Biología

Un árbol evolucionó para sobrevivir a los rayos y usarlos como arma contra sus "enemigos"

Los científicos creen que el árbol conocido popularmente como Choibá o almendro ha evolucionado para "atraer" a los rayos y eliminar la competencia en el ambiente

Un árbol Dipteryx oleifera justo después de ser alcanzado por un rayo en 2019 (izquierda). En la imagen de la derecha se ve el mismo árbol dos años después, que sobrevivió con un daño mínimo y se benefició cuando sus parásitos y vecinos competidores fueran removidos por la tormenta.

Un árbol Dipteryx oleifera justo después de ser alcanzado por un rayo en 2019 (izquierda). En la imagen de la derecha se ve el mismo árbol dos años después, que sobrevivió con un daño mínimo y se benefició cuando sus parásitos y vecinos competidores fueran removidos por la tormenta. / Crédito: Evan Gora.

Pablo Javier Piacente / T21

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El árbol Dipteryx oleifera, en Panamá, sobrevive a los rayos y usa las poderosas descargas eléctricas para eliminar a sus competidores en el ambiente que comparten. De esta forma, no solo sale ileso de las tormentas, sino que además las aprovecha para obtener una ventaja competitiva a nivel ecológico.

Una investigación realizada por científicos del Instituto Cary de Estudios de Ecosistemas, en Estados Unidos, explora la sorprendente capacidad de algunos árboles tropicales para beneficiarse de los rayos. En particular, hallaron que la variedad Dipteryx oleifera, nativa del bosque húmedo tropical desde Nicaragua hasta el norte de Colombia, sale ilesa de estos violentos eventos naturales.

Rayos que fortalecen

El equipo dirigido por el investigador Evan Gora ha demostrado que recibir descargas de rayos no siempre es letal para los árboles: en concreto, la especie Dipteryx oleifera, conocida como Choibá o almendro, ha evolucionado para aprovechar estas descargas eléctricas y, de algún modo, utilizar el fenómeno natural como una ventaja competitiva en la selva tropical.

En su estudio, publicado en la revista New Phytologist, el equipo implementó un sistema único de localización de rayos que combinaba sensores de campo eléctrico, cámaras, imágenes de drones y encuestas de campo. Este innovador método permitió registrar y estudiar los efectos de 93 eventos de rayos en árboles durante un período de dos a seis años tras el impacto. 

De estos casos, se destacan nueve árboles de Dipteryx oleifera que, a pesar de ser golpeados directamente durante las tormentas, mostraron daños mínimos. En cambio, otras especies afectadas sufrieron una pérdida de follaje 5,7 veces mayor y hasta un 64% de mortalidad en los dos años posteriores a los eventos.

La peculiaridad de Dipteryx oleifera reside en su extraordinaria capacidad para resistir el embate de la electricidad. Su estructura física, caracterizada por una gran altura y una copa muy ancha, lo convierte en una especie que "atrae" los rayos. 

Eliminando a la competencia

Esta situación tiene un efecto dual: mientras el árbol en sí mismo resulta prácticamente ileso, el impacto del rayo es devastador para las enredaderas parásitas (lianas) y los árboles vecinos, que quedan debilitados o incluso muertos. 

Según una nota de prensa, se estima que, en promedio, cada descarga de rayo elimina más de 2,4 toneladas de biomasa arbórea y reduce en un 78% la infestación de lianas en la copa del almendro. Esta reducción en la competencia por la luz y los nutrientes le otorga a esta especie una ventaja significativa.

Referencia

How some tropical trees benefit from being struck by lightning: evidence from Dipteryx oleifera and other large-statured trees. Evan Gora et al. New Phytologist (2025). DOI:https://www.doi.org/10.1111/nph.70062

Además, el estudio revela que el rayo actúa de forma indirecta sobre el entorno del almendro. Al eliminar árboles competidores, el rayo abre espacios en el dosel forestal, facilitando que la luz penetre de manera más efectiva y optimice las condiciones para el crecimiento del propio almendro. 

Las imágenes tridimensionales obtenidas mediante drones mostraron que estos árboles suelen superar en cuatro metros a sus vecinos en altura, algo que podría ser consecuencia de la eliminación de árboles altos y de la reducción de la competencia tras cada impacto.