¿Te alimentas bien? Descubre con este test si lo estás haciendo de forma saludable

Lo escuchamos cada vez que vamos al gimnasio con el típico “el 70% es la dieta”, o cuando visitamos a nuestro médico de cabecera. La alimentación saludable es la base de todo. Suena a tópico, pero no lo es. Lo que comemos y cómo lo hacemos importa mucho. Una dieta equilibrada mejora nuestra calidad de vida y trae consigo una gran cantidad de beneficios para nuestra salud física y mental. Y, en este sentido, alimentarse bien en un país mediterráneo con una dieta rica y variada que tradicionalmente se ha basado en productos frescos, naturales y saludables, no es difícil.

La mala alimentación tiene consecuencias. Se calcula que el 37% de los españoles tienen sobrepeso y el 17% sufre de obesidad. Y, según un estudio de Save The Children, uno de cada cinco niños también la padece. Cifras que, en las próximas décadas, podrían alcanzar a la mitad de la población mundial de no haber un cambio de hábitos. El sobrepeso y la obesidad no son solo un problema de báscula y de estética. También vienen acompañadas de problemas de salud como la diabetes tipo II, la hipertensión arterial y de muchas enfermedades cardiovasculares. De hecho, el 55% de estas últimas se atribuyen a una mala alimentación.

La única forma de combatir estos datos es mediante la adquisición de hábitos de vida saludables. Una buena alimentación, actividad física y descanso son el cóctel perfecto para esta tarea. Y aunque parece que la teoría nos la sabemos, la práctica nos falla. Por eso, en este artículo te vamos a dar las claves para seguir una alimentación saludable. Pero antes, descubre si estás comiendo bien con este Quiz saludable de Ametller Origen.

Los alimentos que deberían estar en tu plato

1. Consume verdura, hortalizas y frutas

El consumo diario por persona se ha reducido un 30% en los últimos veinte años, sin embargo, las verduras y las hortalizas deberían de representar el 50% de los alimentos que consumimos en la comida y la cena. Puedes cocinarlas al vapor, a la plancha o al horno. Comértelas solas o como acompañamiento. Al final, se trata de una fuente de vitaminas y minerales muy rica a tener en cuenta.

Y para el postre, el desayuno o la merienda, la mejor opción es la fruta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un mínimo de 400 gramos diarios – tres o cuatro piezas - y son una alternativa mucho más nutritiva a los dulces ultraprocesados.

2. Las legumbres son la mejor proteína vegetal

Las abuelas y las madres siempre insisten en que debemos consumirlas. Y no se equivocan. Las legumbres son la fuente de proteína vegetal más importante y son la forma más saludable de consumir hidratos de carbono. Lentejas, frijoles, garbanzos, guisantes… Todas ellas deberían estar en nuestro plato de tres a cuatro veces cada semana, pero la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición advierte que los adultos tan solo consumen 70 g semanales. Muy por debajo de los 240 g recomendados. Si te parecen aburridos puedes probar con recetas como el falafel de garbanzos o una ensalada de lentejas bien fresquita ahora que las temperaturas comienzan a subir.

3. Sí a la carne y al pescado

La carne y el pescado son dos alimentos fundamentales en nuestra dieta, pero, como todo, con matices y moderación. La carne puede estar en nuestros platos entre dos y tres veces a la semana, preferiblemente carne blanca como las aves o el conejo. ¿Quiere decir eso que no se puede comer ternera o cordero? No. La carne roja se puede consumir como máximo una o dos veces en una dieta saludable. En el caso del pescado también debería estar dos o tres días en tu plato, con al menos una porción de pescado azul como el atún o el salmón.

En el caso de optar por una dieta vegetariana, hay numerosas opciones en el mercado para poder sustituir estos alimentos por alternativas vegetales como la micoproteína, el tofu, el tempeh...

4. Los huevos y los lácteos siempre

Los huevos y los lácteos son dos básicos de las neveras mediterráneas. De los primeros siempre existe la duda de cuántas veces se pueden consumir. Seguro que en casa lo habéis debatido muchas veces. Los huevos se pueden consumir entre tres y cuatro veces a la semana. ¡Así que podéis estar tranquilos!

El café con leche y el yogur de postre son algunos de los clásicos de nuestro día a día. Los expertos recomiendan consumir lácteos de una a tres veces por día en una dieta equilibrada. Así que tampoco hay problema. Eso sí, si puedes consumirlos desnatados o semidesnatados, mucho mejor.

5. Harinas sí, pero integrales

El pan ha sido siempre el mejor acompañante a la hora de comer. Y si hablamos de la pasta o pizza, seguro que cada semana las incluyes en tu dieta. ¿Es malo consumir estos productos? No, siempre y cuando se haga con moderación e intentando siempre escoger sus versiones integrales y más saludables. A diferencia de la procesada, las harinas integrales utilizan el grano entero del cereal y son mucho más nutritivas.

6. Pica frutos secos

Los frutos secos es el substituto perfecto para el famoso picoteo entre horas. Los expertos recomiendan consumir entre tres y siete raciones a la semana de unos 35 g. Eso sí, no todos valen. Lo más saludable sería consumirlos en crudo o ligeramente tostados, pero sin sal.

7. El aceite de oliva es la clave de todo

Si existe un elemento definitorio de la dieta mediterránea es, sin lugar a dudas, el uso del aceite de oliva. Lo usamos para cocinar y para aliñar la comida. Una verdadera joya de nuestra gastronomía que reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo 2 y algunos cánceres. Los expertos recomiendan dividir en 6 raciones su consumo diario y no sobrepasar los 50 ml.

8. ¿Tienes sed? Mejor bebe agua

Olvídate de los refrescos y el alcohol. El agua es el elemento más necesario para la vida. Y no hay mejor forma de hidratar el cuerpo que con ella. Los expertos recomiendan beber 8 vasos diarios. Y si quieres darle un toque de sabor, corta fruta fresca e incorpórala en la jarra.