Intoxicaciones

Cuidado si ves esto en un paquete de pasta

Si ves esto en la pechuga de pollo, tírala de inmediato

Si ves esto en el salmón, tíralo de inmediato

Si ves esto en la piña, tírala de inmediato

Si ves esto en las verduras, tíralas de inmediato

Paquete de pasta

Paquete de pasta

Pedro G. Cuesta

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La pasta es un alimento básico que se consume en todo el mundo. Desde la clásica pasta italiana, como espaguetis y macarrones, hasta las variantes asiáticas como los fideos ramen y udon, la pasta es una delicia culinaria que se disfruta en muchas culturas.

Y a pesar de que su periodo de caducidad es muy amplio, como pasa con cualquier alimento, la pasta puede echarse a perder y volverse mala, lo que puede provocar problemas de salud si se consume.

Afortunadamente, hay varias señales visuales que pueden indicar si la pasta está mala, lo que te permite identificarla a simple vista y evitar su consumo:

Moho

Uno de los signos más obvios de que la pasta está mala es la presencia de moho en su superficie. El moho es un hongo que puede crecer en alimentos y puede tener una apariencia peluda, blanca, verde, negra o de otro color. Si ves manchas de moho en la pasta, es una señal clara de que ha comenzado a descomponerse y que no debe ser consumida. El moho puede producir toxinas que son perjudiciales para la salud y consumir pasta con moho puede causar problemas gastrointestinales y otros síntomas.

Cambio de color

La pasta fresca generalmente tiene un color amarillo claro o beige, mientras que la pasta seca suele ser de color amarillo o dorado. Si notas que la pasta tiene un color inusualmente oscuro o descolorido, es posible que esté en mal estado. Por ejemplo, si la pasta fresca se vuelve de un color verdoso o si la pasta seca se vuelve de un color grisáceo o pálido, es una señal de que podría estar mala.

Textura extraña

La textura de la pasta también puede ser un indicador de su frescura. La pasta fresca debe ser suave y ligeramente húmeda al tacto, mientras que la pasta seca debe ser dura y quebradiza. Si notas que la pasta tiene una textura pegajosa, viscosa o demasiado blanda, podría ser un signo de que está en mal estado. Esto podría deberse a la acción de bacterias o levaduras que han comenzado a descomponer la pasta.

Olor desagradable:

El olor es otro sentido que puede ayudarte a determinar si la pasta está mala. La pasta fresca generalmente no tiene un olor fuerte, mientras que la pasta seca puede tener un aroma suave y característico a trigo. Sin embargo, si notas que la pasta tiene un olor rancio, agrio, fermentado o desagradable en general, es una señal de que podría estar en mal estado. Los olores desagradables pueden ser indicativos de la presencia de bacterias o levaduras que han comenzado a descomponer la pasta.

Presencia de bichos

Aunque no es común, en ocasiones los insectos pueden infestar la pasta, especialmente si el paquete ha sido almacenado en condiciones poco adecuadas. Si ves pequeños insectos, como gorgojos, polillas o larvas, en el paquete de pasta, es un signo claro de que la pasta está contaminada y no debe consumirse.