El rey de la tierra batida

Entrevista a Rafa Nadal: “No tengo miedo a la vida fuera del tenis”

El campeón de Roland Garros conversa con El Periódico tras su 14º título en París y su 22º Grand Slam y explica el tratamiento con el que intentará superar su dolor crónico en el pie

Rafa Nadal

Rafa Nadal / Benoit Tessier / Reuters

Jaume Pujol-Galceran

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Rafael Nadal aparece feliz y sonriente en la majestuosa sala Opera del Hotel Intercontinental Le Gran de Paris donde se ha alojado estas semanas. Cojea visiblemente. La anestesia en su pie ya no hace efecto. Está acostumbrado al dolor desde hace tiempo. Se sienta en una butaca, con la zapatilla izquierda desabrochada, por la inflamación del pie. Preparado para el día después habitual de un triunfo en Roland Garros. El 14 veces campeón antes había estado en el puente Alexander III de París haciendo la tradicional foto con la Copa de los Mosqueteros con la imagen, detrás de él, de la Cúpula Dorada del edificio de Los Inválidos donde está la tumba de Napoleón Bonaparte. La noche anterior celebró su victoria en el mismo hotel con una cena privada de unas 80 personas, entre familiares, amigos, como Pau Gasol que viajó con su mujer a ver la final, todo su equipo y sus patrocinadores.

 Vestido con una camiseta de manga corta blanca y tejanos, sentado en una silla cómoda y clásica, bajo el impresionante techo acristalado de la habitación oval construida en 1862 y dónde Víctor Hugo celebraba fiestas y recepciones, el tenista atiende a los enviados especiales de la prensa española. “¿No es raro yo sentado y vosotros de pie?", pregunta.

 ¿Cómo está su pie? Si no lo grabáis, os lo enseño después sin problemas encantado, aunque no os gustaría.

 ¿Ha pasado bien la noche? No, porque me dolía el pie. Es así cuando se me despierta después de dos semanas y media tomando muchísimos antiinflamatorios y analgésicos, prácticamente cada seis horas. No quedaba otra opción aunque no puedo tomar eso in eternum.

¿Cuánto dura la anestesia? Depende, no es matemático, pero unas siete y ocho horitas.

Nadal posa en el  puente Alexander III de París con su trofeo de campeón de Roland Garros y, de fondo, la imagen de la Torre Eiffel 

Nadal posa en el puente Alexander III de París con su trofeo de campeón de Roland Garros y, de fondo, la imagen de la Torre Eiffel  / Christophe Petit / Efe

 ¿Es doloroso el pinchazo? Agradable no es. Duele que te pinchen con una aguja, no te voy a engañar. El pinchazo duele lo que duele que te pinchen con una aguja. Pero es soportable, de lo contrario no lo haría. Lo hacíamos 20 minutos antes de salir a la pista cada día.

 En la pista ha aguantado físicamente Si, al margen de eso, físicamente, la verdad es que estoy muy bien. No os voy a engañar, he estado muy bien las dos semanas.

“Ganar 14 Roland Garros es difícil pero no imposible, no soy un superelegido”

 ¿El premio de ganar Roland Garros ha valido la pena? A nivel tenístico tiene un valor importante y a nivel mental es una gran satisfacción personal, eso es lo que más valoro. Especialmente después de vivir lo que viví en Indian Wells con una costilla rota y en Roma que me quedé cojo y después pase muchos días sin entrenarme.

 ¿Temió no poder jugar en París? Sabía que iba a poder jugar porque con el pie dormido se puede jugar. Pero tener la capacidad de dejar todo esto a un lado y ser capaz de centrarme en el tenis y jugar al nivel quiere decir que mentalmente he estado totalmente preparado para asumir el reto.

¿Se puede jugar sin sensibilidad en el pie? Tienes el control del pie, lo que pasa es que no tienes ninguna sensibilidad. La sensación es peor, es una realidad. Para que nos entendamos, a mí me duermen el nervio sensitivo porque si te duermen el motor, ya no puedes mover el pie. En la final se me durmieron los dedos también. Con el tobillo tienes el control, menos si está dormido, pero de alguna manera lo necesario para poder competir. Pasas de jugar cojo a jugar sin dolor. Fui capaz de ganar el torneo porque pude moverme y pude correr, es la realidad. 

 ¿Cómo son los dolores fuera de la pista? No hay mañana sin dolor. Hay que ser realistas, el año pasado después de perder contra Djokovic estuve dos semanas y media cojo. Cuando dejas de jugar las primeras semanas son malas pero en mi vida diaria no es un problema. Llega un momento dado que me deja de doler. Me molesta, pero no es un dolor como el que siento cuando estoy entrenando.

