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Noche de locura

‘Supervivientes All Stars’ revoluciona Honduras con ‘La mesa de las tentaciones’: lágrimas, tijeras y rapados integrales

Jessica Bueno, Miri Pérez-Cabrero y Adara Molinero se cortan el pelo entre lágrimas, mientras Carlos Alba se rapa por hablar con su mujer.

Cortes de pelo en 'Supervivientes All Stars'

Cortes de pelo en 'Supervivientes All Stars' / Telecinco

Carlos Merenciano

Carlos Merenciano

Madrid
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La gala de 'Supervivientes All Stars: Tierra de nadie' vivió una de sus noches más impactantes con la llegada de ‘La mesa de las tentaciones’, una dinámica que puso a prueba la resistencia emocional de los concursantes. Desde Honduras, Laura Madrueño se encargó de plantear los retos y tentaciones que, en más de una ocasión, terminaron con los supervivientes entre lágrimas, tijeras y gritos.

Jessica Bueno debía elegir entre conservar su melena o disfrutar de un suculento menú con arroz con leche y una hamburguesa gigante. “Es muy sagrado para mí, es mucho”, decía entre lágrimas, antes de aceptar el trato. Laura Madrueño, tijeras en mano, cortaba 25 centímetros de su cabello mientras Jessica repetía entre sollozos: “Estoy loca… lo que hace el hambre”. La presentadora trataba de animarla asegurándole que estaba “guapísima”, aunque la modelo confesaba que sus hijos “no la iban a reconocer”.

Miri Pérez-Cabrero también terminó sucumbiendo a la tentación. Aunque al principio se negaba a tocar su pelo, el hambre y la posibilidad de hablar con su padre la llevaron a aceptar. Entre lágrimas, accedió a cortarse 30 centímetros, despidiéndose de su melena con un “Papá, te quiero, lo siento”. “Estás mucho más guapa”, le decía Jorge Javier Vázquez desde el plató.

Adara Molinero protagonizó uno de los momentos más intensos de la noche. Primero aceptó quemar su objeto personal por un trozo de bocadillo, y luego tuvo que decidir si cortarse el pelo para hablar con su novio, que la esperaba al teléfono. “No me hagáis esto, el pelo no, por favor”, rogaba llorando. Finalmente, accedió a cortarse 10 centímetros a cambio de comida y tarta de chocolate, entre lágrimas y gritos: “Desde abajo, por favor. La que estoy liando, Dios mío”.

El momento más emotivo lo protagonizó Carlos Alba, que se enfrentó a su cambio de imagen más radical. A cambio de un plato de nuggets, patatas y hamburguesa, el superviviente accedió a afeitarse la barba, el bigote y raparse la cabeza, algo que no hacía desde 2019. Pero la verdadera recompensa llegó con una videollamada sorpresa con su mujer, Sandra, que le dedicó unas emocionantes palabras de apoyo: “Eres increíble como persona y el mejor superviviente con diferencia. Te adoro y estoy deseando darte un beso”.

El toque cómico de la noche lo puso Tony Spina, que aceptó depilarse las axilas y vestir solo con un taparrabos hasta la próxima gala a cambio de un plato de pasta carbonara y arroz con leche. Entre risas y gritos de dolor, Jessica Bueno fue la encargada de arrancarle las tiras de cera. “¡Se me salen los huevitos por los lados!”, bromeaba el italiano tras ponerse el taparrabos, mientras Madrueño le ofrecía más comida si se dejaba hacer una cresta, a lo que accedió casi sin pensarlo.

La noche cerró con una promesa: el jueves se descubrirá si Jessica Bueno da un paso más y acepta raparse el pelo para poder hablar con sus hijos, y cuál será la tentación de Rubén Torres. ‘Supervivientes All Stars’ vivió una velada de emociones extremas en la que el hambre, la nostalgia y la supervivencia volvieron a poner a prueba los límites de sus protagonistas.