Récord de calor en Europa: la localidad italiana de Siracusa alcanza los 48,7ºC

A pocos metros de la basílica de San Pedro una mujer se echa agua en la cabeza y que sea lo que Dios quiera. El calor es tan sofocante que ni fuerzas para quejarse hay. Hasta la noche aún faltan varias horas y los movimientos han de ser mínimos y la capacidad de aguante, máxima. En el centro de Roma se viven escenas similares. Un turista que intenta refrescarse en una de las fuentes de la ciudad. Un ciclista que festeja que en el Coliseo la Protección Civil reparta botellas de agua a todo aquel que pase por ahí.

La extraordinaria ola de calor tórrido, provocada por el anticiclón subtropical africano Lucifer, ha continuado a lo largo de toda la jornada del jueves en Italia. Una situación a la que tal vez habrá que acostumbrarse puesto que los meteorólogos ya han avisado que las mismas temperaturas se mantendrán al menos hasta este fin de semana, con picos particularmente extremos el viernes. Este día, a las diez ciudades que ya se encuentran en el nivel 3 de la alerta roja (el más alto), se añadirán otras siete, entre ellas también la alpina Bolzano, que ya se encuentra en el nivel 2, según ha avisado, en su última actualización, del Ministerio de Salud italiano.

Aún así, el récord ya podría haberse alcanzado el miércoles, día en el que el Servicio Informativo Agrometeorológico (Sias) del gobierno siciliano registró los 48,8 grados en la ciudad de Siracusa. Una cifra que, de ser avalada por la Organización Meteorológica Internacional, supondría un nuevo récord en Europa tras el de Atenas de 1977, cuando la ciudad griega alcanzó los 48 grados. “Europa ya está experimentando la crisis climática, en particular Italia”, concluyeron desde el programa Copérnico, el proyecto de la Unión Europea para vigilar la tierra desde el espacio.

Más muertos

Para mayor castigo, el fuego también sigue sin dar tregua, en particular en las regiones de Calabria y Sicilia, en el sur de Italia. Allí en las últimas horas han muerto a causa del fuego otras tres personas (dos en la primera región, y una en la segunda), entre ellas un agricultor de 77 años que intentaba salvar a sus animales del fuego y un campesino que fue aplastado por su tractor al intentar apagar un incendio. Unos fallecidos que elevan a cinco el número de víctimas mortales de las llamas en menos de una semana.

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Los bomberos italianos han difundido hoy la información relativa a los incendios en 2017, año en el que también se produjo ola de fuegos forestales. El número de operaciones para apagar incendios en 2017 fue de 50.004, mientras que las efectuadas hasta el pasado 11 de agosto han sido 48.656. Con ello, en lo que va del año (ocho meses), el número de horas de vuelo de los aviones Canadair italianos desplegados para la emergencia ha llegado casi a 4.000 (en todo el 2017, fueron 6.155).

Las consecuencias a largo plazo también ya se hacen sentir. De acuerdo con el gremio de agricultores Coldiretti, el calor y la escasez de transportadores de carga han provocado la pérdida del 20% de las cosechas de tomates, mientras que en las campiñas florentinas se ha denunciado la muerte de animales por la sequía.