Contra las manchas difíciles

El trucazo para dejar tu ropa impecable: solo necesitas un cepillo de dientes viejo

Un cepillo de dientes con cerdas azules

Un cepillo de dientes con cerdas azules

Pedro G. Cuesta

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Con el paso del tiempo, la ropa o cualquier prenda de color blanco -como unas zapatillas o las sábanas de una cama- amarillea. Para quitar ese desagradable color, se pueden meter en la lavadora y usar lejía o bicarbonato para intentar conseguir devolver el color blanco a las prendas.

Las prendas de color suelen ser más socorridas y se nota menos el desgaste. Pero si te manchas, es complicado quitar la mancha, a no ser que sea con un producto químico de los que se pueden encontrar en los supermercados. Claro que no siempre sale la mancha, sobre todo si lleva tiempo incrustada.

En estos casos, hay un truco que hará que la mancha difícil salga de la ropa. Se trata de un utensilio que está en todos los hogares y que es, además, muy barato: el cepillo de dientes. Eso sí, hay que tener en cuenta que debe tratarse de un cepillo de dientes viejo -se recomienda cambiar el cepillo de dientes cada tres o cuatro meses, o antes si las cerdas están desgastadas o deshilachadas- y que no vayamos a volver a usar.

Reblandecer la mancha

El cepillo de dientes es una herramienta útil para quitar manchas difíciles de la ropa. Si tienes una mancha que parece resistente a los detergentes y otros métodos de limpieza, el cepillo de dientes puede ser justo lo que necesitas para eliminarla porque puede reblandecer la mancha y ayudar a eliminarla.

Antes de comenzar a limpiar la mancha con un cepillo de dientes, es importante reunir todos los materiales que necesitarás. Esto incluye un cepillo de dientes viejo (o nuevo, pero que solo utilices para limpieza de prendas) un poco de agua tibia, un detergente suave y la prenda manchada.

Tras tener todo preparado, intenta verificar con la etiqueta de la prenda si el cepillado puede dañar la misma. Eso sucederá si la ropa, la alfombra, el muebles tapizado o cualquier superficie que quieras limpiar requiere una limpieza en seco. Si es así, usa el cepillo solamente, sin agua ni limpiador líquido.

Agua y detergente

Si usas agua, conviene humedecer las cerdas del cepillo en agua fría y aplicar una pequeña cantidad de detergente o limpiador sobre ellas. No utilices demasiado detergente o limpiador, ya que pueden dejar residuos y causar más daño al tejido.

Frota la mancha con el cepillo de dientes en movimientos circulares. Aplica presión moderada y trabaja desde el exterior de la mancha hacia el centro para evitar que se extienda. Continúa frotando hasta que la mancha comience a desaparecer.

Si la mancha es particularmente difícil de eliminar, puede ser útil dejar el detergente o limpiador sobre la mancha durante unos minutos antes de comenzar a frotar con el cepillo de dientes. Esto dará tiempo al limpiador para aflojar la suciedad y la mancha.

Mezclas quitamanchas

Si estás tratando de quitar una mancha de una alfombra, es importante tener en cuenta que el cepillo de dientes puede dañar las fibras si se utiliza con demasiada fuerza. En lugar de frotar vigorosamente, aplica una presión moderada y trabaja lentamente para evitar dañar la alfombra.

Si la mancha no se quita con el cepillo de dientes y el detergente, puede ser necesario utilizar un quitamanchas químico o hacer una solución casera de limpieza. Una mezcla de bicarbonato de sodio y agua o vinagre blanco y agua pueden ser opciones efectivas.

Si estás utilizando un quitamanchas comercial, sigue las instrucciones del fabricante de forma minuciosa. Aplica el producto sobre la mancha y permite que actúe durante el tiempo recomendado antes de frotar con el cepillo de dientes.

Enjuagar

Una vez que la mancha haya desaparecido, enjuaga el área con agua fría y seca con una toalla limpia. No dejes la prenda o el mueble tapizado húmedo, ya que esto puede provocar la formación de moho o la decoloración.

Después de lavar la prenda, verifica si la mancha ha desaparecido por completo. Si la mancha todavía está presente, repite el proceso hasta lograr acabar con ella.

Cuando acabes, lava las cerdas del cepillo de dientes con agua y jabón y déjalo secar al aire libre antes de reutilizarlo de nuevo. Y ten en cuenta que también puede ser necesario reemplazar el cepillo de dientes de limpieza de vez en cuando.