Paleografía / Inteligencia Artificial / Historia

Los rollos del Mar Muerto podrían remontarse hasta el Antiguo Testamento, según la IA

Los científicos combinaron la datación por radiocarbono, la paleografía y la IA en un modelo de predicción de fecha más preciso, aplicado a uno de los documentos claves en la historia del judaísmo y del cristianismo

Fragmento de los rollos del Mar Muerto.

Fragmento de los rollos del Mar Muerto. / Créditos: Dr Osama Shukir Muhammed Amin CC BY-SA 4.0, vía Wikimedia Commons.

Pablo Javier Piacente / T21

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La IA sugiere que los manuscritos del Mar Muerto se remontan hasta el Antiguo Testamento, por lo que serían mucho más antiguos de aquello que se pensaba hasta hoy: el modelo ha analizado las imágenes digitalizadas de los pergaminos, estudiando la curvatura y la geometría de las trazas de tinta en la escritura presente en los viejos rollos.

La Inteligencia Artificial (IA) ha iluminado uno de los misterios más fascinantes de la historia antigua, mostrando la mejor cara de esta revolución tecnológica: un innovador modelo de predicción, denominado Enoch y desarrollado por la Universidad de Groningen, en Países Bajos, ha revelado que varios de los Manuscritos del Mar Muerto podrían ser mucho más antiguos de lo que se pensaba hasta el momento. 

Este avance, desarrollado en un nuevo estudio que aparece en la revista PLoS One, redefine el marco temporal en el que se ubican algunos de los textos más importantes de la Biblia hebrea, abriendo la puerta a la posibilidad de que ciertos rollos pertenezcan al periodo del Antiguo Testamento.

Desde su descubrimiento hace siete décadas en las cuevas de Qumrán, los rollos del Mar Muerto han sido considerados testigos fundamentales de la tradición judía y de la gestación del cristianismo. Sin embargo, la datación tradicional, basada en el análisis paleográfico y el análisis por radiocarbono, presentaba un margen de incertidumbre elevado, especialmente en aquellos textos en los que la escritura no incluía indicios directos de la fecha de redacción. 

Una precisión histórica sin precedentes

Ahora, gracias a la combinación de estas técnicas con la IA, es posible superar estas limitaciones y obtener estimaciones con una precisión de alrededor de 30 años, algo imposible previamente. Según una nota de prensa, el modelo Enoch analiza las imágenes digitalizadas de los pergaminos, evaluando minuciosamente detalles como la curvatura y la geometría de las trazas de tinta en la escritura antigua. 

Este nuevo enfoque permite identificar patrones sutiles, que limitan el análisis visual tradicional de la paleografía. La validación del modelo se realizó mediante la comparación de los datos obtenidos con textos cuya fecha ya estaba establecida, demostrando que, en muchos casos, los manuscritos son anteriores a las estimaciones previas. 

Entre los resultados más sorprendentes destaca la identificación de dos fragmentos bíblicos que, en base a sus características, habrían sido escritos durante la época en la que vivieron sus presuntos autores originales. La importancia de estos hallazgos va más allá de una simple corrección cronológica: de confirmarse que algunos manuscritos provienen de períodos tan remotos se modificaría nuestra comprensión del desarrollo de las escrituras judías, particularmente en lo relativo a dos estilos de escritura conocidos como “asmoneo” y “herodiano”. 

¿La IA reescribe la historia?

Según el estudio, la escritura asmonea, tradicionalmente fechada entre los años 150 y 50 a.C., podría ser incluso más antigua, mientras que la escritura herodiana habría surgido en el contexto del período helenístico, mucho antes de lo que se pensaba hasta ahora. Esta reevaluación sugiere una coexistencia de ambos estilos desde finales del siglo II a.C., en lugar de una sucesión lineal a partir de mediados del siglo I a.C., según se había planteado previamente.

Referencia

Dating ancient manuscripts using radiocarbon and AI-based writing style analysis. Mladen Popović et al. PLoS One (2025). DOI:https://doi.org/10.1371/journal.pone.0323185

De esta manera, al acercar la datación de los manuscritos al período del Antiguo Testamento, se abre una nueva ventana de interpretación sobre las raíces del judaísmo y del cristianismo, modificando las bases históricas en las cuales se fundaron ambas corrientes religiosas.

Además, los resultados destacan la capacidad de la IA para descifrar enigmas milenarios y reescribir parte del relato histórico convencional. Los investigadores confirman que la fusión de métodos empíricos y analíticos permite reconstruir de manera más precisa nuestra herencia cultural, invitándonos a continuar explorando los límites entre la tecnología y la investigación histórica.