EN WIMBLEDON 2019

Semifinales de infarto en Wimbledon

Nadal y Federer se enfrentan en un clásico eterno y Bautista busca la gloria con Djokovic

Djokovic, Nadal y Federer, en esta edición de Wimbledon.

Djokovic, Nadal y Federer, en esta edición de Wimbledon. / periodico

Jaume Pujol-Galceran

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Deseo cumplido. Wimbledon tendrá el anunciado concierto de 'The Big Three'. Novak Djokovic, Roger Federer y Rafael Nadal estarán este viernes en las semifinales dispuestos a batir nuevos récords en un pulso eterno. El campeón y actual número 1 abrirá el programa de la central (14.00 horas) ante Roberto Bautista y, a continuación, se anuncia el gran clásico entre Rafael Nadal y Roger Federer.

"Dos partidos para sentarse con un cubo de palomitas y disfrutar", decía Alberto Berasategui, finalista en Roland Garros en 1994, recién llegado a Wimbledon para comentar las semifinales por televisión. Berasategui no se atrevía a dar pronósticos. "Todo está muy abierto y emocionante", decía aunque sonreía ante la posibilidad de una final española como la que jugararon él y Sergi Bruguera hace ya 25 años en París. "Entonces tampoco lo esperaba nadie, claro que era en tierra, pero si pasa eso en hierba, el año que viene ponen pistas de hielo. Sería increíble, la leche".

El recuerdo del 2008

"Aquí no hay plan B", anunciaba Francis Roig, a la salida de la pista número 7 de Wimbledon, donde Nadal estuvo entrenado rodeado de aficionados que copaban los pasillos laterales. Después de 11 años sin verse las caras en el All England Tennis Club el número 2 mundial y Federer vuelven a enfrentarse con el recuerdo de la final del 6 de julio del 2008 en la que el mallorquín se aupó a la gloria en un memorable partido a cinco sets (9-7, el último) que finalizó bajo los flashes de las cámaras, casi de noche.

Solo hace un mes, los dos tenistas se enfrentaron en Roland Garros, también en semifinales, pero allí la superioridad de Nadal en tierra rebajó la emoción. Ahora en territorio de Federer, donde el suizo ha ganado ocho títulos y 100 partidos, todo será muy diferente. "Jugar aquí con Nadal es el mayor desafío. Va a ser un partido duro porque Rafa es tan bueno... No solo en tierra. Puede hacer daño a cualquiera en cualquier superficie», destacaba el mismo Federer antes del enfrentamiento. El 39 de sus carreras desde la primera vez en Miami en el 2004, que ganó un imberbe Nadal.

Batalla de estadísticas

"Veo el partido dificil, pero seguro que a Federer le pasa lo mismo", admitía Roig. "La final del 2008  marcó un antes y un después para Rafa", valoraba. Desde entonces han mantenido un pulso por los grandes títulos y llegan a Wimbledon solo separados por dos. Las estadísticas dicen que Nadal domina 24-5 en sus enfrentamientos y 10-3 en las finales de Grand Slam, pero en los últimos seis partidos disputados en pista rápida, Federer no ha perdido ninguno y su mejor recuerdo en la final de Australia del 2017, la que Nadal tiene clavada en su cabeza milimétrica. 

"Jugar aquí con Nadal es el máximo desafío. Rafa es tan bueno...", destaca sincero Federer. 

Desde aquel partido disputado en el 2008, Nadal ha tenido una mayor evolución mayor evolución que Federer. ¿Es mejor ahora Nadal?, le preguntaban a Roig. "Sí. Para estar hoy aquí Rafa necesitaba cambiar. Ahora tiene más nivel. Sabe hacer más cosas".

Demasiado conocidos

Federer y Nadal se conocen demasiado para preparar nuevas tácticas. El mallorquín estuvo entrenando el revés cortado, el passing con Tomeu Salvá en la red y el resto con el saque del joven tenista británico Denis James, consciente de que hoy Federer utilizará esos golpes para decantar la igualdad a su favor. Las oportunidades del suizo pasan por una máxima precisión en sus golpes y dar mucha intensidad y ritmo al partido. "Jugaré contra el mejor tenista de la historia en esta superficie y debo hacerlo lo mejor posible si quiero estar en la final domingo. Se que está jugando bien, se siente cómodo aquí, pero yo también", destacaba antes del duelo Nadal.

Lejos de los focos del duelo Federer-Nadal que invadían todos los corrillos de Wimbledon, la semifinal entre Bautista y Djokovic parece estar en otra dimensión. Pocos esperan que el tenista castellonense dé hoy el golpe ante el campeón, a pesar de que en las dos últimas ocasiones que se han enfrentado le ha ganado.

El partido no levanta expectativas, pero es igual de importante. En juego está una plaza en la final y Djokovic era el primero en respetar a su rival. "Ha mostrado un tenis de alta calidad y sus dos victorias le daran mucha confianza, pero es una semifinal de Grand Slam y voy a intentar aprovechar mi experiencia", decía el serbio que no quiere desaprovechar la oportunidad de defender el título del año pasado ante Rafa Nadal o Roger Federer. En juego está ganar su quinto Wimbledon y sumar el 16º Grand Slam.