Claves de limpieza

Cómo limpiar el lavavajillas para que no deje de funcionar

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La frecuencia de limpieza del aparato depende de cuánto lo utilices, ya que tiende a coger malos olores y a acumular restos de comida

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Alexandra Costa

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Que el lavavajillas sirva para limpiar los platos, los cubiertos y los utensilios de cocina no significa que el electrodoméstico no se tenga que lavar por dentro periódicamente. No por los posibles restos de detergente que se puede acumulan después de varios lavados, sino para que funcione correctamente. ¿Quieres saber cómo limpiarlo? ¿Cada cuánto hay que sacar los filtros y limpiar las aspas? ¿Cuándo hace falta usar un producto específico? Te damos todas las claves.

El lavaplatos está diseñado para optimizar la limpieza, pero recuerda que hay cuatro cosas que es mejor no meter. Para que su funcionamiento sea como el del primer día, es necesario realizar una limpieza periódica de su interior, ya que puede empezar a oler mal o a dejar restos de suciedad debido a los restos de grasa, de comida y a las impurezas del agua.

La limpieza depende de la frecuencia de uso

La frecuencia de limpieza del electrodoméstico dependerá de cuánto utilices el lavavajillas. Si lo usas habitualmente, los expertos recomiendan vaciar el cestillo del filtro cuando tenga restos de comida. El filtro grande se tiene que cepillar al menos una vez al mes, mientras que es suficiente limpiar las aspas un par de veces al año.

Otro elemento que afecta directamente a la frecuencia del mantenimiento es cómo de sucia se pone la vajilla dentro del lavaplatos. En este sentido, se deben retirar cuántos más restos mejor antes de introducirla. Si tienes cacerolas muy sucias con, por ejemplo, con arroz pegado, déjalas en remojo un rato hasta que se ablanden los restos y luego retíralos.

Para limpiar el lavaplatos necesitas un estropajo (o cepillo pequeño), una bayeta, detergente o, si lo consideras oportuno, un producto limpiamáquinas. Una vez los tengas, estas son las claves para dejar impoluto tu electrodoméstico.

Limpia los filtros

Los lavavajillas llevan un filtro, que se encuentra en la zona inferior de la cubeta interior y es el encargado de recoger los restos de suciedad para que no vayan al desagüe. Normalmente se compone de dos piezas: un cestillo de plástico que retiene los residuos más grandes y, a su alrededor, una superficie metálica perforada.

Para acceder a él, saca la bandeja inferior hasta que puedas ver el fondo del aparato. Después, en la mayoría de los aparatos, solo tienes que girar el cestillo de plástico en el sentido contrario a las agujas del reloj: la placa quedará suelta, tira hacia arriba y podrás sacarla. 

Lava las bandejas

Es aconsejable sacar las bandejas y revisar que no tienen restos de comida que se hayan podido quedar enganchados, porque volverán a aparecer sobre tus cacharros. Bastará con que pases un paño húmedo y lo seques con un papel de cocina. Revisa también los carriles y comprueba que se deslizan fácilmente.

Limpia las aspas

Las aspas (o brazos aspersores) del lavavajillas se pueden sacar muy fácilmente. Procura hacer esta limpieza dos veces al año para quitar cualquier obstrucción que impida al agua salir por los orificios. Suelen ir a rosca o simplemente tienes que hacer una pequeña presión para sacarlas. Una vez que las tengas fuera, límpialas con agua y jabón bajo el grifo y, si están muy sucias, con un desengrasante.