Bioingeniería

Últimos éxitos de la genética: cerdos inmunes a enfermedades y patatas sin plagas

Los científicos reclaman liberar a las biociencias de las normas restrictivas que las aprisionan

Cerdos inmunes a enfermedades, entre los últimos logros de la ingeniería genética

Cerdos inmunes a enfermedades, entre los últimos logros de la ingeniería genética / Pixabay

Ramón Díaz

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La genética es la llave del futuro. Esta disciplina, que ha vivido un auge espectacular en los últimos decenios, ya permite verdaderos ‘milagros’. Animales y plantas resistentes a enfermedades, rejuvenecimiento de células epiteliales humanas, clonación de seres vivos, alimentos transgénicos… Los últimos ejemplos, cerdos resistentes al síndrome respiratorio y productivo porcino (enfermedad viral) y plantas que producen ácidos grasos omega-3, nutrientes ayudan a prevenir enfermedades cardíacas y el cáncer. Pero los genetistas se enfrentan a un problema: leyes y normas en casi todo el mundo que prohíben la modificación genética.

El Gobierno del Reino Unido está ahora dispuesto a cambiar sus reglas de juego: prepara un proyecto de ley de tecnología genética que promete liberar al sector de las biocencias de algunos de los corsés que ahora las aprisionan, en sintonía con las demandas de los científicos.

El anuncio ha sido recibo con satisfacción contenida por la mayoría de los biólogos. Aseguran que la genética permitirá, por ejemplo, desarrollar cultivos resistentes al tizón (hongo parásito de múltiples plantas que provoca cuantiosas pérdidas) y “alimentar al planeta”. Pero los propios científicos admiten que aún está lejos el día en que la ciencia pueda “salvar al mundo”.

“Este proyecto de ley nos permitirá dar unos pequeños pasos”, señaló el profesor Nick Talbot, del Laboratorio Sainsbury, instituto de investigación de plantas con sede en Norfolk. “Es una buena noticia, por supuesto, pero aún necesitaremos mucho más debate público sobre estos asuntos antes de que podamos progresar realmente”, declaró a ‘The Guardian’.

Científicos británicos ya han logrado productos novedosos, como patatas resistentes al tizón y cultivos ricos en nutrientes omega-3, pero todavía es poco probable que obtengan la aprobación con el nuevo marco regulatorio propuesto por el Gobierno de Boris Johnson y podrían seguir estancados, como ocurre desde hace años.

Edición de genes, técnica novedosa

Las novedosas técnicas de edición de genes han permitido asimismo lograr animales más resistentes a las enfermedades. Y no solo en el Reino Unido. En Estados Unidos, la alteración de un único gen permitió a un grupo de investigadores producir una camada de lechones inmunes a un virus mortal en casi el 100% de los casos, un coronavirus, concretamente. Los cerdos modificados genéticamente no se infectan.

La edición de genes es una técnica reciente, dos de cuyas creadoras, la francesa Emmanuelle Charpentier y la estadounidense Jennifer Doudna, ganaron el premio Nobel de química hace dos años por su trabajo. Esta tecnología permite alterar la composición de un gen sin agregar nuevo ADN, lo que permite crear cepas de cultivos con nuevas características, como la resistencia a la sequía, o a determinadas enfermedades sin agregar material genético ajeno.

La edición genética permite mejorar animales y plantas

La edición genética permite mejorar animales y plantas / ihu

Existe otra tecnología genética, la modificación genética, que suele implicar en la mayor parte de los casos tomar un gen completo de una planta e insertarlo en otra, para que la receptora adquiera una determinada característica de la original, como la protección contra alguna enfermedad.

Los cultivos transgénicos, desarrollados hace unos treinta años cosecharon un fortísimo rechazo por la afirmación , infundada según los científicos, de que los alimentos resultantes, los “Frankenfoods” elaborados a partir de plantas transgénicas, eran ‘antinaturales’ y un peligro para la salud y el medio ambiente.

Todo indica que el Gobierno del Reino Unido dará ‘luz verde’ (con ciertas restricciones, seguramente) a la edición de genes, pero no ‘liberará’ la modificación genética. La norma normativa no permitirá por ello profundizar en hallazgos como el de Jonathan Jones, y su equipo que también trabajan en el Laboratorio Sainsbury, que han logrado una variedad de patata resistente al tizón. Porque lo consiguieron a través de la modificación genética.

Variedad de patata inmune al tizón

La patata que llaman PiperPlus, creada en el laboratorio, es idéntica a la denominada Maris Pipar, la más cultivada en el Reino Unido, salvo en un detalle: es resistente al tizón, que provoca estragos en la agricultura británica.

“Los agricultores tienen que rociar sus campos quince veces al año para proteger sus patatas, y sus tractores arrojan dióxido de carbono a la atmósfera y compactan el suelo en los campos, y los productos químicos que rocían pueden llegar al suministro de agua”, destacó Jones.

Los investigadores aspiran a que el Ejecutivo de Boris Johnson dé un paso más allá y permita la modificación genética, un método mucho más poderoso que la edición de genes. Proponen que las variedades de cultivos se regulen por sus propiedades, y no por el método utilizado para crearlas. Porque hay cosas que solo la modificación genética puede lograr.

“La regulación de las tecnologías genéticas debe basarse en el resultado de cualquier cambio genético en lugar del enfoque actual en la tecnología utilizada para realizar un cambio genético”, advirtió la profesora Dame Linda Partridge, vicepresidenta de la Royal Society.

Cultivo de patatas

Cultivo de patatas / Agencias

Los científicos avanzan algunos logros alcanzados gracias a la modificación genética. Por ejemplo, plantas que producen ácidos grasos omega-3, nutrientes ayudan a prevenir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, y también pueden desempeñar funciones protectoras contra el cáncer y otras afecciones. La principal fuente mundial de omega-3 es el pescado y comercializar plantas ricas en ese ácido graso ayudaría a evitar una futura escasez crítica por la disminución de las poblaciones de peces.

La necesidad de alimentar al mundo

Pero también la edición de genes ha supuesto avances espectaculares. En el Instituto Roslin, en Edimburgo, un grupo de científicos ha logrado crear con esa tecnología una raza de cerdos resistente al síndrome respiratorio y productivo porcino, una grave enfermedad mortal para la especie. El siguiente paso será usar la edición de genes para lograr ejemplares resistentes a la peste porcina africana.

Los expertos han subrayado la necesidad de realizar nuevas investigaciones sobre plantas y animales y garantizar que los nuevos productos lleguen a los campos y granjas “lo antes posible”. Sobre todo porque es probable en 2050 que la población mundial alcance los 10.000 millones y serán necesarias cepas de cultivos y razas animales resistentes a las enfermedades y a la sequía para alimentar al mundo.

Dale Sanders, director del Centro John Innes en Norfolk incidió en el “gran impacto” que la agricultura tiene en el medio ambiente. “Produce muchas más emisiones de carbono que la industria de la aviación, por ejemplo. Además, los fertilizantes están hechos de combustibles fósiles y, junto con los pesticidas, también pueden tener un efecto perjudicial importante en la ecología local. Solo la ciencia puede salvarnos de este tipo de problemas”, concluyó.

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es