FRUSTRACIÓN AZULGRANA

Valverde: "Es una semana dura"

La asistenta de las hijas de Rakitic, en el banquillo junto a Valverde.

La asistenta de las hijas de Rakitic, en el banquillo junto a Valverde. / periodico

Joan Domènech

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"Preocupadito" se marchó Ernesto Valverde se marchó de Anoeta después de que el Barça pudiera remontar el marcador y preocupadito debería estar, sin ironías, después de que el equipo haya encadenado tres partidos sin ganar por primera vez desde su mandato y afronte, el miércoles, la visita al Tottenham en la Champions.

Solo dos puntos de nueve ha conseguido el Barça tras recibir en casa al Girona (2-2) y al Athletic (1-1) y caer en su visita al Leganés (2-1). Ante los mismos rivales sumó los 18 puntos la temporada anterior. "La dinámica no es positiva y en estos casos todo es más difícil", reconocía Sergio Busquets. "Necesitamos un poco más suerte, pero también tenemos que mejorar", añadió el mediocentro, uno de lo más autocríticos del grupo, tras lamentarse de que el Athletic hubiera anotado un gol en dos remates y el Barça hubiera estrellado dos remates al poste antes del gol de Munir.

El ruido que se genera

"El problema de toda esta dinámica es el ruido que se genera y que, al final, no te deja ver la realidad", opinaba Valverde, que trató de hacer un análisis frío del encuentro ante el Athletic, que rompió una racha de 14 años sin puntuar en el Camp Nou.

Valverde y la decisión de sentar a Messi: "Cuando tomo una decisión pienso que es lo mejor para el equipo y para club pero, no sé por qué, tomo las decisiones antes del partido; me gustaría tomarlas después para poder reboninar".

Valverde reservó las gotas de sarcasmo cuando fue preguntado sobre la inesperada suplencia de Leo Messi. "Cuando tomo una decisión pienso que es lo mejor para el equipo y para club pero, no sé por qué, tomo las decisiones antes del partido; me gustaría tomarlas después para poder reboninar", respondió el técnico, antes de exponer los motivos reales de haberle sentado con los suplentes: la necesidad de que descansara.

Piqué, sin sustituto

Messi era uno de los tres jugadores (los otros son Ter Stegen y Piqué) que había disputado los ocho partidos anteriores completos, y el equipo, en su denso calendario, enfila dos salidas complicadas: el miércoles a Londres y el domingo a Valencia.

La lesión de Umtiti y la sanción de Lenglet impidieron al Valverde sustituir a Piqué, que se ha visto directamente involucrado en varios goles encajados. En el del Athletic, salió tarde para reducir espacios. Pero De Marcos, el lateral derecho, se coló hasta las barbas de Ter Stegen sin que ningún jugador de la banda izquierda azulgrana (Alba, el lateral; Rakitic, el interior y Coutinho, el extremo) le obstaculizaran. Solo estaba cerca Sergi Roberto, que reclamó fuera de juego.

Ilusión frustrada

El técnico barcelonista, de 54 años, asume que ahora le toca apechugar con críticas y preguntas comprometidas. Entiende perfectamente que todo se juzga bajo el prisma del resultado. "Es una semana dura", admitía. No por los comentarios, sino por los marcadores.

"Teníamos ilusión por sumar los 9 puntos y solo hemos sumado 2", resumió aun reconociendo que cada partido encerró una complejidad distinta: el Barça jugó una hora ante el Girona con un hombre menos y ante el Leganés encajó dos goles en 68 segundos. "Venimos de un año en el que casi no encajábamos y, ahora, a la mínima nos convierten", corroboró Leo Messi.

Y reforzar el dispositivo defensivo para a ser la prioridad del Barça, que dejado de ser fiable y, lo que es peor, sólido.   "Estamos concediendo goles absurdos, pero puede suceder: es fútbol", comentó. "Hay que hacer frente a esta situación, pero también digo que hay muchas coss buenas que podemos mantener", añadió el técnico para afrontar una época de "mucho lío" por la decepción que se ha instalado en el Camp Nou. El estadio no reabrirá las puertas hasta el 24 de octubre ante el Sevilla.