El último paso de Nadal

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Ha llegado el momento. El objetivo del 10 está a tiro. Queda el último paso para que Rafael Nadal muerda por décima vez la Copa de los Mosqueteros que desde el 2005 parece tener casi en propiedad. Pero quizás esta sea la vez que va a pisar la central Phlippe Chatrier (15.00, Tele 5) con más tranquilidad. La experiencia le ayuda a afrontar el reto, pero también el momento de forma que ha demostrado en Roland Garros. «Solo queda un partido más, el más complicado pero Rafa está preparado para la batalla para ganar», aseguraba Carlos Moyà.

«La sensación es buena y tampoco hay que preparar nada especial a lo que hemos hecho estos días. Cuando iba al colegio era evaluación continua y entiendo que aquí es lo mismo. A veces queremos hacer raíces cuadradas en una pista de tenis y no da para tanto. Se trata de hacer lo de siempre, decía con su habitual calma mallorquina Toni Nadal.

EN PLAN DESTRUCTOR

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    Está en plan destructor. Omnipresente. Y todos lo saben. Incluido Stan Wawrinka. Pero evitan cualquier tipo de euforia desmesurada. El suizo se ha ganado un respeto alcanzando la final. «Wawrinka es un jugador muy duro en las finales», decía Francis Roig, incorporado hace un par de días al equipo para acompañar a Nadal. «Hago de recogepelotas», bromeabar.

 Wawrinka no es un recién llegado. El suizo también tiene experiencia, golpes y talento para retar a cualquiera y ganarle como hizo con Andy Murray.

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La estrategia para superarle la tiene clara todo el equipo del nueve veces campeón del torneo. Primero confianza total en el extraordinario momento que atraviesa y, después, la táctica. Hay que sacar al  de su zona de confort, impedir que pueda pegar parado. No darle respiro. La semifinal contra Dominic Thiem, ayudó en ese sentido.

«Wawrinka tiene un tenis violento, pero lleno de gracia y cuando está  en marcha es como una locomotora», decía el excampeón sueco, Mats Wilander en L’Equipe ayer. El suizo ha ganado tres de tres finales en Grand Slams. No será por casualidad. «Si él tiene tres de tres, Rafael tiene nueve de nueve aquí, que no está mal ¿No?», dice Toni Nadal.

Todos esperan que Nadal levante su décimo título hoy pero evitan hablar de eso. «la única realidad es que el décimo es un 10% más que el noveno, pero el segundo fue un 50% más que el primero. Ganar diez es muy bonito pero también tener nueve»,  insistía el tío de Nadal. «Sería el primero para mí...», valoraba Moyà dispuesto a  «pasarlo mal, como entrenador y como amigo. Emocionalmente será una doble carga».