En el Pleno municipal

Patinetes, ruido y congestión: vecinos de Terrassa escalan sus preocupaciones en torno a la movilidad

Colectivos vecinales, comerciales, ecologistas y ciclistas exponen sus preocupaciones sobre el tráfico, el transporte público, la accesibilidad y el impacto de las futuras decisiones en el modelo de ciudad

Vecinos de Terrassa se rebelan contra un nuevo párking por "miedo" a la masificación de coches en el centro

CONTEXTO | El gobierno de Terrassa plantea un pacto por la movilidad sostenible y equitativa

Coches en Terrassa

Coches en Terrassa / ACN

Clàudia Mas

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Terrassa
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La movilidad en Terrassa (Vallès Occidental) es una de las cuestiones más debatidas y sensibles del momento. Este viernes 23 de mayo, el Ayuntamiento gobernado por TxT y Junts ha celebrado un pleno extraordinario con una particularidad destacada: ha sido, según múltiples concejales, uno de los plenos con mayor participación ciudadana de los últimos años. Diez entidades locales han intervenido a propuesta de ERC y PSC, que desde la oposición impulsaron esta sesión monográfica ante la creciente preocupación ciudadana por el modelo de ciudad.

El tráfico de paso, la contaminación, el transporte público, la red ciclable, el aparcamiento del Portal de Sant Roc o el futuro del Quart Cinturó han sido algunos de los temas puestos sobre la mesa. Las voces han sido diversas, pero todas han coincidido en señalar que es necesario revisar y ajustar las políticas de movilidad para dar respuesta a las realidades de los barrios y al conjunto de la ciudadanía.

El comercio del centro, en alerta

Uno de los mensajes más contundentes ha venido del eje comercial de Terrassa Centre. Sus representantes han advertido que el centro de la ciudad atraviesa un momento difícil. No se oponen a la movilidad sostenible, han subrayado, pero reclaman que se les escuche antes de tomar decisiones que afecten directamente al acceso y la vitalidad comercial. Desde 2019, se estima que se han perdido más de 2.300 peatones diarios de media, y el 3% de los comercios han cerrado. “El centro necesita vida, y facilitar el acceso es vital”, ha declarado su presidente, Xavier Linares.

Desde la asociación de vecinos Salvem Galileu i Arquímedes, se ha denunciado el elevado volumen de tráfico que soportan estas calles. Consideran que la situación actual no permite vivir con calidad de vida, y apuntan a la falta de planificación, la contaminación acústica y la pérdida de vecindario como problemas crecientes.

Más buses y coordinación

La Federació d’Associacions de Veïns de Terrassa (FAVT) ha pedido aumentar las reuniones con el consistorio y ha puesto sobre la mesa propuestas concretas: más líneas y frecuencias de autobús, una mejor conexión entre trenes y autobuses, y una implementación cuidadosa de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Temen que esta medida, si no se acompaña de alternativas, provoque efectos colaterales en la Ronda Ponent y la Avinguda del Vallès.

Desde el barrio de Ca n’Aurell, el más poblado de la ciudad, los vecinos han aportado cifras: en los últimos 20 años, la población ha aumentado un 15% y el número de vehículos un 13%. Sin embargo, no ha habido un crecimiento proporcional de las infraestructuras viales. Esto, señalan, está provocando congestión, contaminación y una merma en la calidad de vida. Denuncian también el tráfico de paso dentro del barrio y la velocidad excesiva de muchos vehículos, lo que consideran un riesgo para la seguridad y la convivencia.

Desde el Distrito 1 del centro, los vecinos han solicitado restringir el uso de los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), como los patinetes eléctricos, siguiendo el ejemplo de Barcelona. Alegan que estos afectan a la movilidad segura de los peatones y dificultan la convivencia en la vía pública.

El colectivo ecologista ADENC ha insistido en una línea clara: abandonar definitivamente el proyecto del Quart Cinturó (B-40), reforzar el transporte público, y priorizar las estaciones ferroviarias como eje de la movilidad urbana y metropolitana. También abogan por proteger los espacios naturales del entorno de Terrassa.

La asociación ciclista BiTer ha destacado la urgencia de actuar contra el cambio climático mediante un impulso real a la movilidad sostenible. Reclaman presupuesto y medidas concretas para ampliar la red ciclable y conectar con ciudades vecinas como Sabadell, Viladecavalls y Castellbisbal.

Movilidad y accesibilidad para todos

El colectivo Prou Barreres, que representa a personas con discapacidad, ha centrado su intervención en la necesidad urgente de mejorar la accesibilidad en la ciudad: más taxis y transporte público adaptado, aparcamientos accesibles, semáforos sonoros y reparación de aceras deterioradas. Recuerdan que hay más de 300 actuaciones pendientes en el espacio público.

Los barrios del sur de la ciudad —Guadalupe, Can Jofresa, Can Palet, Xúquer— han denunciado la falta de planificación urbanística ante el crecimiento demográfico que han vivido. Aseguran que la red viaria no puede asumir el tráfico actual y que hay una combinación problemática: población envejecida y escasa frecuencia de transporte público. La zona actúa como puerta de entrada y salida de la ciudad, lo que incrementa su exposición al tráfico sin una respuesta adecuada por parte de las administraciones.

Desde el sector comercial de Ca n’Aurell se ha apoyado la actuación prevista en el Portal de Sant Roc, pero se ha insistido en que es necesario reforzar el uso del aparcamiento en toda la ciudad. Piden planificación anticipada y que se garantice una red de parkings eficaz para evitar la pérdida de clientela.