Transporte sostenible

Así será el carguero (a vela) que transportará 7.000 coches

Un consorcio sueco espera botar la primera unidad en 2025

Recreación del buque

Recreación del buque / Oceanbird

Joan Lluís Ferrer

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¿Un buque de carga para transportar hasta 7.000 coches a través del océano… a vela? Sí, ese es el reto del proyecto Wind Powered Carrier (wPCC) que impulsa un consorcio sueco del que forma parte Wallenius Marine. Ya se están realizando las pruebas necesarias y se prevé que el primer barco surque los mares en 2025.

El diseño

Oceanbird

consiste, efectivamente, en un gran barco de carga, impulsado a vela, capaz de transportar de 6.000 a 7.000 vehículos. Pero, pese a las considerables dimensiones que requerirá para cumplir ese objetivo, podrá reducir en un 90% las emisiones contaminantes en una travesía del Atlántico, según informa su página web.

Hace ya unos años, el joven profesor aeroespacial Jakob Kuttenkeuler competía en regatas de vela y creó un programa de simulación para optimizar el rendimiento de sus veleros. Veinte años después, ese programa ha sido la base, con mejoras considerables, para calcular cómo el proyecto Oceanbird puede reducir las emisiones en un 90%.

“Las embarcaciones del concepto Oceanbird son mitad aviones, mitad barcos”, afirma Jakob Kuttenkeuler, que tiene experiencia en ambos campos.

De hecho, se está empleando una combinación de tecnologías aeronáuticas y navales para construir este buque para que pueda aprovechar al máximo el viento.

Jakob kuttenkeuler, uno de los impulsores del proyecto

Jakob kuttenkeuler, uno de los impulsores del proyecto / Oceanbird

Las velas, sin embargo, no serán convencionales, sino que la habitual lona será reemplazada por materiales rígidos, a modo de grandes paneles compuestos y alcanzarán una altura de 80 metros.

En caso de fuertes vientos, gracias a un dispositivo telescópico, la altura de estas velas puede reducirse a 50 metros.

Las dimensiones de la embarcación serán consdierables. En total, el barco tendrá 200 metros de largo, 40 metros de ancho y 100 metros de alto (velas incluidas).

Por razones de seguridad y para maniobrar mejor la nave dentro de un puerto, también se instalarán motores.

Menos velocidad, pero sin gastar combustible

La velocidad de este carguero no será muy elevada. Se calcula que la travesía del océano Atlántico tardaría unos 12 días en comparación con los 7 días que tardan ahora los buques de carga tradicionales. Sin embargo, la ventaja será una clara reducción de las emisiones, con la consiguiente reducción de gastos.

El proyecto cuenta con la participación del Real Instituto de Tecnología de Estocolmo y tiene hasta ahora una inversión de 27 millones de coronas suecas (unos 2,6 millones de euros) por parte del Gobierno como prueba de su importancia. Hace ya meses se realizó una prueba de mar con un modelo a escala para evaluar su condición estática y así mejorar su desarrollo.

Recreación del Oceanbird

Recreación del Oceanbird / Oceanbird

El transporte marítimo es uno de los grandes causantes de emisiones de gases de efecto invernadero. Para hacerse una idea, baste decir que recientes estudios han señalado que 47 cruceros contaminan diez veces más que todos los automóviles en Europa.

Oceanbird fue uno de los ganadores de los premios Wind Propulsion Innovation Awards 2021, que fue organizado por la International Windship Association (IWSA) para promover el transporte marítimo con energía eólica durante la COP26. Seleccionado por el jurado como finalista, Oceanbird se llevó la categoría del premio Wind Propulsion Products Award en votación abierta con 40.000 participantes.

Tres ecuaciones clave

La base de las simulaciones que se han llevado a cabo para diseñar el barco son básicamente tres ecuaciones de equilibrio que trabajan en armonía. Una está relacionada con el empuje: las fuerzas que hacen que la embarcación avance (las alas y, a veces, el motor) deben ser iguales a las fuerzas que lo ralentizan (la suma de los componentes de resistencia, principalmente del casco).

El segundo es la ecuación lateral. La embarcación no se desplazará directamente hacia adelante como una embarcación de carga convencional, sino ligeramente hacia el costado como cualquier otro barco de vela (esto a menudo se denomina margen de maniobra).

La tercera ecuación está relacionada con el viento, que empujará las alas por encima del agua, la ecuación de escora. “Eso fue algo que me sorprendió. Antes de hacer las simulaciones, pensé que el barco, al ser el velero más alto del mundo, escoraría mucho más y estaba preocupado por la carga y la cantidad de agua de lastre necesaria para mantener la estabilidad. Pero el casco especialmente diseñado estabiliza la embarcación, por lo que no se inclinará más de un máximo de 5 grados, incluso sin lastre. ¡Con lastre ni se notará la inclinación a bordo!".

Artículo de referencia: https://www.walleniusmarine.com/blog/sustainability/why-we-can-claim-a-90-reduction-of-emissions/