La reconstrucción de una campeona

El 'reset' de Muguruza

La tenista hispanovenezolana encuentra la paz en la cima del Kilimanjaro para volver al circuito en busca de grandes retos

Garbiñe Muguruza, durante la semifinal del Abierto de Australia contra Simona Halep.

Garbiñe Muguruza, durante la semifinal del Abierto de Australia contra Simona Halep. / periodico

Jaume Pujol-Galceran

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"Diviértete. La vida es demasiado grande para jugarla en pequeño". Es la reflexión que Garbiñe Muguruza tiene escrita en la cabecera de sus redes sociales.  Es su inspiración en su forma de vivir  y sobre una pista de tenis. Aventura y riesgo. Así conquistó Roland Garros y Wimbledon y con esa actitud quiere conquistar otra vez la cima de un Grand Slam en Melbourne.

Muguruza decidió hacer un 'reset' hace unos meses. Quiso acabar con la rutina de una relación de amor y odio que tenía con su entrenador Sam Sumyk. "Logramos cosas increíbles juntos, pero necesitaba una voz diferente, otra energía", ha explicado sobre su divorcio deportivo con el técnico francés.

Y antes de comenzar su intensa pretemporada con Conchita Martínez quiso vivir una experiencia personal diferente. Una aventura para sentirse viva y renovada. Por unos días, Muguruza cambió las raquetas por los crampones y marchó a Tanzania con un amigo para escalar el Kilimanjaro, la montaña más alta de África (5.895 metros).

Un gran desafío

"Fue algo muy diferente a lo que hago. Un desafío muy difícil. Escalar una montaña. Ahí solo estás tu y cuando alcanzas la cima, no hay copas, ni ninguna foto, allí arriba no hay nada. Solo la felicidad de haberlo conseguido", dijo de su experiencia a su llegada a Melbourne.

En el camino de ascenso al Kilimanjaro, durante cinco días, Muguruza escaló acantilados, vadeó ríos helados y pasó noches muy frías. Algo totalmente diferente a lo que había hecho antes. Nada que ver acon sus aventuras navegando, haciendo surf, esquiando o visitando ciudades del mundo entero, siempre en hoteles de cinco estrellas. "Me gustó la experiencia de verme en medio de la nada y solo tener el pensamiento de seguir escalando", explicó.

"¡Estamos vivos, gracias!” escribió en un tuit, desde la cima del Kilimanjaro. "El último día 22 horas seguidas. Día y noche. Gracias en especial a mi guía por mantenerme despierta cuando me desplomé en el glaciar", decía satisfecha y feliz con una foto tapada hasta las cejas y de pie sobre la nieve.

Un cambio necesario

Ese reto le dio otra visión de la vida. Física y mentalmente la ha hecho mejor. Después de conquistar el Kilimanjaro, Muguruza se siente preparada para recuperar el tiempo perdido tras más de dos temporadas que le han hecho caer hasta el puesto 32 del mundo, después de haber sido la número 1 en septiembre del 2017.

"Conchita me entiende, no necesitamos muchas palabras para tener complicidad"

Garbiñe Muguruza

— Tenista

Entrenar se había convertido en una obligación. No se divertía en la pista y perdía con rivales inferiores. El año pasado solo ganó un título, a principio de temporada, en Monterrey. Las cámaras de televisión captaron sus peleas con Sumyk en varias ocasiones. Muguruza no encontraba el camino. Por eso optó por cambiar  a casi todo su equipo y volver a llamar a Conchita Martínez.

"Creo que Conchita, al ser una exjugadora, me entiende bastante rápido. No necesitamos muchas palabras para tener complicidad. Trabajamos antes y ya había funcionando bien. Estoy feliz de tenerla a mi lado. Simple, eso es todo", valora sobre la campeona de Wimbledon en 1994, finalista de Australia en 1998, que vuelve a ayudarla tras trabajar el año pasado con la checa Karolina Pliskova, número 2 mundial.

"Más fuerte"

"Hemos trabajado muy bien en la pretemporada aspectos muy necesarios de mejorar y es fantástico poder comprobar ahora cómo se ven en la pista los resultados. Garbiñe está siendo más agresiva, físicamente también está muy bien y mentalmente es más fuerte", destaca Conchita Martínez, recién elegida como nuevo miembro de honor del 'Hall of Fame' del tenis mundial de Newport por su trayectoria deportiva.  

Llegar a la cima en el Abierto de Australia es el primer reto de esta nueva Garbiñe Muguruza que se siente fuerte para volver donde estaba hace solo dos años. "Si mantiene su regularidad, por su juego, estoy segura que volverá a ser número 1 mundial", destacaba Simona Halep tras perder con ella en las semifinales. Muguruza vuelve a divertirse. Sabe que "la vida es demasiado grande para jugarla en pequeño".