Hasta 500 euros por llevar este dispositivo en el coche

La tecnología ha brindado facilidades para la conducción, aunque también nuevas oportunidades para desafiar la legislación y evitar algunas multas de la Dirección General de Tráfico (DGT), que han incluido sanciones para aquellos que intentan evitar los castigos que impone el gobierno.

Una de las herramientas que algunos conductores han incluido en sus vehículos para evitar ser sancionados por exceso de velocidad son los detectores e inhibidores de radares. Y por el aumento de su uso, la DGT ha decidido endurecer su sanción en este 2023.

En el caso de los inhibidores, que anulan el funcionamiento de los radares, a los conductores les caerá una multa de 6.000 euros y hasta 6 puntos. Y ojo, porque el taller que instale un inhibidor también recibe una cuantiosa multa de hasta 30.000 euros.

Multa elevada

La pena por llevar un detector de radar en el coche es menor: una sanción de 500 euros (antes era de 200 euros) y la retirada de 3 puntos del carnet de conducir.

Por su parte, también existen los avisadores de radar. Estos últimos están incluidos en algunas aplicaciones y no recibe ninguna multa por ello. En el artículo 13.6 de la nueva Ley de Tráfico, además de añadir la prohibición de llevar un detector de radar, también se especifica que se pueden utilizar los avisadores de radar: "Quedan excluidos de esta prohibición los mecanismos de aviso que informan de la posición de los sistemas de vigilancia del tráfico". Ello es debido a que los avisadores de radar constan en una base de datos en la que aparecen los radares fijos, de tramo y semáforo, algo que también puede consultarse en el portal de la DGT. En cambio, los detectores pueden interactuar con los radares.