Mar
Las 10 medusas más frecuentes en España y su peligrosidad
Guía para no perderse en un mar de especies muy variadas y con muy diferentes efectos
Son organismos cuya presencia en el medio es necesaria para mantener el equilibrio entre las especies. Pero, obviamente, las medusas no son bienvenidas por los bañistas que quieren darse un chapuzón en la playa. Todos los veranos aparecen en el litoral español, debido a múltiples factores. En este listado, procedente del Ministerio para la Transición Ecológica, te explicamos cuáles son las especies más frecuentes en las costas de España, y el grado de peligrosidad que representa su picadura, a menudo urticante y a veces incluso peligrosa para el ser humano.
Aguacuajada (Cotylorhiza tuberculata)
También se la conoce como ‘medusa de huevo frito’ precisamente por su característica apariencia. Tiene forma y color de una sombrilla aplanada, marrón amarillento, con un poco de verde y una destacada protuberancia central de color anaranjado. Suele tener entre 20 y 35 centímetros de diámetro.
Habita tanto en aguas abiertas como en la costa, sobre todo en estas últimas. Es común en todo el Mediterráneo, durante el verano y el otoño. Muy abundante en el Mar Menor.
Su peligrosidad es baja, porque tiene una limitada capacidad de producir urticaria, debido a la escasa longitud de sus tentáculos y la baja densidad de células urticantes. No va más allá de causar una leve irritación de la piel y picor.
Medusa luminiscente (Pelagia noctiluca)
Es muy frecuente en aguas abiertas y se acerca al litoral arrastrada por los vientos de mar a costa, especialmente durante el verano. Es abundante tanto en el océano Atlántico como en el mar Mediterráneo.
Su peligrosidad es alta. Causa irritaciones y escozor a nivel de piel pudiendo incluso dejar herida abierta que se puede infectar. Debido a su abundancia y a la longitud de sus tentáculos, la superficie de piel afectada puede ser alta y con ello el efecto del veneno podría llegar a causar problemas respiratorios, cardiovasculares y dermatológicos que pueden perdurar semanas o incluso meses.
Aguamala (Rhyzostoma pulmo)
El contacto con ella es urticante, aunque no suele producir lesiones graves, pero así y todo conviene tener cuidado: no hace falta tener contacto directo con ella para recibir una picadura en el caso de encontrarnos en aguas cerradas donde haya fragmentos de tentáculos sueltos en ella.
Aurelia aurita
Medusa de compases (Chrysaora hysoscella)
Chrysaora hysoscellaRelativamente frecuente en el Mediterráneo y Atlántico, donde en ocasiones forma enjambres. Habitual en aguas abiertas, pero puede acercarse a la costa arrastrada por las corrientes especialmente durante el verano.
Su peligrosidad es ‘elevada’, según el Ministerio para la Transición Ecológica, y sus picaduras causan picor y quemazón al principio. Inmediatamente después aparecen lesiones eritematosas y edema, produciéndose verdugones que pueden tardar tiempo en desaparecer.
Carabela portuguesa (Physalia physalis)
Es típica de aguas atlánticas templadas, aunque a veces se puede encontrar ocasionalmente en el Mediterráneo. Se mueve a merced de las corrientes superficiales y el viento.
Su peligrosidad es ‘muy elevada’, según el Ministerio. El contacto con sus tentáculos puede tener consecuencias muy graves para las personas. La gran concentración de nematocistos y su potente veneno con propiedades neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas pueden llegar a producir en algunas situaciones un shock neurógeno provocado por el intensísimo dolor, con el consiguiente peligro de ahogamiento. En cualquier caso puede producir quemazón y dolor vivo, y laceraciones en la piel como consecuencia del intimo contacto con los tentáculos que se enredan y adhieren en el intento de desembarazarse de ellos.
Velero (Velella velella)
Aequorea forskalea
Cubomedusa (Carybdea marsupialis)
También se la conoce, aparte de como cubomedusa, como avispón marino en el Mediterráneo. Con forma cúbica y largos tentáculos, tiene un aspecto extraño, acentuado por su bioluminiscencia, con color azulado o blanquecino. Una de las características más llamativas es que posee un ojo complejo que les permite reaccionar ante objetos móviles y responder a cambios en la luminosidad.
Su picadura es muy grave y puede llegar a representar un serio peligro para la salud humana, pero dado que suele habitar aguas relativamente profundas (por debajo de los 20m) no suele provocar incidentes. Son muy difíciles de localizar.
Ctenóforo americano (Mnemiopsis leidyi)
Es un organismo pequeño y de apariencia extraña, con bellas iridiscencias de colores. No tiene tentáculos, sino que está formado por un bulbo de unos 10 centímetros de longitud. Se agrupa en grandes concentraciones (hasta 15.000 individuos por metro cuadrado). No produce ningún tipo de picadura y, por tanto, no reviste ninguna peligrosidad.
Listado original del Ministerio:
https://www.miteco.gob.es/es/costas/campanas/campana-medusas/tipos_medusas.aspx
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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es
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