Echarse la siesta más de 30 minutos engorda

La siesta es, sin duda alguna, uno de los grandes placeres de los que uno puede disfrutar en esta vida. Sin embargo, un reciente estudio publicado por la revista Obesity advierte de los peligros que pueden derivar de esta práctica tan extendida en nuestro país: "Las personas que toman siestas de más de 30 minutos al día parecen tener un mayor riesgo de obesidad y presión arterial alta", aseguran los autores de esta investigación llevada a cabo por el Brigham and Women's Hospital de Boston sobre 3.275 individuos de la población mediterránea.

Afortunadamente, también hay buenas noticias para los siesteros que dedican menos tiempo a este tipo de descanso. "Las personas que toman siestas más cortas tienen menos probabilidades de tener presión arterial elevada", sostienen en el mismo estudio refiriéndose a las "siestas enérgicas" (descansos de duración inferior a 30 minutos). “No todas las siestas son iguales”, defiende en un comunicado Marta Garaulet, autora principal de la investigación. "La duración del tiempo, la posición del sueño y otros factores específicos pueden afectar los resultados de salud de una siesta", añade.

Resultados del estudio

Los resultados del informe publicado por la revista Obesity pone de manifiesto que "en comparación con el grupo sin siesta, las siestas largas (16 % del total) se asociaron a valores más altos de Índice de Masa Corporal (IMC), circunferencia de la cintura, glucosa en ayunas, presión arterial sistólica (cuando el corazón se contrae) y presión arterial diastólica (cuando el corazón se relaja)". Esto, a su vez, puede comportar la aparición de "afecciones asociadas con enfermedades cardíacas y diabetes".

Contrariamente, la probabilidad de PAS (presión arterial sistólica) elevada "fue menor en el grupo de siesta corta que en el grupo de no siesta". Por tanto, tal como recogen las conclusiones de esta investigación. "la duración de la siesta es relevante en la obesidad", con mediadores como el momento de dormir y comer durante la noche, la ingesta de energía en el almuerzo, el tabaquismo o el sitio donde se hace la siesta (sofá o cama).

Fibrilación auricular

Un equipo de investigadores del Hospital Universitario de Huelva comandado por el doctor Jesús Díaz Gutiérrez también ha indagado acerca de las consecuencias de las siestas largas y los resultados ponen de manifiesto que las personas que echan cabezaditas de más de 30 minutos tienen un 90 % más de riesgo de sufrir lo que se conoce como fibrilación auricular: aumentos en el ritmo cardíaco (arritmias) que pueden dar lugar a coágulos de sangre en el corazón, además demultiplicar por cinco el riesgo de accidente cardiovascular y otras complicaciones, tal como recoge el diario La Razón.