Descubre la Côte Méditerranée en Occitania, la costa mediterránea del sur de Francia

La costa mediterránea de la región francesa de Occitania, la llamada Côte Méditerranée, es un destino perfecto para pasar unas vacaciones durante todo el año por su proximidad a España o para disfrutar de las escapadas que el calendario de septiembre y octubre nos regala este año.

Playas con grandes arenales, senderos que bordean el litoral, bellos pueblos pesqueros, alojamientos con encanto y una deliciosa gastronomía son los grandes atractivos de la costa mediterránea del sur de Francia, un lugar excepcional donde puedes soñar en grande y vivir sin prisa.

¿Qué hacer en Collioure?

La primera parada de este itinerario es el pueblo de Collioure, ubicado en el departamento de los Pirineos Orientales. Muchos españoles lo conocen por ser el lugar donde está enterrado el poeta sevillano Antonio Machado, un gran exponente literario de la Generación del 98. Su tumba recibe un gran número de visitas año tras año de los admiradores del autor de ‘Campos de Castilla’, una de sus obras más destacadas.

El Castillo Real de Collioure

Collioure es un pueblo de pescadores donde se respira tranquilidad y sosiego y que destaca por su gran patrimonio medieval. El Castillo Real, del siglo XIII, es su monumento más importante y se ve desde cualquier punto de la localidad.  

Visitar la Senda del Fauvismo en Collioure

Los colores de la Côte Méditerranée en Collioure inspiraron a grandes artistas como Matisse, Derain y Picasso que se enamoraron de esta localidad francesa y se instalaron aquí para pintar sus cuadros. Algunas de estas obras se pueden ver en diferentes reproducciones que se reparten por la ciudad en la llamada Senda del Fauvismo, un paseo muy recomendable para todo aquel que visita esta población. 

Recorrer el Sendero Litoral de la Côte Méditerranée

Asimismo, Collioure es un paraíso para los amantes del 'trekking' porque por aquí pasa el Sendero Litoral, un camino que bordea la costa de varias poblaciones de la Côte Méditerranée entre Cerbère y Argelès-sur-Mer. Desde Collioure hay varios tramos interesantes como el que va hasta el recoleto pueblo de Racou, conocido por su playa extensa y tranquila, o el sendero costero hasta la vecina Port-Vendres. 

La gastronomía de Collioure

Por último, una visita recomendable en Collioure es Le Cellier Dominicain, una cooperativa vinícola del año 1926 ubicada en la antigua iglesia de un convento de los dominicos del siglo XIII. Aquí se pueden comprar y degustar unos vinos excelentes procedentes, en su mayoría, del departamento de los Pirineos Orientales, que maridan a la perfección con las famosas anchoas de Collioure, elaboradas siguiendo tradiciones ancestrales.  

Leucate, un lugar para reconectar con la naturaleza

El siguiente destino de esta ruta por la Côte Méditerranée se encuentra a unos 50 minutos en coche de Collioure. Se trata de Leucate, en el departamento de Aude, un sitio perfecto para desconectar y reconectar contigo mismo ya que es un destino de playa pero en plena naturaleza. Leucate es el lugar ideal para aquellos a los que les gusta hacer caminatas o rutas en bici por senderos que bordean lagunas y acantilados espectaculares. Cabe destacar que, como curiosidad, esta población era una antigua isla que la geología ha convertido en una península. 

Asimismo, Leucate atesora una de las playas salvajes más bellas de Francia, la de Coussoules, protegida y clasificada Natura 2000, y es uno de los mejores lugares de la costa mediterránea del sur de Francia para practicar todo tipo de deportes y actividades náuticas como el 'kitesurf', el 'windsurf' o la vela. 

Gastronomía y arquitectura en Hérault

El tercer departamento de la costa mediterránea del sur de Francia es Hérault conocido, entre otros motivos, por su deliciosa y variada tradición culinaria. Visita obligada es la laguna de Thau, un verdadero mar interior donde se crían ostras y mejillones de manera tradicional. Es un placer sentarse a la mesa de los pequeños restaurantes situados a orillas de la laguna y degustar estos moluscos maridados, por supuesto, con un espléndido vino occitano. 

Otro lugar imprescindible de este departamento francés es Sète, famosa por sus canales. La villa natal del poeta Paul Valéry es una localidad que mira al mar por lo que es muy recomendable pasear por su puerto y subir a su faro, y descubrir el Pointe Courte, el barrio de pescadores. El ‘street art’ está presente en el Museo a Cielo Abierto, un lugar perfecto para hacer un recorrido cultural. 

La gastronomía es uno de los imprescindibles de Sète. Además de visitar les halles de Sète, un mercado cubierto y con mucha tradición culinaria, es aconsejable reservar una mesa en alguno de sus restaurantes y degustar sus platos más tradicionales como la deliciosa macaronade, a base de pasta y carne, o la bourride de rape, con verduras picadas y alioli. También es muy agradable cenar en una 'paillotte', un chiringuito donde relajarse con los pies jugueteando con la arena de la playa y contemplar el atardecer sin mirar el ‘smartphone’. 

La última recomendación del departamento de Hérault es La Grande Motte, la única ciudad francesa en su totalidad con la etiqueta Patrimonio del siglo XX, otorgada por su arquitectura vanguardista, única en Europa. La Grande Motte tiene siete kilómetros de playa y es un destino excelente para disfrutar del mar, practicar deportes náuticos y, sobre todo, desconectar. 

Costa y patrimonio: binomio indisoluble en el Gard

El último departamento de este recorrido por la Côte Méditerranée de Occitania es el Gard, que destaca por su patrimonio -su capital, Nîmes, es una de las ciudades con mayor herencia romana de Francia- y por sus localidades costeras como Grau du Roi, conocida, entre otros lugares, por el faro de Espiguette, una construcción del siglo XIX clasificada como monumento histórico. La vida marítima de Grau du Roi está en los canales por donde navegan los barcos pesqueros y en el puerto deportivo de Port Camargue - Grau du Roi que, con 5.000 amarres, es considerado uno de los más importantes de Europa. Es un buen lugar para pasear, relajarse y respirar el aire puro de la brisa mediterránea.

A escasos siete kilómetros está el pueblo de Aigues-Mortes, una auténtica joya medieval de la arquitectura gala. Está completamente amurallado y muy bien conservado -de hecho sus torres y sus murallas están protegidas por el Centre des monuments nationaux, una institución que conserva y gestiona más de un centenar de monumentos franceses- y es una parada imprescindible en una ruta por el departamento del Gard. 

Una visita recomendada a las afueras de Aigues-Mortes es la Maison du Grand Site de France de la Camargue Gardoise, un ecomuseo dedicado al descubrimiento de los paisajes, las tradiciones, la fauna y la flora de la Camarga del Gard.

Es muy recomendable poner un punto final a este recorrido por la costa mediterránea de occitania en las salinas du Midi, donde se ven grandes montañas de sal, rodeadas por los bonitos tonos rosados de los estanques, donde es habitual ver flamencos y garzas entre otras aves migratorias además de caballos y toros en libertad. Contemplar aquí el atardecer en las salinas y ver cómo va cambiando de color el agua de los estanques es una experiencia única que muchos viajeros van a recordar durante años ya que es un lugar excelente de Francia para soñar y vivir sin prisa.

La Côte Méditerranée de Occitania no solo te encantará por la belleza de su litoral sino también por su autenticidad, su cultura, su gastronomía, sus tradiciones y la diversidad de actividades marítimas y terrestres que ofrece. #ExploreFrance