Una investigación señala que Lanzarote es realmente un territorio lunar

Una investigación ha comprobado que las rocas de un lugar de Lanzarote conocido como Peñas de Tao son casi idénticas a las que el Apolo 14 trajo de la Luna en 1971. Esta constatación consagra a la isla canaria como análogo terrestre de nuestro satélite: contribuirá a su habitabilidad y a la supervivencia de los astronautas que un día se instalen allí.

Los basaltos de la isla canaria de Lanzarote son análogos a los que se encuentran en una parte la superficie lunar, ha establecido una investigación desarrollada por el Instituto de Geociencias del CSIC (IGEO), la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), cuyos resultados se publican en la revista Scientific Reports.

En 1971, astronautas de la NASA alunizaron en las tierras altas de Fra Mauro, un paraje rocoso situado en la cara visible de la Luna, utilizado como lugar de aterrizaje de la misión Apolo 14. Aquellos astronautas, Alan Shepard y Edgar Mitchell, estuvieron nueve horas recorriendo su superficie y se trajeron de regreso a la Tierra 33,5 kilos de rocas.

La nueva investigación comparó las propiedades fisicoquímicas, mineralógicas y morfológicas de esas rocas de Fra Mauro con las muestras de basaltos recolectadas en las Peñas de Tao en Lanzarote y apreció una fuerte correlación entre ellas, no solo en términos mineralógicos y géoquímicos, sino también en sus propiedades físicas, según relatan los autores de este trabajo en su artículo. Son rocas análogas.

Rocas canarias

También destacan que hay tres tipos diferentes de suelos en la superficie lunar y que esta investigación ha identificado qué región de la isla de Lanzarote comparte mayores similitudes con algunos de los tipos de suelo lunar, según las aportaciones de muestras aportadas por la NASA.

Para llevar a cabo el estudio, se seleccionaron 3 kilos de rocas basálticas lanzaroteñas y se analizaron mediante diferentes técnicas para determinar su composición a nivel mineralógico y geoquímico

A continuación, se realizaron pruebas para determinar sus propiedades físicas y evaluar su capacidad como material análogo para su uso para futuros ensayos geológicos y astrobiológicos.

Análogo lunar

El resultado obtenido en este trabajo potencia las eventuales aplicaciones astrogeológicas de este descubrimiento, teniendo en cuenta que Lanzarote es uno de los análogos naturales más importantes del mundo, para estudios de geología planetaria y astrobiología.

Los análogos terrestres son zonas en las que, además de probar instrumentos científicos, se testan otras capacidades de los astronautas en un entorno similar al contexto geológico, geomorfológico o mineralógico al que van a ir, para asegurar así la habitabilidad y la supervivencia.

Los autores de esta investigación, Fernando Alberquilla (IGEO-UCM), Jesús Martínez Frías (IGEO-Involcan), Valentín García Baonza (IGEO-UCM) y Rosario Lunar (IGEO), consideran que la analogía rocosa entre Lanzarote y la Luna contribuirá a la habitabilidad futura de nuestro satélite.

Aunque en la Tierra se dispone de rocas traídas directamente desde la Luna, gracias, sobre todo, al programa Apolo de la NASA de los años setenta, esas rocas son tan escasas y valiosas que resulta difícil experimentar con ellas a gran escala.

Por este motivo, científicos de todo el mundo buscan por el planeta lugares que no solo se parezcan a la Luna o a Marte, sino que además posean suelos con sus mismas propiedades fisicoquímicas para experimentar situaciones con las que los astronautas podrían encontrarse fuera de la Tierra. Lanzarote responde completamente a estas expectativas.

Isla ideal

Lanzarote, la isla más septentrional y oriental del archipiélago canario, está formada por materiales casi exclusivamente basálticos, agrupados en tres etapas de construcción volcánica.

Dispone de 63 lugares de interés geológico con alta singularidad y representatividad. A este atractivo hay que sumar el interés astrogeológico comprobado en esta investigación, por sus similitudes con la Luna.

Lanzarote ya se está utilizando como análogo terrestre para diferentes estudios, que han elegido Lanzarote para conocer un poco más sobre Marte o la Luna, porque esta isla es ideal para poner el práctica protocolos de exploración para futuras misiones espaciales.

Simulador basáltico original

Una ventaja adicional de esta investigación es que se ha desarrollado mediante un nuevo simulador basáltico que constituye un hito experimental y una primicia desde el punto de vista geológico y astrobiológico.

Los investigadores destacan al respecto que, como Lanzarote ya se está utilizando como análogo terrestre para diferentes estudios, la fabricación de este simulador (LZS-1) complementará todas estas actividades, abriendo nuevas líneas de investigación vinculadas a la realización de ensayos geológicos y astrobiológicos adicionales.