Televisión

Una soltera de 'First dates' que pudo ir a 'OT' en lugar de Chenoa critica a su cita nada más verle: "De 'Granjero busca esposa', tiene pinta de señor, de padre de colegio y es del AMPA, no me gusta"

El flechazo brilló por su ausencia desde el principio del encuentro entre Belén y Joaquín

El monumental cabreo de una soltera en 'First Dates' con su cita: "¡Ahí sí que me tocas los cojones, tengo 40 años y muy bien puestos!"

/esUn soltero muy exigente eleva la tensión con su cita en 'First dates': "Quiere una criada y yo en mi pueblo soy la reina"

Los solteros en el momento de la decisión final

Los solteros en el momento de la decisión final / Cuatro

Balma Simó

Barcelona
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Desde el primer segundo de la cita, Joaquín no dejó indiferente a nadie. Con un paquete lleno de regalos para todo 'First dates' -una jirafita para Matías y dibujos naif (estilo artístico simple con una visión infantil) para el resto del equipo, entre otros-.

Se presentó como un tipo peculiar, entusiasta del cómic, del cine independiente y de la lectura general. Aparentemente, un alma creativa en busca de una compañera de vida con espíritu trotamundos.

Belén, por su parte, llegó pisando fuerte. Cantante desde que su madre decidió dejar de escuchar sus 'covers' de Marisol y Mary Poppins en casa y la apuntó a clases. Además, explicó que se presentó a 'Operación triunfo', pero que Chenoa le quitó el sitio.

Esta zaragozana tenía claro que no quería perder el tiempo. "Me salen los amigos como al de los Donettes", bromeó, aunque afirmó que ahora no se conforma con cualquiera.

No era su estilo

Nada más verle, Belén, sintió que Joaquín no era su estilo. "Yo le veo más en 'Granjero busca esposa', tiene pinta de señor, de padre de colegio y es del AMPA, no me gusta". Con esta frase sentenció lo que le pareció.

Mientras él la veía como una mujer elegante y simpática -además de paisana, puesto que los dos son de Zaragoza-, ella ya intuía que esa conexión no iba a florecer.

Aún quedaba cena por delante

Durante la conversación, Joaquín quiso conectar hablando de Japón, de su amor por la cultura y Blas de Lezo (oficial de la armada española del s.XVIII). Belén, sin saber quién era el marino ni entender por qué su cita quería viajar tan lejos, acabó diciendo que le parecía 'friki' soñar con conocer el país nipón.

Ni el karaoke salvó la cita

El momento íntimo llegó con los regalos. Joaquín sacó los bombones y un dibujo de un tiburón. Según el zaragozano, es un animal marino que le representa y que lleva estampado en los calzoncillos y calcetines que llevaba.

Belén, incrédula, confesó que lo veía más bien como un delfín, por la manera en la que actuaba.

Decidieron cantar juntos y él, entusiasmado, desafinó con energía. Ella aguantó como pudo, pero reconoció que varias veces sintió ganas de pedirle que "callara".

El veredicto final

En los últimos minutos de la cita, Joaquín, confiado, dijo estar dispuesto a seguir conociendo a Belén. Ella fue clara: no había chispa, no le veía moderno, ni espontáneo, ni su tipo.

Ella se fue con la idea que su amor no estaba esa noche en 'First dates'. Y él se fue con su dibujo de tiburón.