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Aparato para limpiar persianas por fuera: así puedes hacerlo fácilmente sin jugarte la vida

Te contamos cuál es la mejor forma para acabar con toda la suciedad de esos lugares que te parecen inaccesibles

Cómo limpiar las persianas por fuera

Cómo limpiar las persianas por fuera. / VÍDEO: PI STUDIOS

Pedro G. Cuesta

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¿Cuántas veces has limpiado las persianas de casa? Seguramente, la respuesta sea una o ninguna, aunque haga tiempo que residas en tu actual vivienda. Limpiar las persianas es una de esas tareas que siempre se dejan para el día siguiente... o el mes siguiente, o el año que viene.

Con esa perspectiva, cuando se hace supone un gran esfuerzo y tiempo del que seguramente no se dispone.

Por ello, es importante conocer todos los trucos caseros que puedan agilizar esta faena.

¿Cómo limpiar correctamente una persiana?

Para empezar, hay que tener claro que no es lo mismo limpiar una persiana por fuera que por dentro, especialmente si no se tiene un fácil acceso a las mismas. Estamos hablando de las persianas enrolladas en un cajetín que dan a la calle y, a menos de que se viva en una casa o en un piso bajo, a ras de calle, es difícil de limpiar.

Sí se suele tener acceso a la persiana por la parte exterior. Y también hay que tener en cuenta de qué material está hecha nuestra persiana: madera, PVC, plástico, aluminio... La naturaleza de cada persiana reclama un tipo de producto diferente.

Por otra parte, el color también será determinante a la hora de limpiar ya que el blanco, que es uno de los colores más típicos en este elemento, resulta un poco más dificultoso.

Con un poco de jabón neutro y agua limpia se puede sacar brillo a nuestras persianas independientemente de su material. Sin embargo, cuando la suciedad está muy pegada, se pueden utilizar productos más específicos (que no sean abrasivos) o usar una vaporeta.

Limpiar la persiana por la parte de afuera

Si tenemos acceso al exterior de la persiana, la limpieza es mucho más sencilla: el primer paso es bajar la persiana de forma parcial para que las lamas queden abiertas y tengamos acceso a las ranuras donde se acumula la suciedad.

A continuación, se coge un cepillo, mejor de cerdas blandas, para limpiar bien de arriba abajo y poder deshacerse de la suciedad. Tras cepillar la persiana, es conveniente aspirarla tanto por dentro como por fuera.

Así, después de eliminar todo el polvo, se pasa una bayeta con agua y jabón neutro, de izquierda a derecha y de arriba abajo. Y, cuando esté bien limpia, es importante secarla utilizando un trapo de algodón y hay que dejarla desenrollada para luego limpiar el interior.

Si no tenemos acceso al exterior de las persianas la solución tradicional es abrir el cajón superior donde se enrolla la persiana.

Deberemos coger una escalera y con un cubo lleno de agua y jabón ir limpiando la parte visible de la persiana enrollada. A continuación, desenrollamos un poco la persiana hasta que ya no vemos la parte que hemos limpiado y quitamos la suciedad de la siguiente vuelta. Repetimos el procedimiento hasta que hayamos limpiado la persiana al completo.

Pero en todo caso la vaporeta es uno de esos elementos que nos pueden ser de gran utilidad.