Trucos caseros

Así puedes limpiar una olla quemada

Así puedes dejar la placa de la vitrocerámica como si fuera nueva

Una olla quemada

Una olla quemada

Rosa Prades

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es probable que se te haya quemado alguna que otra olla alguna vez, ya sea por descuido o porque la has dejado más tiempo del que deberías mientras hacías otras cosas. Aunque creas que es imposible limpiarla, eso no es cierto y a continuación te mostraremos una serie de trucos con los que puedes limpiar una olla quemada.

Estropajo

¡Cuidado! Aunque este sea la primera opción que, prácticamente, todo el mundo probaría, tienes que saber un par de cosas para no dañar la olla. Lo primero es evitarlo si se trata de una olla antiadherente, ya que las estropearía (solo se recomienda su uso en las de acero inoxidable, hierro, cobre, barro o aluminio). En segundo lugar, antes de frotar con el estropajo sería conveniente dejar la olla en remojo con agua caliente y detergente lavavajillas, de esta manera la capa de quemado se ablandará y será más fácil de retirar.

Esponja suave

En el caso de las ollas antiadherentes (teflón o cerámica) se recomienda el uso de una esponja suave o estropajo azul, y si es necesario rascar se debe hacer con un utensilio de teflón, madera o plástico.

Bicarbonato de sodio

El bicarbonato también es una solución rápida y eficaz. Para hacerlo deberás preparar una solución compuesta por una cucharada sopera de bicarbonato por cada litro y medio de agua. Lo primero es calentar el agua en la olla sucia y cuando esta esté hirviendo se añade el bicarbonato. Se debe dejar hervir unos minutos mientras se remueve para que así se disuelva la capa de suciedad. A continuación, debes retirarlo del fuego y rascar con una espátula de madera. Y finalmente, limpiarlo como habitualmente.

Vinagre

La opción del vinagre es muy simple ya que consiste en cubrir el fondo de la olla sucia con el componente (también se puede hacer mezclando a partes iguales agua con vinagre) y dejarlo hasta que rompa a hervir. Dejarlo en el fuego hasta que se consuma por completo y después enfríalo y límpialo, y verás como la capa negra desaparece enseguida.

Sal

Aunque parezca imposible, la sal es un buen aliado para limpiar. Antes de verter nada se debe intentar limpiar lo más a fondo posible la olla para así después echar dos o tres dedos de agua y dos cucharadas de sal. A continuación, lo dejas reposar unos 30 minutos para después frotar. Si se da el caso que la suciedad no se va al completo, debes realizar el mismo procedimiento pero poniendo la olla en el fuego, después enfríar y frotar.

Refresco de cola

La Coca Cola es un "ingrediente" que no es la primera vez que se usa para limpiar una superficie. Como se trata de un producto ácido, es tan fácil como verter una lata en la olla y llevarla a ebullición (a fuego lento) y después todo será cuestión de frotar.

Un limón

Si ninguno de los trucos anteriores te funciona, otra opción es la de utilizar un limón. Pasa medio limón por la superficie quemada hasta que esta quede impoluta.