Recursos hídricos

Día Mundial del Agua: el futuro está bajo tierra

Naciones Unidas subraya la necesidad de proteger los acuíferos subterráneos

Cenote en Yucatán, México.

Cenote en Yucatán, México. / pixabay

Ramón Díaz

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Agua y saneamiento para todos en 2030. Es el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 6, uno de los 17 objetivos y 169 metas propuestas por Naciones Unidas (ONU) para afrontar los principales retos de la humanidad. Cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, que persigue recordar la relevancia de este líquido esencial para la vida. Y no olvidar que aún está muy lejos ese objetivo, pues 2.200 millones de personas viven en la actualidad sin acceso a agua potable. La celebración tiene como objetivo concienciar acerca de la crisis mundial del agua y la necesidad de buscar medidas para abordarla.

Cada año se elige para el Día Mundial del Agua un foco de atención. En esta ocasión se ha puesto en las aguas subterráneas, unas aguas invisibles a los ojos humanos cuyos efectos se aprecian en todas partes. Son aguas que se encuentran bajo tierra, en los acuíferos (formaciones de rocas, arenas y gravas que contienen cantidades importantes de agua), y que, tras alimentar manantiales, ríos, lagos y humedales, se filtran a los océanos. Su principal fuente de recarga es la lluvia y la nieve que se infiltran en el suelo.

La vida no sería posible sin las aguas subterráneas. La mayoría de las zonas áridas del planeta dependen por completo de este recurso, que suministra una gran proporción del agua que utilizamos para fines de consumo, saneamiento, producción de alimentos y procesos industriales”, resalta la ONU. Asimismo, las aguas subterráneas son decisivas para el buen funcionamiento de los ecosistemas, como los humedales y los ríos.

“Es por ello que debemos protegerlas de la sobreexplotación –extraer más agua de la que se recarga con la lluvia y la nieve– y la contaminación que actualmente las acechan, ya que puede desembocar en el agotamiento de este recurso, en el encarecimiento de su tratamiento y regeneración y hasta la paralización de su uso”, alerta Naciones Unidas.

“Hacer visible lo invisible”

El organismo internacional quiere reivindicar este año el estudio, la protección y la utilización de las aguas subterráneas de forma sostenible “para sobrevivir al cambio climáticosatisfacer las necesidades de una población en constante crecimiento”.Por eso este año se ha macado como objetivo hacer “visible lo invisible”.

Las cuevas del Drach, en Mallorca.

Las cuevas del Drach, en Mallorca. / Cuevas del Drach

La ONU resalta que casi la totalidad del agua dulce en forma líquida del planeta es agua subterránea, y que alrededor del 40% de toda el agua utilizada para el riego proviene de acuíferos.

Hay datos que preocupan a los expertos. Por ejemplo, la región de Asia y el Pacífico tiene la menor disponibilidad de agua per cápita del mundo, y se prevé que el uso de las aguas subterráneas en esa región aumente un 30% de aquí a 2050.

En América del Norte y Europa, los nitratos y los pesticidas constituyen una seria amenaza para la calidad de las aguas subterráneas. De hecho, el 20% de las masas de agua subterránea de la Unión Europea (UE) incumple la legislación comunitaria en materia de calidad del agua a raíz de la contaminación agrícola.

Coincidiendo con el Día Mundial del Agua, la Unesco publicará en nombre de ONU-Agua un informe sobre el desarrollo de los recursos hídricos en el mundo En el informe sobre los recursos hídricos de la ONU del año pasado, titulado ‘El valor del agua’, se destacaba la necesidad de una mejor gestión de los recursos hídricos.

“Reconocer, medir y expresar el valor del agua, e incorporarlo en la toma de decisiones, es fundamental para lograr una gestión sostenible y equitativa de los recursos hídricos y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas”, recogía el documento.

“El valor del agua es infinito”

Naciones Unidas abogaba en el texto por “soluciones basadas en la naturaleza” y por “incorporar mucho mejor el valor del medio ambiente en la gestión de los recursos hídricos”.

Al contrario que ocurre con la mayoría de los recursos naturales, resulta extremadamente difícil determinar el “auténtico” valor del agua. Por este motivo, la importancia absoluta de este recurso vital “no queda debidamente reflejada en la atención política y la inversión financiera en muchas partes del mundo”, apunta la ONU.

Esta situación no solo provoca desigualdades en el acceso a los recursos y a los servicios hídricos, sino que también produce “un uso ineficiente e insostenible y la degradación de las reservas de agua, lo cual interfiere en la consecución de casi todos los ODS, así como en los derechos humanos básicos”, añade.

Una mujer extrae agua en un pozo subterráneo.

Una mujer extrae agua en un pozo subterráneo. / UNICEF / Raphael Pouget

“Visto desde algunas perspectivas, el valor del agua es infinito, ya que la vida no es posible sin ella y no hay nada que pueda sustituirla. Esto queda bien ejemplificado en los esfuerzos y la investigación que se han realizado para buscar agua en el espacio extraterrestre y la euforia que ha suscitado haberla encontrado en la Luna y en Marte. Es una lástima que con demasiada frecuencia se dé por descontada en la Tierra. Los riesgos de infravalorar el agua son demasiado graves para ignorarlos”, concluía el informe de la ONU.

La importancia del agua dulce queda explicada con un dato que demuestra que es un bien escaso: representa solo el 2,5% de toda el agua del planeta. Y el 69% esta en estado sólido, en los polos y en las cumbres de las montañas más altas.

Sólo el 0,007% del agua de la Tierra es potable

La Tierra contiene unos 1.386 millones de kilómetros cúbicos de agua. Ni la cantidad ni la distribución del agua en la Tierra han cambiado significativamente en los últimos 2.000 millones de años. Únicamente el 0.007% de todo el agua del planeta es potable. Y ese porcentaje desciende cada año a causa de la contaminación, alerta la Fundación Aquae.

El 30% del agua dulce del mundial, se encuentra en la humedad del suelo y en los acuíferos profundos. Y únicamente el 1% del agua dulce en el mundo discurre por las cuencas hidrográficas en forma de arroyos y ríos y se deposita en lagos, lagunas y en otros cuerpos superficiales de agua y en acuíferos.

Solo el 0.007% de las aguas dulces se encuentran disponibles a todos los usos humanos directos. De esta pequeñísima porción dependen procesos sociales vitales.

Más datos preocupantes: además de los ya citados 2.200 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura, 4.200 millones no cuentan con servicios de saneamiento seguros y otros 3.000 millones carecen de instalaciones básicas para lavarse las manos.

Cartel del Día Mundial del Agua.

Cartel del Día Mundial del Agua. / ONU

Las brechas en el acceso a fuentes de abastecimiento y saneamiento, el crecimiento demográfico, el uso intensivo, la mayor variabilidad de las precipitaciones y la contaminación son factores que se conjugan en muchos lugares transformando al agua en uno de los principales riesgos para el progreso económico, la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible.

Y, además, está el cambio climático, que se manifiesta a través del agua. Nueve de cada diez desastres naturales se relacionan con el agua. Y los riesgos climáticos relacionados con el agua se precipitan en cascada a través de sistemas alimentarios, energéticos, urbanos y ambientales, destaca el Banco Mundial.

Resumen ejecutivo del informe “El valor del agua” de la ONU: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000375750_spa