Crece la indignación en Perú por el grave vertido de petróleo de Repsol

Un juez prohíbe a los directivos de la empresa salir del país

Petróleo derramado

Petróleo derramado / Efe

J. L. Ferrer/Redacción

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El grave vertido de petróleo ocurrido en las costas peruanas desde instalaciones operadas por la compañía española Repsol está provocando un fuerte terremoto político. El Gobierno sigue mostrando su indignación con lo sucedido y las autoridades ya avisan de que la compañía petrolera puede enfrentarse a una sanción superior a los 4 millones de euros.

Un juez peruano, además, ha decretado la prohibición de salir de Perú durante 18 meses a cuatro directivos de la refinería La Pampilla, entre ellos el director ejecutivo en Repsol en el país, Jaime Fernández-Cuesta, como parte de la investigación que se sigue por su presunta responsabilidad en un delito de contaminación ambiental.

La decisión ha sido anunciada por el juez Romualdo Aguedo y también afecta al jefe del Terminal Marítimo 2 de La Pampilla, Renzo Tejada Mackenzie, y los gerentes de Repsol en Perú para Calidad de Medio Ambiente, Cecilia Posadas Jhong; y para Producción, José Reyes Ruiz.

El magistrado, del Juzgado de Investigación de la Corte de Puente Piedra-Ventanilla, aceptó una petición de la Fiscalía, que asumieron de inmediato los cuatro directivos de Repsol, cuyos abogados defendieron que han colaborado con la Justicia y no tenían intención de salir del país.

Los hechos ocurrieron que han causado esta decisión ocurrieron el 15 de este mes cuando, debido al oleaje provocado por la erupción del volcán Tonga, a miles de kilómetros, un barco petrolero vertió accidentalmente al mar 6.000 barriles de petróleo frente a Lima, causando lo que el gobierno peruano ha calificado como “el mayor desastre ambiental de los últimos años”. 50 kilómetros de costa se encuentran invadidas por la marea negra y un amplio dispositivo humano sigue limpiando sin descanso el vertido.

Presunto delito de contaminación ambiental

La decisión del juez llega después de que la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental de Lima Noroeste abriera una investigación contra los representantes de la Refinería La Pampilla, operada por Repsol, por el presunto delito de contaminación ambiental debido al derrame de petróleo que causó la mayor catástrofe medioambiental de los últimos tiempos en las costas peruanas.

Tareas de limpieza

Tareas de limpieza / Gobierno de Perú

El crudo vertido ha afectado hasta la fecha a aproximadamente a 50 kilómetros del litoral peruano, especialmente en las playas de Ventanilla, en el Callao, región aledaña a Lima, mientras que en términos de superficie ya abarca ocho kilómetros cuadrados, la mayoría de ellos en el agua, y ha alcanzado a dos reservas naturales.

El ministro del Ambiente, Rubén Ramírez, anunció la víspera que la Procuraduría (Abogacía) de su cartera evaluaba solicitar medidas cautelares contra los representantes de Repsol y precisó que “posiblemente” una de ellas sería también el impedimento de salida del país.

“Vamos a tener que actuar con mano dura, este daño es a todos los peruanos y a todo el mundo”, manifestó el ministro.

Sanción económica

Por otro lado, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), adscrito al Ministerio del Ambiente, anunció que ha iniciado un proceso para multar a Repsol, después de que la empresa incumpliera con la primera medida impuesta para limpiar el derrame de crudo.

Según precisó en una rueda de prensa la presidenta del OEFA, Miriam Alegría, la compañía española podría afrontar sanciones económicas de hasta 18 millones de soles (4,2 millones de euros).

Protestas en Perú

Protestas en Perú / Efe

Repsol ha asegurado, por su parte, que está “colaborando estrechamente” con la sociedad civil y las autoridades peruanas “para avanzar lo más rápidamente posible en la recuperación de las áreas afectadas por el derrame de petróleo”.

El derrame se produjo el sábado 15 de enero en coincidencia con la llegada a las costas peruanas del tsunami causado por la erupción volcánica submarina en Tonga, lo que provocó una inusitado aumento del nivel del mar en el momento que el buque 'Mare Doricum' descargaba casi un millón de barriles a la Refinería La Pampilla.

Esta circunstancia, ocurrida sin que hubiese en las costas peruanas alerta de tsunami, como sí había en otros países vecinos del Pacífico, provocó supuestamente la rotura de las amarras de estribor del barco y con ello una fuga en el sistema de mangueras y tuberías que conectaban el barco con la refinería para traspasar el crudo.

En un primer momento, Repsol catalogó la emergencia como un incidente menor y solo reportó a las autoridades peruanas la pérdida de 0,16 barriles (unos 25 litros), por lo que la magnitud del derrame no se conoció públicamente hasta el día siguiente, cuando el crudo comenzó a inundar las playas.

Protestas en España

Mientras tanto, activistas peruanos y miembros del movimiento ecologista en España se concentraron ayer jueves frente a la sede madrileña de Repsol en protesta por el derrame de crudo en la refinería de La Pampilla.

Los cerca de un centenar de ambientalistas integrantes de diferentes colectivos peruanos y españoles —Ecologistas en Acción, Extinction Rebellion y con Fridays for Future, entre otros— denuncian la “falta de una respuesta contundente” por parte de Repsol frente al ”ecocidio” del derrame iniciado el 15 de enero.

Vertido en la costa de Perú

Vertido en la costa de Perú / Efe

Consignas como “Repsol hazte cargo” o “la muerte no se paga”, se han escuchado frente a las oficinas de la empresa, donde los activistas, convocados por Colectiva Kunturcanqui, han exigido “una sanción” para la petrolera, a la que reclaman no solo que limpie el crudo, sino que repare también los daños ocasionados en el litoral.

"Un fenómeno imprevisible"

La multinacional española Repsol atribuyó este jueves el derrame de 6.000 barriles de petróleo al mar de Perú a «un fenómeno marítimo imprevisible» causado por la erupción volcánica en Tonga el pasado sábado.

La compañía lamentó «no haber transmitido de manera adecuada» todos los compromisos y acciones asumidas para atender el impacto del derrame, y manifestó su solidaridad con las poblaciones impactadas, así como su «especial sentimiento» por los entornos naturales y especies marinas afectadas.

Repsol insistió en su comunicado que, desde el momento del «accidente», activó su plante de contingencia, que comenzó con el cierre de las válvulas para detener el bombeo del petróleo desde el buque hasta las instalaciones de la refinería.

Luego, la compañía indicó que desplegó un equipo de buzos para determinar las posibles afectaciones al fondo submarino y extendió más 2.500 metros de barreras de contención que cubren las zonas detectadas hasta el momento.