Recetas

Con este ingrediente tus patatas fritas quedarán extracrujientes: lo tienes en tu cocina

Sigue esta receta para conseguir el crujiente perfecto en tus patatas fritas

El truco para que conseguir unas buenas patatas 'fritas' en la freidora de aire

Unas patatas fritas.

Unas patatas fritas. / Unsplash / Gilly

María Olmedo

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las patatas fritas son una cosa seria, y se merecen su debida importancia. Nada de patatas congeladas, ni quemadas, ni insuficientemente crujientes ni demasiado blandas. Aquí aspiramos a la patata frita definitiva, la perfección. Un bocado sencillo pero delicioso.

Cuando freímos patatas lo primero que esperamos y deseamos es que queden crujientes, como si fueran elaboradas en un restaurante, pero desgraciadamente el resultado no es el que esperamos, suelen quedar aceitosas y grasientas. Sin embargo, hay un truco muy sencillo con el que pasarás de hacer patatas fritas blandas a unas increíbles patatas fritas crujientes dignas de un restaurante con estrella Michelin.

¿Cómo hacer patatas fritas a la altura de un restaurante de alta cocina?

El resultado final de unas buenas patatas fritas depende del almidón, la pectina y los azúcares naturales de las patatas. Por lo que una buena cocción es fundamental para conseguir el crujiente perfecto. Por eso, este sencillo truco puede transformar tus patatas fritas caseras en una delicia crujiente, comparable a la cocina gourmet. Y sólo necesitas un ingrediente: vinagre.

Empieza preparando una mezcla, vierte un litro de agua junto con una cucharada de sal y otra de vinagre. Este baño especial ayuda a eliminar el exceso de almidón, uno de los culpables de las patatas blandas. Pela y corta las patatas en tiras gruesas, para sumergirlas en el agua durante unos 9-10 minutos.

Dos cocciones y un ingrediente: el secreto para salgan hiper crujientes

Después de este tiempo, seca bien las patatas con papel de cocina. Asegúrate de eliminar el exceso de agua. Una vez el aceite esté bien caliente, fríe las patatas durante dos minutos, aproximadamente. Luego, retíralas del aceite, escúrrelas y déjalas enfriar durante al menos 30 minutos. Vuelve a freír las patatas ocho minutos hasta que veas que están doradas y crujientes. Aunque parezca una tontería, esta doble cocción garantiza un acabado perfecto.

Por último, una vez estén escurridas, añade una pizca de sal al gusto y listo. Puedes seguir los pasos con tu freidora de aire, será una opción más saludable. Ajusta los tiempos de cocción según las instrucciones de tu aparato.