TENIS

Alcaraz se cita con Tiafoe para seguir haciendo historia en semifinales del Abierto de EEUU

Tras su épico y titánico esfuerzo ante Sinner, ya en los anales del deporte, entra en su primera semifinal de un grande

El estadounidense alcanza a los 24 años su mejor nivel y consuma las esperanzas de relevo frustradas desde Roddick

Alcaraz alcanza las semifinales del Abierto de Estados Unidos

Alcaraz alcanza las semifinales del Abierto de Estados Unidos / MATTHEW STOCKMAN / AFP

Idoya Noain

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Este Abierto de Estados Unidos era hasta ahora uno marcado por la despedida de Serena Williams del tenis. La campeona eligió no hablar de retirada sino de “evolución”. Y quizá, seguramente, sea la palabra del año en Nueva York, especialmente después de ver los cuartos de final entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, un partido espectacular, épico, brutal y vibrante donde se sintió la historia gestándose en Nueva York y donde, escribiendo los dos tenistas sus nombres con mayúsculas, el que lo hizo con letras de oro fue el español.

Tras un partido titánico en el que para llegar al 6-3, 6-7 (9-7), 6-7 (7-0), 7-5 y 6-3 hicieron falta cinco horas y cuarto (que lo convierten en el segundo más largo disputado nunca en Flushing Meadows y el que más tarde acabó en la historia del torneo neoyorquino, cerca de las tres de la madrugada), Alcaraz alcanzaba a los 19 años sus primeras semifinales de un grande, donde este viernes se mide al estadounidense Frances Tiafoe. El partido empezará a la 1 de la madrugada española, siempre y cuando no se alargue en exceso la primera semifinal que enfrenta a Karen Khachanov y Casper Ruud (puede verse en Eurosport).

Nadie tan joven había conseguido alcanzar una semifinal en un Grand Slam desde que Rafael Nadal llegó a las de Roland Garros en 2005, y en Nueva York desde que lo hiciera Pete Sampras en 1990. Y mantiene ahora vivas las esperanzas de Alcaraz, número 3 del mundo, conquistador de cuatro títulos este año y ganador de más partidos que nadie en este curso (49), de seguir haciendo historia. Porque si el de El Palmar llega a la final puede conquistar no solo su primer grande, sino también convertirse en el más joven número 1 nunca (gane o pierda si su rival en esa final no fuera Casper Ruud, solo si gana si se mide al noruego).

"Esto es la evolución del deporte"

La historia, en cualquier caso, ya está hecha. Era imposible no verlo en la pista Arthur Ashe, escenario de un partido que Alcaraz sabe por ahora “el mejor” de su carrera y que ya se ha colocado en los anales de los mejores vividos nunca en Nueva York. Y cuando John McEnroe sentenció: “Esto es la evolución del deporte”, verbalizó lo innegable.

Alcaraz ya no es futuro. Es presente. Su rivalidad con Sinner, que le había ganado en dos de sus tres encuentros anteriores, incluyendo este año en Wimbledon y en Umag, se ha elevado hasta el mismo nivel que durante años ha movido al trío que ha marcado en tres lustros la era de oro del tenis. Y Alcaraz lo sabe. “Mientras estén Rafa, (Novak) Djokovic y (Roger) Federer serán los mejores y su rivalidad siempre será la primera, pero hoy hemos demostrado que somos el presente y que tenemos una larga carrera por delante. Vamos a enfrentarnos muchas veces y vamos a demostrar nuestro nivel”, decía.

Tiafoe, un rival físico y emocional

Estaba agotado pero exultante. Y en los primeros momentos, “con las emociones a flor de piel”, solo quería “disfrutar” de lo vivido, un partido en el que él y su rival mostraron “un nivel increíble, espectacular, con alta capacidad de concentración”. Y ya habría tiempo, este jueves, de dedicarse a pensar y prepararse para el siguiente reto inminente, uno que Alcaraz sabe que “va a ser realmente duro”: Frances Tiafoe, el verdugo de Nadal en este Abierto, que se deshizo en solo tres sets de Andrey Rublev para alcanzar también su primera semifinal de un grande.

El estadounidense es dueño de una historia personal de esas que conmueve: hijo de inmigrantes de Sierra Leona, se forjó en el tenis en el club donde su padre trabajaba como empleado de mantenimiento. Allí Constant convirtió un cuarto en hogar para Frances y su hermano gemelo mientras la madre asumía dos trabajos como enfermera y trataba de mantener alejados a sus hijos de los riesgos y peligros de un barrio empobrecido de Maryland.

Tras años gestándose como promesa y esperanza para un país huérfano de líderes desde que colgó la raqueta Andy Roddick, Tiafoe está finalmente a los 24 años desplegando su mejor tenis. Y jugará dividiendo al público entre el apoyo incondicional a los representantes locales con la pasión que los espectadores neoyorquinos muestran por Alcaraz.

Tiafoe juega con la ventaja de haber visto cumplido su deseo, expresado con una sonrisa pícara, de que el murciano y Sinner se midieran en “un maratón, un partido superlargo que les agote”. Llegará también con el marcador histórico frente a Alcaraz inclinado a su favor tras un solo encuentro que que el estadounidense se apuntó en primera ronda del torneo de Godó el año pasado. Pero no debería confiarse. Alcaraz demostró ante Sinner que su potencial no conoce los límites.

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