Tenis

Swiatek y Jabeur se citan en la final femenina del Abierto de EEUU

La polaca y número uno es la única barrera para que la tunecina haga historia para el tenis árabe

Arantxa Sánchez Vicario está apoyando a la número dos y finalista de Wimbledon, “la ministra de la felicidad”

Swiatek.

Swiatek. / EP

Idoya Noain

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No hay en este momento dos tenistas mejores que Iga Swiatek, la número uno del mundo, que en junio conquistó su segundo Roland Garros y ha sumado seis títulos esta temporada, y la tunecina Ons Jabeur, finalista en Wimbledon y número dos, del ránking y en victorias (44). Tampoco las ha habido en el Abierto de Estados Unidos y son ellas las que se han hecho el camino hasta la final del último grande del año, que en una edición que se abrió centrada en la despedida de su reina, Serena Williams, este sábado está garantizada la coronación de una nueva campeona.

La intensidad del duelo (22.00 horas en Eurosport) está garantizada. Las cuatro veces previas que se han encontrado (dos en pista dura, una en tierra batida y otra en hierba) se han repartido victorias y derrotas. Y ambas saben que se avecina una “gran batalla”, física y ajustada. Y también mental.

Es un duelo que puede asentar el reinado de la polaca y extenderlo de la tierra batida a las pistas duras. Y atrás han quedado sus quejas por la controvertida decisión de utilizar en el torneo femenino pelotas más ligeras y difíciles de controlar que las de los hombres. Porque siguen sin gustarle a la tenista de 21 años, pero se ha adecuado al estilo de juego que le imponen, como demostró en una semifinal en la que, remontando un set en contra y un 2-4 en el último parcial, dejó a la bielorrusa Aryna Sabalenka otra vez a las puertas de su primera final de un grande.

Jabeur, un continente

Para Jabeur, que en solo 66 minutos frenó en su semifinal en seco con un contundente 6-1 y 6-3 la racha de la francesa Caroline García, esta es la oportunidad de culminar a sus 28 años una meta que tiene marcada desde hace tiempo y con la que se asoma a una historia que va más allá del triunfo personal. Porque si alza el trofeo la tenista, apodada en su país, “la ministra de la felicidad”, y que en este Abierto ha estado apoyándose en consejos de Arantxa Sánchez Vicario, a la que se ve estos días en su box, será la primera jugadora tunecina, africana y árabe que consigue un grande. Y es una motivación extra. “No juego solo por mí, juego por mi país”, ha dicho.

"Soy muy fan de Arantxa", ha explicado también sobre su relación con la tenista española. "Tenemos el mismo estilo de juego y es increíble escuchar su consejo. Me ha dado unas cuantas pistas que realmente me han ayudado, especialmente con mi servicio y mis golpes cortados. Conectamos rápido porque jugamos parecido y también tenemos la misma sensación cuando jugamos con alguien que ataca muy rápido o cambia el ritmo. Por eso me gusta escucharle", ha dicho. "Sé lo que sintió en la pista como jugadora y eso me ayuda realmente ahora".