¿Cuál es el objetivo del próximo tratamiento? Van a hacerme una radiofrecuencia pulsátil en el nervio para intentar conseguir la sensación que tengo cuando juego con el pie dormido que es mantenerla de una manera permanente. Con eso, si funciona se va a quitar un poco la sensibilidad de la parte de encima del pie, pero hay una cosa buena: con los bloqueos a distancia se ha demostrado que puedo jugar. Si funciona, me quitará esa sensación de dolor de manera permanente, y aunque no se soluciona el problema, sí el seguir jugando.

Ya lleva 14 Roland Garros ¿Quién podrá superarle? Parece difícil, pero imposible no es. Sí lo he hecho yo, supongo que se podrá repetir. No voy a ser yo un superelegido. Es evidente que se tienen que dar muchas circunstancias, como en mi caso, se han dado. Esto es evidente.

“Ganar el Grand Slam es una locura, me conformo con poder jugar los cuatro”

Ha ganado Australia y Roland Garros. ¿Piensa en el Grand Slam? Es una locura aún estando perfectos. Es algo que nadie lo ha hecho desde Rod Laver. El que estuvo más cerca fue Novak el año pasado. Ni me lo planteo. Más que ganar el Grand Slam firmaría poder jugar los cuatro torneos.

Ha sido el último campeón más joven de Roland Garros y ahora es el más veterano ¿Qué le dice? Primero que han pasado muchos años y lo segundo que lo he conseguido contra todo pronóstico, el primero el mío. Pensaba que no tendría una carrera tan larga...

Siempre con el mismo equipo. El de toda la vida, a excepción de Toni (su tío) que se fue pero hablo con él a diario y tengo una relación lo primero personal, más allá de cualquier otra cosa, pero también tenística a la hora de hablar de tenis. Mi base es siempre la misma aunque no fuera mi equipo eran íntimos amigos míos. Es un equipo grande. Al final necesito más gente que vaya cubriendo todas las cosas. A estas alturas de mi carrera tener a Marc me ayuda, a nivel de entrenador, pero también a nivel de entrenamientos. Tiene un gran nivel tenístico y a nivel de entrenar cosas específicas que muchas veces es lo que necesito y es lo único que puedo hacer, tener a alguien como él me ayuda.

Nadal, en su hotel de París, poco antes de la entrevista con El Periódico

Nadal, en su hotel de París, poco antes de la entrevista con El Periódico / Benoit Tessier/ AFP

¿Jugará Wimbledon? Adoro ese torneo. Me encanta jugarlo pero dependerá si mi cuerpo está en condiciones. Pero ahora no tengo una respuesta clara, la verdad. Wimbledon siempre ha sido una prioridad en mí calendario pero no voy a jugarlo si necesito anestesiar mi pie de nuevo. Si puedo hacerlo solo con antiinflamatorios, sí.

¿Desde su primer Roland Garros, cuánto ha cambiado el tenis? Todo cambia en esta vida. Se juega de una manera más rápida y no tenemos que adaptar a las cosas. Antes se jugaba a un tenis más clásico sobre pista de tierra, un tenis más como el de Casper Ruud, y a día de hoy quedan menos jugando a este tipo de tenis. Incluso yo no lo juego ya la mayoría de veces.

 ¿Qué ha cambiado usted? Este año cambié el peso de mi raqueta, cambié el cordaje. Estaba jugando con 1.35 y ahora juego con 1.30. Puse más plomo en la cabeza para conseguir un poquito más de potencia y algo fuera de lo común es que cambié a la raqueta antigua dos días antes de empezar este torneo para jugar en tierra. Sentía que no tenía el control suficiente para jugar en esta superficie. Dos días ante de empezar este torneo, gracias a Babolat que hizo el esfuerzo de prepararme las raquetas en una tarde y me las trajeron. Y a partir de ahí mis sensaciones de control mejoraron.

"Para quitarme el dolor definitivo tienen que fijarme el pie y entonces no podré seguir jugando al tenis"

 ¿Cómo se imagina la vida fuera del tenis? Igual que la he vivido durante bastantes veces en mi carrera tras no competir por tema de lesiones. Yo siempre he sido feliz fuera del tenis. No es algo que me quite el sueño ni que tenga ningún miedo a mi vida después del tenis. A nivel físico tengo lo que tengo. Creo que a nivel del pie sí quiero me voy a poder quitar el dolor de una manera bastante definitiva. Lo que pasa es que para quitarme el dolor me tengo que someter a una operación que consiste en fijarme el pie y si me fijo el pie no podré seguir jugando al tenis, pero eso habrá que verlo más adelante si el tratamiento no funciona.

¿El parchís es una buena terapia? El parchís tiene una cosa que te pasa una hora y media, dos horas sin darte cuenta y también es una manera de soltar las maquinitas. No estás todo el rato con el móvil. Para mí es algo positivo también el algún momento dado, estás con el equipo, jugando, sin estar pendiente del móvil antes de los partidos o cuando estás en un aeropuerto entre horas. Es una mera distracción y es una competición que tenemos entre nosotros y que nos reímos. Tenemos un ranking anual.

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