El 50% de los grandes simios perderá su hábitat en 2050 por el cambio climático

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Gorilas, chimpancés o bonobos podrían llegar a perder en 2050 entre el 50% y el 94% de sus hábitats por el cambio climático. Incluso si son capaces de desplazarse a otros hábitats más favorables, es posible que su nuevo hogar no reúna las condiciones necesarias para implantarse allí. Es la advertencia de un estudio internacional que muestra un preocupante panorama para los grandes simios africanos.

Un nuevo estudio publicado en la revista Diversity and Distributions predice una disminución masiva de las poblaciones de grandes simios africanos (gorilas, chimpancés y bonobos) debido a los impactos del cambio climático, los cambios en el uso de la tierra y el crecimiento de la población humana.

Los autores recopilaron información de la base de datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que cuenta con un repositorio que incluye una cantidad notable de información sobre los grandes simios y su estado de la población, las amenazas y la conservación de varios cientos de sitios, recopilada durante 20 años.

Se trata del primer estudio sobre la materia y cuantifica los efectos conjuntos del clima, el uso de la tierra y la presión humana sobre la población de simios africanos para el año 2050, tanto en los mejores como en los peores escenarios.

«El mejor de los casos» supondría una disminución lenta de las emisiones de carbono y la materialización de medidas de mitigación adecuadas. El «peor de los casos» supone un aumento de las emisiones sin control.

En la mejor de las situaciones, los autores predicen que los grandes simios perderán el 85 por ciento de sus hábitats, de los cuales el 50 por ciento están fuera de parques nacionales y otras áreas protegidas por la ley. En el peor de los casos, los investigadores predicen una pérdida del 94 por ciento, de la cual el 61 por ciento corresponde a áreas que no están protegidas.

¿Podrán desplazarse a sitios más elevados?

El documento, entre otras cosas, analiza si los grandes simios pueden o no dispersarse lejos de donde se encuentran actualmente y adaptarse a otros hábitats. En este sentido, las montañas son actualmente menos adecuadas que las áreas de tierras bajas para algunas especies de grandes simios.

Sin embargo, el cambio climático hará que algunas de esas tierras bajas se vayan convirtiendo en menos adecuadas (más cálidas, más secas y quizá con menos alimentos disponibles), pero las montañas cercanas adoptarán las características que esas tierras bajas tienen actualmente.

Si los grandes simios logran desplazarse desde las tierras bajas a las montañas, pueden sobrevivir e incluso aumentar su población (dependiendo de la especie y si es el mejor o el peor de los casos). Sin embargo, es posible que no puedan desplazarse lejos de las tierras bajas que ahora ocupan en el tiempo que queda hasta 2050.

Joana Carvalho, investigadora postdoctoral en la Facultad de Ciencias de la Universidad John Moores de Liverpool, autora principal del estudio, dice: «Al integrar los cambios futuros del clima y el uso de la tierra, así como los escenarios de la población humana, este estudio proporciona pruebas sólidas de interacciones sinérgicas entre factores globales que limitan la distribución de los simios africanos».

Carvalho agrega: «Es importante destacar que se espera una pérdida masiva de hábitats fuera de las áreas protegidas, lo que refleja la insuficiencia de la red actual de áreas protegidas en África para preservar hábitats adecuados para los grandes simios y conectar eficazmente sus poblaciones».

El calentamiento desplaza la vegetación cuesta arriba

Por su parte, Fiona Maisels, de la Wildlife Conservation Society (WCS), y coautora del estudio, declaró: «Dado que el cambio climático obliga a los diferentes tipos de vegetación a desplazarse esencialmente cuesta arriba, significa que todos los animales, no solo los grandes simios, que dependen de determinados tipos de hábitat, se verán obligados a moverse cuesta arriba junto con la vegetación, o se extinguirán localmente. Y cuando las colinas son bajas, muchas especies, grandes y pequeñas, no podrán subir más alto de lo que permite su baja altura, y una gran cantidad de animales y plantas simplemente desaparecerá».

Los autores argumentan que las estrategias de conservación eficaces requieren una planificación cuidadosa para cada especie, que se centre tanto en las áreas protegidas existentes como en las propuestas, cuya creación y gestión pueden ser informadas por estos modelos de adecuación del hábitat.

Además, será necesario mantener la conectividad entre los hábitats que puedan ser necesarios en el futuro para garantizar la supervivencia de los simios africanos. “Los gestores de la conservación deben integrar urgentemente la planificación del uso de la tierra y las medidas de mitigación y adaptación al cambio climático en la política gubernamental de los países del área de distribución de los grandes simios”, señalan los autores.

El estudio destaca la necesidad de una acción urgente para combatir tanto la pérdida de biodiversidad como el cambio climático si se quiere que los grandes simios continúen existiendo en el futuro.

Los gobiernos deben proteger y conservar los hábitats de los grandes simios, tanto allí donde se encuentran ahora como aquellos hacia los que deberán trasladarse.

Los resultados del estudio corroboran otras investigaciones recientes que muestran que las poblaciones de simios africanos y sus hábitats están disminuyendo drásticamente. Todos los grandes simios africanos están clasificados como en peligro (gorilas de montaña, bonobos, chimpancés de Nigeria-Camerún, chimpancés orientales y chimpancés centrales) o en peligro crítico (gorilas de Cross River, gorilas de Grauer, gorilas de las tierras bajas occidentales y chimpancés occidentales) en la lista roja de la UICN de especies amenazadas.

Hjalmar Kuehl, de iDiv en Leipzig, Alemania, y autor principal del estudio, afirmó: «Debe haber una responsabilidad global para detener el declive de los grandes simios. El consumo global de recursos naturales extraídos en los países del área de distribución de simios es un factor importante de su declive”.

“Todas las naciones que se benefician de estos recursos tienen la responsabilidad de garantizar un futuro mejor para los grandes simios, sus hábitats y las personas que viven en ellos, mediante el desarrollo de economías más sostenibles», añadió.

El estudio involucró a más de 60 coautores de organizaciones académicas y no académicas y agencias gubernamentales, incluida la Sociedad del Zoológico de Amberes, la Fundación Born Free, la Fundación Chimbo, la Sociedad de Conservación de Sierra Leona, la Fundación de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Fauna & Flora International, Frankfurt Zoological Sociedad, Jane Goodall Institute, Rio Tinto, Royal Society for the Protection of Birds, San Diego Zoo Wildlife Alliance, Sekakoh Organization, Sierra Rutile Limited, Tacugama Chimpanzee Sanctuary, The Biodiversity Consultancy, West African Primate Conservation Action, Wild Chimpanzee Foundation, Wildlife Conservation Society (WCS) y World Wide Fund for Nature.

Estudio de referencia: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/ddi.13358

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