Producto ¿saludable?

Nuevo estudio: revelan que este alimento podría causar calvicie

Sácala ya de tu dieta: el embutido que se vincula con el cáncer de colon

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Algunos alimentos que popularmente son considerados como saludables pueden esconder efectos indeseados sobre el cuerpo sin que su consumidor sea consciente de ello. Recientemente, el patólogo Bing Li, de la Universidad de Louisville, ha descubierto que la alopecia podría estar relacionada con la ingesta de aceite de pescado.

Tal como recoge el diario El Español, este hallazgo se ha producido por pura casualidad, al observar que las ratas utilizadas durante una investigación sobre el cáncer habían perdido el pelo a causa de este producto, comúnmente asociado a la prevención de problemas cardiovasculares. Cabe destacar que otros productos como las bebidas azucaradas ya habían sido vinculados a esta patología.

Hallazgo fortuito

Según Li y su equipo de investigación, los suplementos de aceite de pescado y, concretamente, el omega 3 habrían sido los causantes del proceso de caída del cabello en ratones. "Probablemente sea el primer informe de que una dieta rica en grasas y aceite de pescado puede causar alopecia", explicó el biólogo Rui Yi en declaraciones para The Scientist.

Originalmente, el estudio se centraba en la relación entre la obesidad y el crecimiento de tumores, por lo que se alimentó a los roedores con una dieta rica en grasas. Tras suministrar dosis de aceite de pescado a algunos ratones, se observó que, a diferencia del resto, estos habían perdido considerables cantidades de pelo en sus hombros. Este hallazgo provocó un cambio de rumbo en en análisis, que pasó a centrarse en la relación entre las sustancias empleadas y la calvicie.

Citoquina TNF-a, gran culpable

Más tarde, al comprobar el movimiento de estas sustancias por dentro del organismo gracias a técnicas de fluorescencia, los científicos advirtieron que, mientras que las grasas saturadas se movían por todo el cuerpo del animal, las derivadas del aceite de pescado se concentraron en la piel. De esta manera, se dedujo que los macrófagos dérmicos acumulados en estas zonas absorbían el omega 3 y, consecuentemente, activaban reacciones en algunas células. Dicho efecto generaba una respuesta de las citoquinas, proteínas que controlan el crecimiento y actividad celular.

Por esta razón, se concluyó que las células que habían absorbido esta sustancia procedente del pescado producían una citocina inflamatoria que atrae a los macrófagos de otras partes del cuerpo, lo cual concluye con la aparición de otra citoquina, la TNF-a, causante de la muerte celular de la cual deriva la caída del pelo.