Ciencia y arte

Se cae el mito de la sirena japonesa momificada y adorada durante cientos de años

En realidad, es un muñeco creado artificialmente en la segunda mitad del siglo XVIII

La momia sirena de Enjuin.

La momia sirena de Enjuin. / RSK.

Redacción T21

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Una sirena momificada, que ha sido objeto de culto en Japón después de que supuestamente fuera capturada por unas redes de pesca hace 300 años, es en realidad un muñeco hecho de papel, tela, algodón, pegamento y otros componentes, creado por manos insidiosas en la segunda mitad del siglo XVIII.

Los científicos han desentrañado por fin el misterio que rodeaba a una momia: se sospechaba que podía pertenecer a una sirena capturada accidentalmente entre los años 736 y 1741.

La momia mide 30 centímetros de largo y aparenta estar congelada en un grito mientras se tapa la boca con las manos. Además de uñas y dientes, la momia tiene pelo en la cabeza y escamas en la parte inferior del cuerpo.

Según una nota contenida en la misma caja que acoge a la sirena momificada, la criatura quedó atrapada en una red de pesca en la costa de la provincia de Tosa, en la isla japonesa de Shikoku, hace unos 300 años.

Las sirenas son criaturas marinas mitológicas que se han representado históricamente como seres híbridos con rostro o torso de mujer y cola de ave o de pez. En ambos casos se les atribuía una irresistible voz melodiosa con la que atraían locamente a los marineros.

Objeto de culto

Después de su captura, la momia fue adquirida por una familia japonesa y finalmente terminó siendo propiedad de un templo, donde ha sido objeto de culto y una fuente de misterio durante cientos de años.  

El 2 de febrero de 2022, Kozen Kuida, de 60 años, sacerdote principal del templo de Enjuin que poseía la momia, sacó el preciado espécimen, de 30 centímetros de largo, de su caja de madera y la entregó a investigadores de la Universidad de Ciencias y Artes de la histórica ciudad japonesa de Kurashiki, que ahora han publicado los resultados de su trabajo.

La investigación comenzó con observaciones de superficie, rayos X y tomografías computarizadas de rayos X de la sirena momificada.

A continuación, se realizaron observaciones con microscopios ópticos y microscopios electrónicos, análisis de rayos X fluorescentes, análisis de ADN y datación por radiocarbono de los microbios que se habían caído de la sirena momia.

Por último, los científicos realizaron una investigación histórica y folclórica sobre las sirenas momias, en las tradiciones japonesas.

Falsa momia

informa

Unseen Japan.

Sus escamas pertenecen a un pez globo que han sido cosidas al modelo para que parezca una criatura marina, según los investigadores.

Concluyen que la criatura no tiene huesos y no es, y nunca fue, un ser vivo, y que fue creada por manos insidiosas en algún momento de la segunda mitad del siglo XVIII.

El equipo de investigación también ha podido confirmar que en Japón existen documentadas al menos 12 sirenas, además de la analizada, que son propiedad de templos o museos.

Por todas partes

También señala que hay dos tipos principales de poses de momia sirena, una que se parece a los gritos de la momia analizada y la otra que se arrastra.

Concluye señalando que las sirenas se fabrican tanto en Japón como en otros países y que desde el periodo Edo (1603 y 1868) se han fabricado y distribuido muchas sirenas por todo el país. Se les han atribuido curaciones milagrosas y una mayor longevidad.

Otra supuesta sirena momificada, una rara criatura del siglo XIX conservada en el museo de la ciudad inglesa de Buxton, fue analizada en 2012 por científicos de la Universidad de Lincoln (Pensilvania, USA) y concluyó también que su construcción se basó en una armadura de madera y alambre con una cola de pez real. También que su cabello era humano, sus dientes de hueso tallado, y sus ojos de concha de molusco, según

informó

la BBC.

Tradición japonesa

La momia analizada estuvo expuesta más de 40 años en el templo de Enjuin donde se conservaba y fue considerada un objeto de culto.

Según otros informes, citados por la prensa japonesa, las momias de sirena se han utilizado como objetos de culto también en el monte Koyasan, en la prefectura de Wakayama, y en la isla Amami-Oshima, en la prefectura de Kagoshima, todos ellos sitios conocidos por adorar a las sirenas momificadas.