Neurociencias

Diminutas "antenas" regulan la percepción del tiempo en el cerebro

Tienen un papel crucial en el funcionamiento del "reloj central" del cerebro

Imagen de microscopio de cilios.

Imagen de microscopio de cilios. / Créditos: Charles Daghlian / Wikimedia Commons.

Pablo Javier Piacente.

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Los cilios, pequeños orgánulos con forma de antena, desempeñan un papel clave en la regulación del tiempo en el cerebro. Según los investigadores, serían los responsables de que el cerebro mantenga la capacidad de ajustar rápidamente el comportamiento en relación a los cambios en los estímulos externos, manteniendo las respuestas motoras adecuadas y orientadas a objetivos.

Un nuevo estudio realizado por científicos de ia Universidad de California en Irvine, en Estados Unidos, demuestra que los cilios cumplen una función trascendental en la región del cuerpo estriado del cerebro, un área involucrada directamente en la regulación del tiempo. El descubrimiento podría revolucionar nuestra comprensión de las funciones cerebrales y los trastornos mentales asociados a la regulación temporal.

Una parte vital en el "reloj interno" del cerebro

El cuerpo estriado integra el circuito del cerebro que lleva adelante los procesos de coordinación del tiempo, una especie de "reloj central" en nuestro cerebro. Estos procesos son esenciales para controlar las funciones ejecutivas, como la coordinación motora (movimientos), el aprendizaje, la planificación y toma de decisiones, la atención y la memoria de trabajo. 

En esa estructura, los cilios sobresalen de las superficies de las células cerebrales como si se tratara de "antenas", funcionando como un centro de señalización que detecta y transmite señales para generar reacciones apropiadas. A pesar de esto, hasta el momento se había menospreciado su papel en el circuito temporal cerebral.

Ahora, los investigadores estadounidenses han comprobado en experimentos con roedores que la eliminación de los cilios del cuerpo estriado genera diversas reacciones negativas, según indicaron en un artículo científico publicado recientemente en la revista Molecular Neurobiology . Esto demuestra la tarea crítica que realizan estos pequeños orgánulos, previamente no apreciada en la función del "reloj central" del cerebro.

De acuerdo a una nota de prensa, los ratones afectados por la supresión de los cilios no pudieron aprender nuevas tareas motoras, mostraron un comportamiento motor repetitivo y exhibieron retrasos temporales en la toma de decisiones. Los investigadores "eliminaron" los cilios del cerebro de los ratones a través de técnicas de manipulación genética.

Funciones cerebrales claves y nuevos tratamientos

Además, los roedores mostraron un notorio déficit para recordar rápidamente información sobre su ubicación y orientación en el espacio, como así también en su capacidad para "filtrar" y desestimar información sensorial ambiental irrelevante. A pesar de esto, los roedores mantuvieron habilidades motoras habituales o aprendidas previamente y su capacidad de memoria a largo plazo. 

Para entender la trascendencia de estas funciones reguladas por los cilios, los científicos explicaron que el desempeño exitoso de la memoria de trabajo, la atención, la toma de decisiones y la función ejecutiva requiere un juicio de tiempo preciso, generalmente dentro de un milisegundo a un minuto. Si esa capacidad se ve afectada, se pierde la posibilidad de ajustar rápidamente el comportamiento en respuesta a los cambios en los estímulos externos: en consecuencia, no se podrán mantener las respuestas motoras adecuadas y orientadas a objetivos concretos.

Por último, los investigadores destacaron que sus hallazgos podrían ser utilizados en el futuro para desarrollar nuevos tratamientos, siempre y cuando se verifiquen los mismos mecanismos y reacciones en seres humanos. La percepción del tiempo deteriorada y un juicio defectuoso del tiempo es una característica que se encuentra en numerosos trastornos mentales y neurológicos, como por ejemplo la esquizofrenia, la enfermedad de Parkinson, el síndrome de Tourette, el trastorno del espectro autista y la enfermedad de Huntington, entre otros.