Tenis

Djokovic pasa a la final de Roland Garros ante un Alcaraz que acaba cojo

El tenista serbio derrota al murciano, que se lesionó con un marcador igualado (6-3, 5-7 , 1-1)

Djokovic celebra un punto ante Alcaraz con euforia.

Djokovic celebra un punto ante Alcaraz con euforia. / ATP

Jaume Pujol-Galceran

Jaume Pujol-Galceran

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Golpe de efecto inesperado. El partido del año. La final adelantada de Roland Garros tuvo el final menos esperado. Novak Djokovic peleará por el título al imponerse a Carlos Alcaraz por 6-3, 5-7, 6-1 y 6-1. Nadie puede saber qué hubiera pasado si la lesión del tenista murciano no hubiese roto un partido espectacular y emocionante hasta ese momento. Djokovic estará de nuevo en la final este domingo. La séptima y, de momento, dos títulos (2016 y 2021).

"Lo siento por Carlos. Es un jugador increíble. El partido había sido duro en los dos primeros sets, después cambió todo. Seguro que volverá y ganará este torneo", dijo el tenista serbio en la pista. Sabe que aún le queda un último paso. "Esto no se ha acabado. Queda otro partido pero estoy feliz de volver a jugar otra final. Espero dar lo mejor de mí nivel este domingo y ganar el título".

El partido se rompió con 6-3, 5-7 y 1-1 en el marcador, cuando Alcaraz sufrió una lesión en su pierna izquierda después de una carrera. Se quedó parado, clavado, sobre la pista, sin moverse y pidió atención médica inmediata. Su decisión le costó perder el juego porque según el reglamento no se puede pedir atención hasta cambiar de campo. El público abucheó a la juez de silla. Alcaraz se marchó cojeando a su silla.

Desesperación hacia Ferrero

No sabía si retirarse. "Lo sé, Juanki. Pero es muy pronto para retirarme. Voy a hacer un último intento. Es aquí, aquí, aquí y aquí.", les señalaba la parte de arriba de su gemelo y después la pierna. "¡Es increíble, no puede ser, no puede ser!" , decía a Juan Carlos Ferrero y todo el equipo. Decidió continuar, pero ya nada fue igual. Djokovic se apuntó el set rompiendo el servicio del tenista murciano en tres ocasiones. Alcaraz no podía responder.

El actual número 1 se marchó a los vestuarios para que le tratara el fisio. Alcaraz volvió a la pista pero ya nada era igual. La batalla librada en los dos primeros sets no se volvió a ver. El tenista murciano devolvía alguna bola pero era incapaz de correr tras ellas, como había hecho cuando su cuerpo estaba al máximo de revoluciones y empezaba a amenazar con la victoria.

Abucheos del público

Djokovic intentaba evadirse, seguir jugando, pero el público le abucheaba en cada ocasión que hacía correr a Alcaraz. Pero después también animaba al serbio cuando ganaba sus puntos. El tenis había desaparecido de la pista. El espectáculo estaba roto y bastantes aficionados abandonaban sus asientos.

Alcaraz aguantaba en la pista sin demasiada explicación. Djokovic no dejó escapar su ocasión. No cedió ni un solo juego, aunque sus celebraciones por algún punto que ganaba, no estaban acordes con el momento, ni la situación. Le costó el abucheo de los espectadores que seguían en la Philippe Chatrier y que animaba a Alcaraz, cada vez que conseguía un punto y cuando ganó un juego, el único desde su lesión.

Ruud, último escollo

Djokovic se ganó la oportunidad de conquistar su tercer Roland Garros y el ansiado 23 Grand Slam, para romper el récord de 22 que comparte con Rafael Nadal, ausente por lesión. Le queda un último paso, pero superó al rival más duro que podía impedírselo.

El domingo le espera en la pista central el noruego Casper Ruud, que superó con claridad en la segunda semifinal al alemán Alexander Zverev en dos horas y nueve minutos (6-3, 6-4, 6-0).