Altamente tóxico

El producto que nunca debes mezclar con lejía: podrías “liarla parda”

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Productos de limpieza del hogar

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La lejía es un gran desinfectante y blanqueante que puede utilizarse con distintos fines en la limpieza del hogar, como por ejemplo para eliminar el moho de los azulejos de los baños en menos de diez minutos. No obstante, hay que ir con cuidado a la hora de utilizarlo. 

Existe otro producto de limpieza que, si lo mezclamos con lejía, podemos salir muy mal parados. Se trata del amoníaco, que también se utiliza para limpiar y desinfectar superficies como el vidrio. 

¿Por qué no debemos mezclar lejía con amoníaco?

El motivo por el que nunca debe mezclarse lejía y amoníaco es que, juntos, producen una reacción química que genera un gas llamado cloramina (Nh2ci), que es altamente tóxico. Tanto es así que, si entra en contacto con las mucosas, se descompone y genera ácido clorhídrico y radicales libres, y puede provocar quemaduras en la piel. 

Por eso, en el caso de que por accidente nos hayamos expuesto al vapor de la mezcla de ambos productos, es importante salir al exterior a respirar aire limpio y acudir al médico inmediatamente.