Gente corriente

Kimberley y Jillian: «Para nosotras, lo raro es vivir en una casa»

Las promesas del circo. Las bisnietas del hombre bala Luis Raluy presentan su primer número en la pista.

Kimberley y Jillian

Kimberley y Jillian

GEMMA TRAMULLAS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las hermanas Giribaldi-Raluy son la generación más joven de la única familia de circo ambulante que existe en Catalunya. Las caravanas históricas del Circ Raluy son su hogar, como antes lo fueron de sus antepasados. El viernes estrenan en Girona.

-No todo el mundo puede decir que su bisabuelo fue hombre bala.

-Jillian (a la izquierda en la foto): Fue el único que hizo este número en pareja. Su esposa era artista, pero le daba miedo hacer el doble hombre bala y mi bisabuelo tuvo que buscarse otra pareja artística.

-Kimberley: ¡Yo tampoco lo haría!

-Vuestros abuelos y vuestros padres también son artistas del circo. ¿Vosotras queréis dedicaros a esto?

-K: Queremos quedarnos en el circo,  ser directoras, y que nuestros hijos y nuestros nietos nazcan en el circo.

-No es una vida fácil. Tenéis que ir de un lado a otro, montar y desmontar la carpa, entrenar mucho… 

-J: A muchos niños les gustaría vivir en el circo. Cuando vamos a la escuela y les decimos que somos de un circo nos dicen: «¿De verdad?» Para nosotras lo raro es vivir en una casa.

-¿Y cómo es vivir en una caravana?

-J: Pues es como vivir en una casa reducida y con ruedas.

-K: Ahora nosotras tenemos una caravana para nosotras dos solas.

-¿Ah sí?

-K: Al principio nos dijeron que tendríamos la caravana cuando cumpliéramos 16 años pero, como ya hemos debutado en la pista, nos la han regalado. Con 11 y 13 años tenemos caravana propia, ¡guau!

-¿Cómo seguís los estudios?

-K: Tiene que haber un mínimo de cinco niños para tener escuela en el circo y, a parte de nosotras, solo tenemos dos primas que ya han acabado la ESO y dos primos muy pequeños.

-J: Cada una o dos semanas el circo cambia de sitio y nosotras vamos a estudiar al instituto de la ciudad donde actuamos. Ahora ya estamos acostumbradas y nos cuesta menos integrarnos y coger el ritmo.

-¿Invitáis a alguna amiga a que venga al circo a estudiar o a dormir?

-K: Normalmente no nos quedamos mucho tiempo en el mismo sitio y no tienes tanta confianza. Además, sus madres dirían: «¿A dormir en un circo?» Para ellos es un poco raro.

-¿En qué cursos estáis?

-J: Yo en primero de ESO y Kimberley en tercero.

-¿Y qué tal las notas?

-K: Yo he bajado un poco; dicen que tercero es el curso más difícil porque ya te preparan para el bachillerato. Siempre sacaba sietes y ochos y ahora saco cincos, seises, sietes…

-J: Yo por ahora saco buenas notas.

-¿En casa os dicen que estudiéis?

-K: Quieren que nos esforcemos y saquemos los estudios con buenas notas por si luego queremos hacer una carrera, que eso siempre va bien, tanto si eres de circo como si no.

-Actuáis, entrenáis, ayudáis en todo y, además, estudiáis.

-Cuando volvemos del instituto, a las cinco o cinco y media, tenemos que prepararnos para la función de las seis y media. Si tenemos exámenes o deberes, los hacemos durante la primera parte de la función, porque nosotras salimos en la segunda.

-Viajáis continuamente y pasáis temporadas en la isla de La Reunión, en el Índico. ¿Habláis idiomas?

-K: Yo catalán, castellano, italiano y bastante bien inglés y francés.

-J: Yo igual, pero inglés y francés un poco menos.

-Con tanto viaje, ¿de dónde sois?

-K: Somos medio italianas, porque nuestro padre es italiano; un cuarto chinas, porque nuestra madre es medio china, y otro cuarto catalanas. Pero nos sentimos catalanas.

-J: Yo nací en Girona. El viernes estrenamos allí y el día siguiente es mi cumpleaños.

-Tenéis un número propio. ¿Confiáis mucho la una en la otra?

-K: Sí. Hemos empezado a entrenar con nuestro padre un número de icarios. Normalmente lo hacen dos hombres o un hombre y una mujer. El que está abajo es el chico, porque tiene que hacer más fuerza con las piernas, y la chica es la que salta. Yo soy la que estoy abajo, la portora.

-¿Escogéis vosotras los trajes?

-K: Nuestra madre nos pregunta cómo los queremos y qué color nos gusta, porque es ella quien los cose.

-Y vosotras, ¿sabéis coser?

-J: Si veo que mi traje tiene un agujero y es día de función y mi madre está ocupada, me lo coso yo.

-K: ¡Yo lo único que he cosido son los vestidos de las Barbies!