Nadal juega con fuego en Wimbledon y se quema

El tenista mallorquín levanta dos sets y salva cuatro bolas de partido pero cae ante el luxemburgués Muller

Rafael Nadal, en su partido ante Gilles Muller.

Rafael Nadal, en su partido ante Gilles Muller. / periodico

JAUME PUJOL-GALCERAN / LONDRES (enviado especial

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Agónico, extenuante, emocionante. Una historia que parecía interminable y que acabó de la peor manera para Rafael Nadal. Una batalla de cinco sets y 4 horas y 48 minutos que  tuvo su inesperada despedida en los octavos de final ante el luxemburgués Gilles Muller que le derrotó por 6-3, 6-4, 3-6, 4-6 y 15-13. Un duro golpe. Una gran decepción para el bicampeón de Wimbledon (2008 y 2010) que había superado la primera semana de forma genial, encarrilando 28 sets consecutivos desde que ganó Roland Garros y cediendo solo 30 juegos. La racha se rompió de la peor manera. 

Ayer todos los buenos números se fueron al traste. Wimbledon tiene esas cosas y Nadal lo sabía. La hierba es traicionera y ganar o perder se decide por pocos puntos, aunque como ayer disputaran la friolera de 389. Nadal jugó con fuego y se quemó. Cedió los dos primeros sets y le tocó ir a contracorriente para intentar remontar el partido y dar la vuelta al marcador. 

103 'ACES'

«Jugar con 0-2 en contra es muy complicado y más en hierba porque no puedes fallar, si cometes un error estás fuera», admitía Nadal justo acabar el partido, decepcionado y triste.  Muller le sorprendió de salida. Impuso un juego agresivo, valiente, consciente de que era la única forma de sorprenderle. Lo había hecho en el 2005 y este lunes ha vuelto a repetirlo. Apoyado en su servicio, entraba en la pista como líder  el torneo con 72 'aces' y ha salido con 102, siempre ha buscado la rotura con un juego agresivo y potentes golpes. Lo ha logrado en el sexto juego (4-2) y no ha dejado escapar la ventaja.

Nadal ha tenido la ocasión de recuperar esa desventaja en la segunda manga en la que tras una hora y media dispuso de sus dos primeros puntos de rotura en el cuarto juego (15-40). Ahí no ha tenido fortuna. Se le ha escapado el primero con una bola que dio en la red y cayó en su campo. Después Muller ha salvado la situación con dos 'aces' más. No solo eso. En el siguiente ha arrebatado el servicio de Nadal para conseguir apuntarse la segunda manga. 

TODO O NADA

Nadal estaba contra las cuerdas. Todo o nada. Quedaban tres sets y debía ganarlos los tres. Entraba en una montaña rusa de la que acabaría saliendo mareado. Nadal logró igualar el partido apuntándose los dos siguientes sets pero no pudo certificar la remontada en el tercero. «Lo he intentado he dado lo que tenía después de una situación al límite», decía Nadal. El quinto set se convirtió en una lotería en la que los dos tenistas iban apostando en cada juego. Evitar la rotura del servicio era decisivo. Y así durante 2 horas y 15 minutos, durante 28 juegos batallaron para evitarlo hasta que Muller lo logró en el último juego, en el quinto match ball que dispuso. El luxembugués había desperdiciado dos con 5-4 y otros dos con 10-9. Nadal antes pudo romperle el saque cinco ocasiones, una con 6-6 y cuatro con 9-9 para presionar. En todas Muller salvó la situación con su saque. «Ha jugado con determinación y pasión, mejor que yo. Esa es la realdidad», valoró el mallorquín.

El próximo rival de Muller, el miércoles, será un sacador aún mejor, el croata Marin Cilic, campeón del Abierto de EEUU, número 6 mundial y que en octavos de final ha eliminado al castellonense Roberto Bautista por un triple 6-2. El tenis español se ha quedado sin representantes en el cuadro masculino, mientras que en el femenino Garbiñe Muguruza, finalista en el 2015, ya jugará este martes en cuartos de final contra la rusa Svetlana Kuznetsova.