El Grand Slam de la tierra

Nadal, con épica; Djokovic, sin problemas y Alcaraz, lanzado siguen en la batalla por ganar Roland Garros

El 13 veces campeón venció a Auger Aliassime tras una batalla de 5 sets y más de cuatro horas, mientras Djokovic y Alcaraz impusieron en tres sets a Schwartzman y Khachanov

Rafa Nadal.

Rafa Nadal. / AFP

Jaume Pujol-Galceran

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«La victoria pertenece a los más tenaces», se lee en inglés y francés en las gradas de la la remozada Philippe Chatrier. Y si alguien ha sido más tenaz en ese escenario, desde que ganó su primer título en Roland Garros en 2005, se llama Rafael Nadal. El mismo al que este domingo 14.800 aficionados que acabaron coreando su nombre, asombrados por una nueva gesta de este campeón incombustible que después de 4 horas y 21 minutos se impuso al canadiense Felix Auger-Aliassime por 3-6, 6-3, 6-2, 3-6 y 6-3.

Puño cerrado. Brazos al cielo y felicidad en su rostro para celebrar otra victoria, la 109 en esa central que es su segunda casa. Para para seguir vivo en la lucha por el título. Para afrontar el gran desafío. La anunciada batalla ante Novak Djokovic que le espera, este martes, bajo los focos de la Philippe Chatrier, después de haber ganado con más facilidad al argentino Diego Schwartzman (6-1, 6-3, 6-3). Pero eso será otra historia. «Mañana empezaré a pensar en Djokovic. Ahora soy muy feliz por una victoria muy importante para mí», le decía a Àlex Corretja, en la misma pista orgulloso y feliz.

Un mal inicio

Y no empezó bien el partido. Auger-Aliassime se lo apuntó con inesperada facilidad y sin el consejo de su mentor Toni Nadal, sentado en el palco presidencial, invitado por el extenista Gilles Moretton, presidente de la federación francesa. El canadiense tenía claro lo que hacer.  

Nadal estaba intranquilo, sin energía, en un día nublado, ambiente frío (16 grados), sobre una pista lenta y húmeda que no es la mejor para mover la bola como le gusta.

"Había que cambiar de actitud», reconoció. Y lo hizo. Empezó a jugar más agresivo, a cometer menos errores y así sorprendió a Auger-Aliassime que, casi sin enterarse, se vio superado en los dos siguientes sets en los que solo pudo apuntar cinco juegos. El canadiense reaccionó para salvar la situación y ganar el cuarto set. No podía imaginar que le esperaba. Toni Nadal ya había abandonado el palco. No quiso ver más. "Félix es Félix, pero mi sobrino es mi sobrino. Quería que ganase Nadal. Para nosotros este torneo siempre es muy especial", dijo el tío del campeón.

Mientras el Rolex de la central marcaba las 2 horas y 35 minutos. Alarma para el maltrecho pie de Nadal, aunque el exnúmero 1 mundial negó después que tuviera problemas. “No estoy tocado físicamente, a nivel muscular y cansancio estoy bien. El pie todos sabemos lo que hay ya no es momento de hablar de eso”, insistió.

Y lo demostró en la pista a pesar de que Auger-Aliassime le forzó al quinto set. Nadal no estaba dispuesto a tirar la toalla. Se defendió. Persiguió cada bola. Creyó hasta el último momento para buscar la victoria para seguir un día más en la oficina, sin pensar demasiado en el desgaste del esfuerzo que le espera ante Novak Djokovic, mañana.

El número 1 y actual campeón se pudo ir al hotel tranquilo. En 2 horas y 15 minutos se deshizo de Schwartman. Otra victoria en tres sets, la cuarta seguida. Contundente y sin problemas, preparado afrontar el torneo de verdad, la gran batalla por la conquista de París. 

«Es lo que hay»

A Djokovic le espera un tal Nadal. Palabras mayores. Un rival que le ha ganado 7 veces de 9 enfrentamientos en Roland Garros y 19 de 27 sobre tierra. A pesar de esas estadísticas Nadal es consciente de que no llega en la mejor situación. «Es lo que hay”, decía. “No será una situación fácil. Djokovic exige mucho. Es más favorito, pero yo estoy feliz de poder jugar este partido, que no se si puede ser el último en Roland Garros. Estoy preparado para luchar y creer en mí para encontrar el mejor nivel y tener opciones reales”, decía.

Djokovic evitaba sentirse favorito. «Jugar contra Rafa en Roland Garros es siempre una batalla física, junto con todo lo demás. Es un gran desafío. Probablemente, el más grande que puedas tener aquí en Roland Garros», valoraba Djokovic, el único que ha ganado en dos ocasiones a Nadal en París (2015 y 2021). 

También confirmó su condición de favorito y sus opciones reales para luchar por el título Carlos Alcaraz con otra exhibición nocturna de tenis. El tenista murciano se impuso por 6-1, 6-4 y 6-4. Solo 2 hora y 14 minutos necesitó para deshacerse del tenista ruso. 

Batalla por el horario

Tras la victoria en la pista de Alcaraz el tenista murciano tendrá otra con la organización del torneo. Zverev, su próximo rival, comentó que se temía que iba a jugar en la jornada nocturna aunque inicialmente estaba previsto que lo hicieran Nadal y Djokovic. El 13 veces campeón del torneo ya adelantó que no le gustaba esa opción. "Conozco Roland Garros de día" y aún fue más contundente. "No me gustaría jugar mi último partido en Roland Garros de noche", dijo recordando que por sus problemas físicos no sabe cuál será su futuro, ni si volverá a París un año más.

"No me gustaría jugar mi último Roland Garros de noche"

— Rafael Nadal

La posibilidad de un cambio no agradó a Alcaraz. "No me parecería justo volver a jugar de noche. Yo ya lo he hecho dos veces y una tercera no me gustaría", valoró tras su contundente victoria ante Khachanov.

El tenista murciano se mostró contento por el nivel de su juego y preparado para jugar contra "el mejor Zverev". El tenista alemán sufrió más de lo que podía suponer ante el sorprendente Bernabé Zapata al que derrotó por 7-6 (13-11), 7-5 y 6-3, en un partido tremendamente igualado en los dos primeros sets en los que Zapata tuvo tres puntos de set en el ‘tie break’ y mantuvo el pulso en la segunda manga.

 Las fuerzas ya no eran las mismas. llevaba seis partidos desde la fase previa y la batería estaba agotada. No pudo más. Pero la derrota le supo a gloria. Zapata se marcha de Roland Garros con un salto en el ránking, el 95 puntos, y 220.000 euros, solo 100.000 menos que en toda su carrera.