Amor familiar

Atención abuelos y abuelas: este psicólogo pide dejar de usar estas frases con los nietos

Abuelos tóxicos: así es la negatividad que ejercen en tus hijos

Abuelo y abuela con sus nietos.

Abuelo y abuela con sus nietos. / Archivo

Lola Gutiérrez

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El vínculo que se forja entre los abuelos y sus nietos es una relación fuerte y casi siempre basada en el cariño y la estima que se construye cuando los pequeños van creciendo.

Los momentos que comparten los abuelos con los nietos también pasan por la conciliación familiar, a veces imposible, de los padres, que se ven obligados a pedir ayuda a sus progenitores.

Tiempo y dedicación

Todo este tiempo y entrega de los mas grandes de la familia hacia los mas pequeños crea recuerdos bonitos para ambos hasta el fin de los tiempos, pero también puede darse un efecto rebote por culpa de las palabras de los abuelos.

Y es que, al final, la figura poco estricta y permisiva de los que vuelven a vivir una especie de segunda paternidad con sus nietos puede llegar a afectar seriamente al niño o niña. El problema reside sobre todo en las palabras o frases recurrentes de los abuelos hacia sus nietos.

Frases peligrosas

El psicólogo clínico Daniel Glazer ha explicado a través del medio digital especializado en paternidad y maternidad 'Good To Know' las problemáticas de ser un abuelo que dice ciertas palabras.

Como dice el experto en psicología, los abuelos son "a quienes recurrimos en busca de sabiduría, amor incondicional y, tal vez, un poco de mimos".

Debajo de sus palabras bien intencionadas, los abuelos pueden causar "inadvertidamente ondas debajo de esos exteriores cálidos y cariñosos", explica Glazer.

¿Qué no debemos decir?

Algunas de las frases que pueden crear problemas son las relacionadas con los progenitores del pequeño: "Tu padre y tu madre están equivocados sobre esto..." o "No se lo digas a tus padres", son algunas de ellas.

También podemos encontrar a veces que los abuelos hacen comentarios acerca del aspecto físico de los pequeños. "Mi osito barrigudo" o "Tienes que comer, que estás en los huesos", son algunas de las frases que pueden afectar a la salud emocional del niño o niña.