Patricia Morgenstern, estos niños se involucran tanto en sus tareas que se quedan absortos, como si el resto del mundo desapareciera, llegando incluso a no responder a su nombre cuando se les llama. Esta intensa concentración es una característica distintiva de las altas capacidades y está intrínsecamente ligada a su bienestar y felicidad.

La conexión entre el flujo y la felicidad

Cuando un niño entra en estado de flujo, está experimentando una sensación de placer continuo. Este placer no es superficial; surge de la satisfacción de estar inmerso en una actividad que reta sus habilidades y que conduce al crecimiento personal. Los expertos Olga Carmona y Alejandro Busto señalan que este estado de flujo es la "esencia de la felicidad". No se trata de ignorar deliberadamente, sino de que el niño está "ejerciendo de sí mismo", siendo genuinamente feliz en ese momento.

Como padres, es fundamental entender que cuando nuestros hijos están en estado de flujo, no nos están ignorando. Están en un estado de concentración profunda y satisfacción. En lugar de frustrarnos o gritarles, debemos ser empáticos y buscar formas más efectivas de llamar su atención. Un toque suave en el hombro o una caricia, mientras decimos nuestro nombre, suele ser suficiente para traerlos de vuelta a nuestra realidad sin interrumpir su valioso estado de flujo.

En lugar de interrumpir constantemente a nuestros hijos cuando están inmersos en una actividad que les apasiona, debemos fomentar estos momentos. Esto implica darles espacio para explorar sus intereses, proporcionarles los materiales y herramientas que necesitan, y evitar interrupciones innecesarias. Fomentar el estado de flujo es, en esencia, fomentar su felicidad y su desarrollo personal.

La próxima vez que sintamos que nuestros hijos nos están ignorando, debemos detenernos y considerar la posibilidad de que estén en estado de flujo. Este cambio de perspectiva puede transformar nuestra forma de interactuar con ellos y permitirnos apreciar su concentración y pasión por el aprendizaje. Los niños felices con altas capacidades comparten esta capacidad de sumergirse por completo en aquello que les interesa, y nuestro papel como padres es apoyar y nutrir esta habilidad, en lugar de frustrarnos por ella. Entender el estado de flujo es un paso crucial para fomentar su bienestar y desarrollo óptimo.