El número de muertos en las carreteras españolas sube por primera vez en 13 años

Accidente de tráfico en Súria.

Accidente de tráfico en Súria. / periodico

MANUEL VILASERÓ / MADRID

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Una legislatura donde la seguridad vial no ha estado entre las prioridades del Gobierno ha acabado pasando la factura que algunos expertos vaticinaban. El número muertos en las carreteras españolas ha subido en el 2016 por primera vez desde el 2003. El año se ha cerrado con 1.160 fallecidos, un 2,6% más que el ejercicio anterior. Hay que remontarse a cuatro años antes, el 2012, para encontrar un dato más negativo.

El nuevo director general de Tráfico, Gregorio Serrano, que ha presentado las cifras, apenas ha puesto paños calientes a la situación y ha anunciado dos tipos de medidas. Por un lado, un “plan urgente  contra la siniestralidad” que pondrá en marcha en el plazo de un mes y que expondrá ante la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados. Y en el plazo de tres meses, una “revisión profunda y amplia de toda la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020”, lo que incluye una reforma de la ley de Seguridad Vial, de los reglamentos de conductores, circulación y vehículos, con una atención especial al carnet por puntos.

LA SENSIBILIDAD DEL MINISTRO

Consciente de las críticas recibidas por el anterior ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, debido a su escasa sensibilidad hacia la seguridad vial, Serrano ha recalcado que las medidas fueron acordadas con el actual titular Juan Ignacio Zoido, el pasado lunes por la tarde. “Ya son ustedes conocedores de la sensibilidad personal del ministro en estas cuestiones”, ha añadido, en referencia a la fallecimiento de uno de sus hijos en un accidente de tráfico. Ocurrió en el año 2002, cuando Zoido era delegado del Gobierno en Andalucía y el fallecido tenía 18 años.

Aunque el solo anuncio de los nuevos planes ya es una enmienda a sus antecesores, Serrano no ha querido hablar de la causas del repunte.  "No voy a venir a cuestionar lo que se ha hecho hasta ahora. Hemos tenido el Gobierno en funciones durante un año. La interinidad no es buena", ha apuntado, señalando también que desde agosto las cifras han estado mejorando.

Los datos revelan, sin embargo, que los problemas no son solo del último año. Desde el 2013 la cifra estaba estancada. Ese año se registraron 1.134 muertos, en el 2014, 1.132 y en el 2015, 1.131. Coincidencia o no, el último año en el que subió la cifra de fallecidos, el 2003, fue el último de los gobiernos de José María Aznar, que tampoco se caracterizaron por prestar atención a la siniestralidad vial.

LAS DISTRACCIONES CON EL MÓVIL

De un primer análisis pormenorizado del balance del 2016 destaca que las distracciones (28%) pasan a ser la principal causa de los accidentes mortales. Ahí se esconden el creciente uso del 'smartphone' sobre el que el Servei Català de Trànsit lleva alertando más de un año. El segundo lugar lo ocupa la velocidad inadecuada (21%).

La antigüedad del parque móvil, sin apenas renovación debido a la crisis, también pasa factura. La antigüedad media de los vehículos donde viajaban las víctimas mortales era 13,6 años, mientras que en el conjunto de los vehículos implicados, de 11,9. En el mismo siniestro, un coche más nuevo, aumenta las posibilidades de supervivencia.

El cinturón hubiera podido salvar la  vida a buena parte de las 147 víctimas mortales que no lo llevaban puesto. Lo mismo que los tres menores fallecidos que viajan sin sillita.

Las carreteras convencionales fueron, una vez más, el principal escenario de las muertes. El 75% de las victimas fallecieron en ellas, frente a un 16% en las autopistas y autovías.

EL PSOE LO ACHACA A LA DESIDIA

El portavoz del PSOE en la Comisión de Seguridad Vial, Pablo Bellido, ha achacado a la "desidia" del Gobierno el aumentode la mortalidad. "No hacer nada en seguridad vial cuesta vidas, dolor y sufrimiento a las familias, y también un altísimo coste económico al país", ha criticado. "Los malísimos datos de siniestralidad demuestran que la pasión por no hacer ni actuar está llevando a España a salirse de los indicadores más positivos de la UE en materia de siniestralidad y a coger la senda del fracaso", ha añadido.