El instituto Torres del Palau de Terrassa utiliza el móvil como herramienta pedagógica

Utilizar el teléfono móvil como herramienta pedagógica en las aulas ayuda a que los estudiantes estén “más motivado” y les enseña a hacer un uso “más responsable” de las nuevas tecnologías. Así lo asegura el director del INS Torre del Palau de Terrassa, Evaristo González, que recuerda que este centro hace más de 24 años que decidió apostar por las TIC como instrumento de aprendizaje.

En este instituto cada alumno dispone de un ordenador portátil y los formatos digitales tienen un peso relevante en el proceso informativo. “Tenemos libros digitales, pero esto no quiere decir que en un momento dado utilicemos un apoyo en papel o que los jóvenes puedan leer un libro corriente”, indica.

En este contexto, los teléfonos móviles se utilizan en las aulas como una herramienta pedagógica más con “finalidades concretas”. Un ejemplo es el proyecto para desarrollar nuevas aplicaciones para móviles en el marco del programa ‘mSchool’ de la Generalitat u otros ámbitos como la robótica.

Así mismo, también las utilizan para otras asignaturas troncales como las lenguas. “En clase de inglés utilizamos el móvil para grabar conversaciones y hacer videos”, explica Sergi Folch, estudiante de 4º de ESO que indica que utilizar el móvil ayuda.

El joven reconoce que “puede llegar a distraer un poco”, pero advierte que hace falta discernir entre el uso lúdico y el educativo. “Tienes que ser tú el que decida para que lo usa en clase, si no haces caso al profesor te perjudicas y no aprendes”, asegura.

En esta línea se expresa el director del centro, que remarca que utilizar este dispositivo en clave pedagógica ayuda a los jóvenes a “ver otro mundo en el móvil y a aprender a tomar responsabilidades de lo que consultan y de lo que comparten”.

Al mismo tiempo comenta que con herramientas como los móviles, los estudiantes están “más motivados”, pero advierte que la figura del docente sigue siendo esencial. “La tecnología no es la que enseña, hacen falta programas educativos que introduzcan estos elementos”, comenta.

Alumnos con menos dependencia

El responsable del INS Torre del Palau también remarca que estas prácticas no incrementan la dependencia de los estudiantes hacia los aparatos móviles. “No es que haya un efecto disuasorio, pero como mínimo centramos el teléfono en la herramienta que es”, apunta González.

Reconoce que esta forma de funcionar genera sorpresa entre los estudiantes de primero de ESO que entran nuevos en el instituto. “Puede ser que el primer mes hagan más uso, pero después pasan a verlo como una cosa natural y cuando salen al patio juegan a pelota o van a leer a la biblioteca”, comenta.

Añade que la presencia de teléfonos en las aulas y el colegio no genera ningún conflicto añadido y que en lo que va de curso solo han tenido que retirarles el móvil a dos jóvenes que no cumplían con las normas del centro.

Por todo ello, el docente se muestra partidario que cada colegio sea autónomo para regular el uso que hacen de estos aparatos “con responsabilidad y sin prohibirlos” porque la finalidad es que los jóvenes “aprendan al ritmo de los tiempos actuales”.

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