Prehistoria
La piedra del altar de Stonehenge proviene de Escocia
Con un peso de 6 toneladas, hace 4.500 años fue transportada a lo largo de al menos 750 kilómetros. No se sabe cómo

La piedra del altar, escondida bajo dos piedras Sarsen (más grandes), apenas es visible. / Nick Pearce/Universidad de Aberystwyth
La “piedra azul” más grande en el corazón de Stonehenge proviene del norte de Escocia, no de Gales, según una nueva investigación. El descubrimiento desafía todo lo que creíamos saber sobre las relaciones entre las diferentes poblaciones neolíticas de Gran Bretaña.
Un nuevo estudio ha sacudido el mundo de la arqueología al revelar que la enigmática piedra del altar de Stonehenge, uno de los monumentos prehistóricos más famosos del mundo, tiene un origen mucho más lejano de lo que se pensaba hasta ahora.
Los científicos han determinado con más del 95% de certeza que esta piedra de 6 toneladas proviene del noreste de Escocia, a una distancia de entre 750 y 1.000 kilómetros del sitio donde se encuentra Stonehenge.
Este hallazgo ha dejado atónitos a los expertos, quienes no esperaban un origen tan remoto para esta pieza central del monumento. Hasta ahora, la teoría dominante era que los megalitos de Stonehenge procedían de las colinas de Preseli, en el suroeste de Gales.
Análisis previos
Esta hipótesis se basa en análisis geológicos y arqueológicos previos, que habían identificado correspondencias entre las piedras de Stonehenge y las de las colinas de Preseli.
Sin embargo, este nuevo estudio cuestiona estas conclusiones y sugiere un origen mucho más nórdico. La arenisca Piedra del Altar se ha considerado durante mucho tiempo una piedra no local y esta nueva investigación revela que proviene del noreste de Escocia.
El descubrimiento se realizó mediante el análisis de los granos de roca dentro de la piedra, que mostraron firmas geoquímicas específicas de la región del noreste de Escocia.
Técnicas sofisticadas
El equipo de científicos, liderado por el geólogo Anthony Clarke de la Universidad Curtin en Australia, utilizó técnicas sofisticadas normalmente empleadas en la industria minera para analizar muestras de la piedra del altar.
En particular, recurrió a métodos de vanguardia, como la espectrometría de masas con plasma acoplado inductivamente por ablación láser (LA-ICP-MS) y la microscopía electrónica de barrido, que permiten obtener imágenes de alta resolución y medir isótopos minerales con extrema precisión.
Examinó cristales individuales de minerales como el circón, la apatita y el rutilo, midiendo las proporciones de uranio y plomo para determinar su edad y origen geológico.
Millones de años
En el caso de los granos de circón, los científicos pudieron determinar edades comprendidas entre 498 millones y 2.812 millones de años, lo que corresponde a los períodos geológicos de la región de la cuenca orcadiana, que se extiende en una amplia zona del noreste de Escocia y los mares vecinos.
Estos análisis no sólo confirmaron el origen escocés de la piedra, sino que también proporcionaron información valiosa sobre los procesos geológicos que dieron forma a esta región.
El descubrimiento plantea fascinantes preguntas sobre cómo esta enorme piedra fue transportada a través de tan larga distancia hace unos 4500 años.
Un viaje épico
Aunque no todos están de acuerdo, la mayoría de los expertos sugieren que el método más probable fue por vía marítima, lo cual indicaría que las sociedades neolíticas tenían capacidades de navegación más avanzadas de lo que se creía anteriormente.
Este hallazgo arroja también nueva luz sobre la complejidad y el alcance de las redes de intercambio y las conexiones culturales en la Gran Bretaña prehistórica.
Sugiere que las comunidades que construyeron Stonehenge tenían contactos y relaciones que se extendían mucho más allá de su entorno inmediato.
Diversidad geológica
La piedra del altar no es el único elemento de Stonehenge con un origen distante. Estudios previos han demostrado que las grandes piedras exteriores (sarsens) provienen de West Woods en Wiltshire, a unos 25 km del sitio, mientras que la mayoría de las piedras más pequeñas (bluestones) se originaron en las colinas de Preseli en Gales, a unos 280 km de distancia.
A pesar de estos avances, los investigadores aún no pueden explicar por qué se eligió traer la piedra del altar desde tan lejos.
Desafíos futuros
Determinar la ubicación exacta de origen de la piedra del altar dentro de la cuenca orcadiana en Escocia representa un desafío significativo. Esta región geológica es vasta y profunda, lo que complica la búsqueda de la fuente precisa.
Es importante destacar que los constructores originales de Stonehenge fueron en gran parte reemplazados por una nueva ola de migrantes hace unos 4.000 años, posiblemente debido a una pandemia que diezmó la población europea de la época. Este hecho añade capas adicionales de complejidad a la interpretación del monumento y su historia.
Referencia
A Scottish provenance for the Altar Stone of Stonehenge. Anthony J. I. Clarke et al. Nature volume 632, pages570–575 (2024). DOI:https://doi.org/10.1038/s41586-024-07652-1
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