Consejos prácticos

La solución eficaz y barata para limpiar el horno: bicarbonato, agua y vinagre

Una persona limpia un horno

Una persona limpia un horno / Pexels / Liliana Drew

Pedro G. Cuesta

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Si eres de los que usa mucho el horno para cocinar, sabrás que es uno de los electrodomésticos que más se manchan al elaborar guisos y otras recetas, porque es un espacio cerrado en el que se acumula el vapor y la grasa de los alimentos que se cocinan y que, cuando se enfría, queda adherido a las paredes del mismo.

Además, si se usa la rejilla (para poner pizza o pan, por ejemplo), puede caer queso o migas que después se queden pegados.

Hay hornos pirolíticos, que son aquellos que se limpian solos mediante pirólisis -un proceso de limpieza en el que se descomponen los restos de suciedad dentro del horno por medio del calor-, pero si no tienes ese método, existen multitud de productos que se pueden hallar en el supermercado para incorporar al arsenal de limpieza que utilizamos para limpiar este electrodoméstico.

Productos económicos

No obstante, el desconocimiento y el precio de algunos de ellos conlleva que en muchas ocasiones se dude de cuál es el mejor para usar. La realidad es que hay muchos productos económicos que son ideales para limpiar el hogar y que se agotan rápidamente en las tiendas por lo efectivo que resultan según los expertos en esta materia.

Pero además de productos específicos, también hay algunos que pueden encontrarse en cualquier casa y que, además de baratos, son muy efectivos para limpiar no solo hornos, sino múltiples superficies de cocina y baño.

Se trata del bicarbonato y del vinagre. El bicarbonato tiene infinidad de usos domésticos y, además de que es un producto muy económico, se encuentra en cualquier tienda. Para limpiar el horno se puede esparcir directamente por la parte baja si hay restos de alimentos pegados y luego pulverizar con un espray en el que se haya mezclado agua y vinagre.

Pasta

Pero la forma más eficaz para usarlo es hacer una pasta con esos tres ingredientes -vinagre, agua y bicarbonato- y dejar que actúe sobre paredes, suelo y techo.

Hay que tener cuidado, porque el bicarbonato mezclado con vinagre forma espuma, por lo que conviene echar poco a poco el vinagre.

La mezcla correcta sería, por ejemplo, diez cucharadas de bicarbonato, tres de vinagre y cuatro de agua templada, aunque se puede añadir más bicarbonato si la mezcla queda demasiado líquida.

Calentar el horno

Tras embadurnar el horno con la mezcla, incidiendo en las partes más sucias y con restos de comida pegadas, se deja actuar toda la noche o unas horas y se aclara con agua o con agua y vinagre.

Se puede acelerar el proceso poniendo en marcha el horno a 220ºC hasta que se caliente.

El horno quedará impecable y los restos de comida saldrán solos.