Usar las luces antiniebla de esta manera podría salirte muy caro: esto dice la DGT

Con la llegada del invierno, la niebla vuelve a convertirse en un enemigo invisible en las carreteras españolas. Este fenómeno meteorológico, que puede reducir drásticamente la visibilidad, obliga a los conductores a extremar precauciones.

Y aunque las luces antiniebla son una herramienta esencial para mejorar la seguridad en estas condiciones, usarlas de manera incorrecta podría salirte caro. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), el mal uso de estas luces puede acarrear multas de hasta 200 euros.

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¿Por qué son tan importantes las luces antiniebla?

Diseñadas específicamente para mejorar la visibilidad en situaciones de niebla densa, lluvias torrenciales o nevadas intensas, estas luces tienen un propósito claro: ayudarte a ver y ser visto en condiciones adversas. Pero ojo, no son un accesorio que puedas encender a tu antojo. La DGT ha establecido normas estrictas sobre cuándo y cómo deben utilizarse.

Así es como se deben usar correctamente:

• Úsalas únicamente en condiciones de visibilidad reducida: niebla densa, lluvia muy intensa o nevadas fuertes.
• Su diseño proyecta la luz hacia el suelo, evitando el reflejo que podría deslumbrar tanto a ti como a otros conductores.

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¿Y las traseras? Mucho cuidado

Las luces traseras antiniebla, de color rojo intenso, tienen un uso aún más limitado, ya que solo deben encenderse cuando la visibilidad sea inferior a 20 metros debido a niebla, polvo o humo. Además, si las dejas encendidas cuando las condiciones mejoran, puedes deslumbrar a los vehículos detrás de ti y aumentar el riesgo de accidentes.

Según el experto Alfonso García ‘Motorman’, es frecuente que los conductores olviden apagar estas luces traseras cuando la niebla se disipa. Este despiste no solo puede causar confusión o deslumbramiento a otros conductores, sino que también constituye una infracción sancionable.

La multa que no querrás pagar

La DGT es clara: si usas las luces antiniebla sin justificación, te enfrentas a una multa de 200 euros. Esto incluye mantenerlas encendidas innecesariamente o utilizarlas en condiciones normales.

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Por ello, estas son algunas de las reglas de oro para evitar que te multen por las luces antiniebla y tener una conducción más segura:

• Delanteras solo en condiciones adversas: niebla moderada o densa, lluvia o nieve intensa.
• Traseras en casos extremos: únicamente si la visibilidad es casi nula.
• Apágalas cuando ya no sean necesarias: evita deslumbrar y reducir los riesgos.

¿Vale la pena el riesgo de una multa y un posible accidente? Este invierno, revisa dos veces antes de encender las luces antiniebla. Tu seguridad y la de los demás están en juego.