El nuevo calendario

El regreso más loco del tenis

Los jugadores se enfrentan a ocho semanas en las que deberán jugar tres Masters 1.000 y dos Grand Slams

Rafa Nadal, en una imagen de esta temporada, que vuelve a sufrir un nuevo aplazamiento por la pandemia

Rafa Nadal, en una imagen de esta temporada, que vuelve a sufrir un nuevo aplazamiento por la pandemia / periodico

Jaume Pujol-Galceran

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La reapertura del circuito ATP y WTA con el calendario de torneos para agosto y septiembre, en una carrera de ocho semanas en los que se disputarán tres Masters 1.000 (Cincinnati, Madrid y Roma) y dos Grand Slams (Abierto de Estados Unidos y Roland Garros), además del torneo de Washington que será el punto de salida del circuito masculino l 14 de septiembre, abre muchas dudas y mantiene la precaución entre los jugadores que también quieren volver pronto a las pistas aunque saben que será imposible competir en todos y deberán elegir bien los que juegan finalmente.

El díscolo tenista australiano Nick Kyrgios, ha criticado la rapidez por reanudar el circuito y, a través de Twitter, se ha enfrentado a la ATP con un mensaje directo al extenista y nuevo presidente, el italiano Andrea Gaudenzi. "Saludos amigo, realmente has cuidado a los jugadores durante este tiempo. En serio, ¿qué tal si colaboras con nosotros, patata?", critica en témino despreciativo.

Novak Djokovic, número 1 mundial, y Rafael Nadal, campeón del Abierto de Estados Unidos, se mostraban escépticos ante la posibilidad de jugar en Nueva York antes de conocerse la decisión del Abierto de Estados Unidos de celebrar el Grand Slam, en las fechas previstas, y anunciar la ATP su calendario, a expensas de lo que pueda suceder con la pandemia del coronavirus.

La nueva normalidad

Djokovic, actualmente en una gira de exhibiciones por Los Balcanes, en las que ha montado torneos con público y sin protocolos de medidas sanitarias, incluida una fiesta nocturna en Belgado con los participantes, se había mostrado partidario de jugar esos meses en los torneos de tierra europeos y centrar su gran objetivo en Roland Garros. Pero este jueves, en una entrevista en Eurosport, valoraba de forma positiva la opción de jugar. 

"No somos nosotros los jugadores los que decidimos. Nosotros debemos adaptarnos"

Novak Djokovic

— Número 1 mundial

"No somos nosotros los jugadores los que decidimos, nosotros debemos adaptarnos. Esperemos que cada jugador tenga las mismas oportunidades de viajar allí y competir como todos los demás. Esto es lo más importante, algo que está escrito en las bases de la ATP y los fundamentos del tenis internacional. Intentaremos colectivamente asegurarnos de que esta sea la prioridad, ojalá que en los próximos dos meses algunas de esas restricciones se relajen un poco y tengamos un gran torneo”, ha destacado Djokovic.

Nadal el más perjudicado

Nadal, que de momento no ha querido hacer declaraciones sobre la nueva normalidad, se había mostrado antes muy escéptco sobre la posibilidad, no solo de ir al Abierto de Estados Unidos, sino incluso de jugar esta temporada. “Lo más importante es la salud y la seguridad de todos”, había dicho. El actual número 2 del mundo es el que más puntos debería defender en esas ocho semanas locas e intensas como campeón del Abierto de EEUU (2.000 puntos) Roland Garros (2.000), Roma (1.000) y Madrid (360). En total 5.360 puntos. 

Jugar todos esos torneos no entra en los planes del tenista mallorquín que, si dcide ir a Nueva York, saltará de las pistas rápidas a las de tierra batida para jugar Madrid, que comenzará cuando se juega la final del Abierto de EEUU (el día 13 de septiembre), la semana siguiente en Roma (22 de septiembre) y la siguiente Roland Garros (27 de septiembre) donde es  el máximo favorito para conquistar por 13ª vez el torneo en París, aunque en un escenario nuevo con la pista Phlippe Chatrier renovada y con techo retractil, partidos nocturnos  y en una condiciones metereológicas muy distintas a las habituales del torneo a finales de mayo. 

Serena, ansiosa

Serena Williams ha sido la primera en confirmar su participación en el Abierto de Estados Unidos. Campeona seis veces del torneo, finalista el año pasado y en busca del récord de superar los 23 Grand Slams, la exnúmero 1 mundial, de 38 años, no quiere perder tiempo y ha aceptado los riesgos de jugar en Nueva York, dando todo el apoyo a la federación americana de tenis (USTA). “Tengo muchas ganas de competir. La USTA ha hecho un trabajo magnífico y har¿un torneo increíble”, ha dicho la veterana campeona estadounidense, aceptando las imposiciones drásticas de los organizadores.

Como Serena, campeona del año pasado, la canadiense Bianca Andreescu, también ha anunciado su presencia en Nueva York, al igual que la española Garbiñe Muguruza. “Es alentador ver que las cosas avanzan para que podamos volver a las pistas. La seguridad es lo primero para todos, y, con eso en mente, espero que podamos jugar en Nueva York”, ha tuiteado.

El plan de seguridad

La USTA prepara medidas drásticas para jugar en Cincinnati y Flushing Meadows, acorde con los protocolos sanitarios de Estados Unidos y del estado de Nueva York. "Estamos listos. El plan está listo. Si los atletas están listos, estaremos listos para que vengan a Nueva York, entrenen y compitan en ambos eventos ... definitivamente todo es flexible", dijo el miércoles la directora del torneo Stacey Allaster. La televisión se encargará de dar el torneo en directo y ayudará a cubrir parte del presupuesto con los derechos de imagen.

El Abierto de EEUU ha sacrificado la disputa de la fase previa y ha cancelado los torneos de mixtos, júniors, de silla de ruedas y de veteranos, así como jugar sin aficionados en las gradas ni prensa en las pistas. Los tenistas que están por debajo del 120 mundial y que deberían jugar la fase de clasificación recibirán una compensación económica de 11.000 dólares, que fue el premio que recibieron los jugadores que disputaron la primera ronda de la previa el año pasado.