Suceso

Libertad con cargos para los dos detenidos por agresión sexual en Terrassa

El Ayuntamiento condena los hechos y lamenta las medidas cautelares contra los presuntos agresores

Un juez investiga una presunta violación a una mujer de 37 años tras ser drogada en Terrassa

Un dispositivo de los Mossos d'Esquadra, en una imagen de archivo.

Un dispositivo de los Mossos d'Esquadra, en una imagen de archivo.

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Barcelona
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El juez ha decretado libertad con cargos para dos detenidos por una presunta agresión sexual a una mujer de 37 años en un domicilio de Terrassa. Los hechos se denunciaron el 23 de marzo. El 31 de marzo se produjo una primera detención. Se realizó una rueda de reconocimiento en el juzgado en la que la denunciante identificó al hombre.

Paralelamente, un informe forense no aclaró si hubo agresión. Con estas pruebas, el juez decretó libertad con cargos, con retirada de pasaporte y una orden de alejamiento de 500 metros.

El 5 de abril, los juzgados recibieron al segundo detenido, que también ha quedado en libertad provisional, pero sin medidas de protección para la víctima. A principios de abril, la mujer presentó una segunda denuncia por una llamada telefónica, presuntamente del primer agresor.

Cronología del suceso

Tras la denuncia del 23 de marzo, al día siguiente, el Juzgado de Instrucción número 3 de Terrassa, en funciones de guardia, recibió el aviso de que una mujer podría haber sido agredida sexualmente. El magistrado abrió diligencias y ordenó al centro médico que realizara la exploración correspondiente a la presunta víctima y recogiera muestras.

El 29 de marzo, el Juzgado de Instrucción número 4 de Terrassa, también en funciones de guardia, recibió un atestado de los Mossos d’Esquadra en relación con la supuesta agresión sexual, y el magistrado acordó la declaración de la denunciante y de dos testigos. En ese momento, no había ningún detenido.

El 31 de marzo compareció ante el juzgado de guardia un detenido relacionado con esta denuncia. El magistrado, que no disponía de ningún informe médico ni más información que la declaración de la denunciante y los testigos, acordó una orden de protección para la denunciante y estableció una orden de alejamiento de 500 metros, además de la prohibición de comunicación, comparecencias semanales, retirada del pasaporte y prohibición de salir del territorio para el detenido.

El 5 de abril, el Juzgado de Instrucción número 1 de Terrassa, en funciones de guardia, recibió al segundo detenido en relación con la presunta agresión sexual. La magistrada, ante la existencia de “indicios contradictorios”, según informa el TSJC, acordó la libertad provisional del acusado, que deberá comparecer ante el juzgado siempre que sea requerido. Compartiendo el criterio del ministerio fiscal, no acordó la orden de protección solicitada.

Paralelamente, a principios de abril, la mujer denunció haber recibido una llamada, supuestamente del primer acusado, desde un número oculto. El juzgado abrió diligencias y solicitó a la compañía telefónica la identificación del número desde el que se realizó la llamada y a quién pertenece. De momento, aún no se ha recibido respuesta, según indica el TSJC.

Condena y lamento

El Ayuntamiento ha condenado la presunta agresión y ha lamentado las medidas cautelares a través de un comunicado en el que el equipo de gobierno considera que “una vez más, las medidas judiciales tomadas ante la gravedad de los hechos no han protegido suficientemente a la víctima, vulnerando su derecho a la seguridad”.

Asimismo, el Ayuntamiento ha anunciado que realizará un estudio sobre “resoluciones que desprotegen a las víctimas de agresiones sexuales” para detectar “cuáles son sus causas y poder hacer frente a estas situaciones de vulnerabilidad y exposición”.

Finalmente, el consistorio ha expresado una condena “rotunda” ante la presunta agresión, que “pone de manifiesto una realidad que recogen los datos de los Mossos d’Esquadra”, según los cuales, con datos de 2023, el 60 % de las víctimas de violencia sexual son agredidas por personas conocidas, en su mayoría por la pareja o expareja, y que el 50 % de las agresiones tienen lugar en un entorno conocido, como la casa del agresor o de la víctima.