Ahorro energético

Pros y contras del pellet: la manera de calentarse sin gas ni electricidad

El Gobierno extiende la reducción del IVA a la leña y el pellet

Este sistema de calefacción con valores medioambientales gana adeptos

Pellets

Pellets / 123RF

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La factura del gas y de la luz supone un quebradero de cabeza para la mayoría de los hogares. A medida que se acerca el invierno, los consumidores empiezan a buscar alternativas a los sitemas de calefacción tradicionales para conseguir ahorrar.

Una de esas alternativas para caldear el hogar sin arruinarse es la estufa de pellet. ¿Cómo funciona? ¿Cuáles son sus ventajas? ¿Cuáles sus inconvenientes?

Las estufas de pellet generan calor a través de la combustión de biomasa o pellets de madera, considerado un combustible respetuoso con el medio ambente. Además, aportan un gran poder calorífico (4.180 kcal/kg), y hay quien asegura que generan un agradable ambiente doméstico.

Los pellets deben estar homologados y deben certificar que están compuestos íntegramente por madera sin tratar. Son una especie de cilindros prensados cuya longitud va de los 6 a los 10 milímetros. Se meten en la caldera para que se quemen y generen calor.

Las estufas de pellet suelen funcionar de manera automática, con lo que se evita el riesgo de quemadura o accidente. Al encender la estufa, la resistencia se calienta, lo que acaba poniendo en combustión los pellets. Al empezar a arder el combustible, se activa la ventilación para avivar la llama. Cuando el encendido es completo, entra en el modo normal de funcionamiento. La máquina va introduciendo automáticamente los pellets de los que está cargado en la zona donde se produce la combustión. El sistema evita el contacto del aire con los gases de la combustión, lo que hace que este sistema sea menos dañino para nuestro organismo.

Un panel de control no permite regular, entre otras cosas, la temperatura. De hecho es un termostato que permite ahorrar energía en cuanto se alcanza la temperatura deseada.

¿Caros o rentables?

Una estufa de pellet tiene un coste medio de unos 2.000 euros, aunque el precio puede variar en función del modelo. En general, son más caras que otras estufas, pero los beneficios hacen que muchos usuarios consideren que vale la pena efectuar el gasto.

Los precios de los pellets han ido en aumento en los últimos años por el coste de las materias primas, el transporte y las regulaciones medioambientales. El Gobierno ha acordado recientemente aplicar la rebaja del IVA del gas a los pellets y a la leña, lo que contribuye a hacerlos más asequibles.

Para sacarles el máximo partido, es importante almacenar los pellets secos y frescos y alejados de bichos. Lo mejor es usar un recipinte sellado en un lugar fresco y oscuro. Es importante seguir en todo momento las instrucciones de los fabricantes.