El postre de Mercadona que te ayudará a perder peso

El secreto de 'Pasapalabra' que ha desvelado sin querer una invitada

Un alimento muy recomendado

Un trabajador de Mercadona preparando pedidos online

Un trabajador de Mercadona preparando pedidos online / Mercadona

M. R.

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Hay ciertos alimentos y, sobre todo, ciertos preparados que se excluirían habitualmente de las dietas y que, en cambio, podrían aportar numerosos beneficios al hígado. El ejemplo más discutido sería el salteado. Evitar los salteados y el consumo de alimentos grasos serían los dos consejos más populares a la hora de establecer restricciones dietéticas. Del mismo modo que puede resultar erróneo eliminar totalmente un macronutriente de la dieta, renunciar por completo a un preparado también podría agotar la ingesta orgánica. Según muchos cocineros, es necesario hacer algunas aclaraciones. Excluyendo el abuso, el aceite de cocina tendría numerosos efectos beneficiosos para el hígado. Activaría el metabolismo, haría trabajar al hígado fortaleciéndolo, ayudaría a eliminar toxinas y reduciría los gases intestinales. El salteado haría que el hígado funcionara de forma óptima, fortaleciéndolo.

Lo importante sería no excederse, calibrar la dieta aumentando el consumo de fibra y disminuyendo los azúcares simples, cocinar sin grasas añadidas, asegurar la cantidad adecuada de omega-3. De este modo, nuestro hígado podría estar protegido y conservado.

La desintoxicación del hígado y la pérdida de peso serían posibles gracias a los alimentos que deben consumirse con moderación en las dietas. El pan que sería bueno para el hígado sería el pan integral o tostado. El desayuno con tostadas y aceite no estaría presente en todas las dietas, a menos que haya un problema de reflujo gastroesofágico. Para desintoxicar el hígado, se suelen recomendar 4 galletas integrales en el desayuno y 70 gramos de pan de centeno.

El hígado graso sería una consecuencia de la hipergliceridemia, la obesidad y la diabetes. La sensación de fatiga y las molestias abdominales serían síntomas claros. Si queremos mantener nuestro hígado sano, debemos almorzar pescado acompañado de berenjenas y calabacines a la plancha, con pan integral y aceite de oliva virgen extra. Todos los alimentos asimilados en estas categorías serían adecuados para los hígados grasos.

Para mantener el azúcar en sangre bajo control, perder peso y mantener el hígado sano, debemos cambiar el orden de los factores, según algunos nutricionistas. Es decir, comer los alimentos en un patrón diferente. Los hidratos de carbono en el desayuno, en lugar de en la comida y la cena, evitarían el aumento de los niveles de azúcar en sangre. La fruta para la merienda sería perfecta. Pero la verdadera revolución estaría en la comida y la cena. Un primer plato de verduras para facilitar el tránsito de los alimentos por el intestino, un segundo plato de proteínas y, por último, una sopa de verduras o minestrone para aprovechar el potencial del caroteno. La ingesta diaria de glucosa disminuiría, haciendo que nuestro metabolismo trabaje al máximo.

También se permitiría añadir jamón y queso en el desayuno. Las investigaciones americanas han demostrado que la presencia de espermidina en el parmesano y el grana padano, el brie y el queso cheddar ayudaría al hígado. Para desintoxicar el hígado y perder peso, el queso también podría desempeñar su papel.